Button marca su territorio en McLaren inspirándose en Alonso

Jenson Alexander Lyons Button será el líder de McLaren en 2013. A sus 33 años –los cumplirá el 19 de enero-, y en la que será su decimocuarto año en Fórmula 1, llegará la gran oportunidad para este inglés nacido en Frome, un pueblo en la órbita de Bristol. Por fin habrá logrado situarse como número uno indiscutible en una escudería potente. Ante la próxima llegada de Sergio Pérez, Button ya ha comenzado a construir una estructura inspirándose en el modelo que, según el británico, ha fabricado Fernando Alonso en Ferrari: "(Alonso) Ha sido inteligente en construir el equipo en torno a él, algo que todos buscamos. Lo hice en mi equipo previo (Honda/Brawn) y es lo que estoy haciendo ahora en McLaren".

En enero de 2009, con Honda buscando un comprador, su retirada como piloto estaba cerca, con una solitaria victoria lograda en 2006. El que debía ser sucesor de estrellas inglesas como Nigel Mansell o Damon Hill se había quedado por el camino. Sin embargo, Ross Brawn compró el equipo y meses después lograba el Mundial. Cuatro años más tarde se convertirá en la principal figura del segundo equipo más carismático de la Fórmula 1 (con el permiso de Frank Williams).

Salvo su debut con 19 años, los ascensos en su carrera automovilística le han llegado algo tarde… pero le han llegado. Su primera ‘pole’ y podio vinieron en la quinta temporada, la victoria llegó tras 116 grandes premios, su título mundial en el décimo año y ahora, con la marcha de Lewis Hamilton de Woking, Button ‘tomará el control’ de un equipo puntero después de trece años.

En 2012 el coche "funcionaba" para Hamilton

"Si tengo un coche que funciona para mí, puedo ponerlo en la pole; pero si el coche es un poco más difícil de manejar, pues termino por detrás de Lewis (Hamilton)". Como el animal que marca el territorio en el bosque, Jenson ha hecho público en el diario brasileño Lance! cuál será el espacio que deja a Pérez. Es el plan que maneja el inglés y con el que aclara el escalafón de mando por si alguien se hacía ilusiones después de las palabras de Martin Whitmarsh al principio del pasado fin de semana: "No veo por qué Pérez no pueda estar ya peleando por la victoria en Australia (primera prueba). No creo que se considere a sí mismo un aprendiz".

Ese ímpetu inicial en Japón se diluyó tras el error del mejicano en la pista, "fue un poco osado. Su primer movimiento fue muy bueno pero el segundo no tanto. Es como un diamante que necesita ser pulido. Será un reto interesante", señaló este mismo miércoles el team manager de McLaren. Tras estas declaraciones, el propósito de Button cobra más sentido.

Alonso, un detallista con sus compañeros de trabajo

Con 227 carreras iniciadas en el Gran Circo, Button es el segundo piloto más experimentado de la parrilla tras Michael Schumacher. Su veteranía absorbe maneras de actuar que no se aprenden en ninguna academia o en la pista, sino atendiendo a detalles como los que tiene Alonso en Maranello. El británico de McLaren admite que, ahora mismo, sería duro fichar por Ferrari porque, aunque tuviera "un muy buen recibimiento, luego vendría Fernando y empezaría a hablar en italiano a los ingenieros…". Un punto a favor del asturiano con respecto al que llegue. Ni Schumacher ni Kimi Raikkonen, los últimos líderes de la Scuderia, cuidaron ese tipo de detalles (más allá de organizar partidos de fútbol, cenas, etc).

Inteligente en el asfalto con su conducción (como Button), Alonso también ha destacado por su adaptación al equipo italiano fuera de la pista. ¿Inteligencia? Así lo considera Button que, al parecer, con métodos similares al asturiano quiere ganarse a un buen puñado de trabajadores de Woking. El objetivo no es otro que rendir de la manera más óptima en su talón de Aquiles (como él mismo admite): "La calificación". Sin Hamilton en el equipo, terminar por detrás del ‘novato’ durante los sábados supondría perder cierta credibilidad. Para evitar que esto suceda, quiere poner a su alcance todos los medios de los que dispone McLaren y convencer de que la fabricación y puesta a punto del vehículo debe girar en torno a su conducción. Después de trece años, es un lujo que sólo unos pocos se pueden permitir.