Hamilton y McLaren mantienen actualmente una fría relación de interés

"Mi sensación es que este es un gran equipo para que se quede Lewis. No he pensado en un 'plan B'. Queremos que se quede, pero solo si él quiere. Somos un equipo ganador, Lewis es un piloto ganador y tiene mucho sentido que trabajemos juntos. Supongo que tendremos alguna conversación antes de Singapur". Martin Whitmarsh, director de McLaren, apeló a la razón para tratar de conducir 'por el buen camino' a un Lewis Hamilton que no parece dar el brazo a torcer en su renovación de contrato… salvo en un lapsus que tuvo este domingo, preguntado acerca del doblete que se esfumó en Monza: "Tal vez el año que viene". ¿Ironía, le falló el subconsciente o es que Hamilton dejó caer que en 2013 volverá a ser la pareja de Jenson Button en McLaren?

Tiene intenciones de quedarse aunque no bajo las actuales condiciones. "No estoy pensando en el próximo año, quiero centrarme en este. Quiero ayudarles a conseguir el campeonato de Constructores y ellos a mí el de pilotos. Es un equipo increíble y estoy con buenas sensaciones de futuro". De momento, Hamilton se limita a explicar con indiferencia la actual relación de interés y beneficio mutuo que existe. Para el año que viene se deja querer aunque ya se verá.

Porque desde su país natal ya se han aventurado a decir que su unión con Mercedes está próxima. Primer fue el expiloto Eddie Jordan y más recientemente el periodista británico James Allen, quien se aventura a situar al Checo Pérez como uno de sus posibles sustitutos en McLaren, por el interés que Vodafone tiene en latinoamérica (este martes, por cierto, Pérez estaba en Maranello entrenando dentro del programa de la 'Ferrari Academy Driver'). El Daly Mail, sin embargo, asegura que McLaren ya ha contactado con Heikki Kovalainen como hipotético remplazo de Lewis... bienvenidos a la llamada silly season.

"No he aprendido nada de Jenson"

De momento, la única realidad palpable es la actual situación en la que se encuentra inmersa McLaren. Un ejemplo... a la afirmación de Whitmarsh de "ambos pilotos aprenden uno del otro", Hamilton contesta: "Yo aprendí de Fernando, pero particularmente no siento que haya aprendido nada de Jenson". 

Hamilton quiere más dinero y McLaren no está por la labor de aceptar sus condiciones. Sin hacerse públicas las cifras, en este tira y afloja se encuentran piloto y escudería desde inicios de 2012. Durante este tiempo, la ‘patata caliente’ ha estado en manos de uno y otro según lo ocurrido sobre el asfalto. Los días que el coche iba bien y el piloto no estaba a la altura, el ambiente que se respiraba era el de: ¿qué equipo va aceptar este comportamiento? (días de accidentes evitables en pista o, sobre todo, la traición de Bélgica a sus ingenieros). En cambio, otros fines de semana (la mayoría, sobre todo durante la primera mitad del año) era el equipo quien estaba por debajo del nivel del inglés. En Monza, ambos rozaron la perfección.

Aunque le duela al mismísimo Ron Dennis (que lleva presenciando desde el box tres carreras seguidas, en Monza con más accionistas de McLaren) en Woking hubieran preferido que el campeón en Italia hubiera sido Button. “Estamos muy molestos con él. Debería irse”. En el diario alemán Der Spiegel se pudo leer este lunes unas palabras de un trabajador de McLaren refiriéndose a Hamilton. Además de haber personal incómodo con su presencia, si la clasificación diera la razón a Button, Lewis tendría peores argumentos para negociar su precio.

Abrazos fríos y sonrisas forzadas

Bajo este ambiente Hamilton conquistó la ‘casa de Ferrari’. Un golpe en casa del enemigo que no fue celebrado con excesiva efusividad, según el comportamiento que vio la prensa inglesa. Hablan de "abrazos fríos" entre él y Whitmarsh o de "sonrisas forzadas para los fotógrafos". También recuerdan que Dennis, este mismo fin de semana, dijo que no era "esencial" disponer de dos pilotos británicos en sus filas, sino “tener a los dos mejores pilotos posibles”. Declaraciones y gestos que escenifican los tabloides británicos para poner en contexto el ambiente actual de la negociación.

Para aliviar tensiones, con una bandera blanca se sitúa Whitmarsh, el jefe del equipo. Su táctica es pacífica, dialogante y donde prima la lógica. Ya lo ha hecho en otras ocasiones, como por ejemplo a la hora de calmar su agresividad en pista o para tratar el caso de sus tuits 'confidenciales'. En lugar de criticar o sancionar, Martin prefiere aconsejarle y reeducar ciertas conductas. Con esta misma filosofía actúa ahora en el asunto de la renovación: ¿quieres ganar? McLaren te da un coche para ello, es lo más conveniente tanto para ti como para mí.

Las bazas con las que Hamilton juega, además de su talento y la actual clasificación, son los asientos libres que a estas alturas de la película quedan en Ferrari y Mercedes. Aunque Mercedes es el quinto clasificado en el campeonato de constructores, por detrás de Lotus, cuyo proyecto gira en torno a la figura de Kimi Raikkonen y en la Scuderia tiene las puertas algo cerradas estando Fernando Alonso como líder del equipo. Por si acaso, el otro día Hamilton chapurreó el italiano en el podio y posteriormente alabó al país transalpino: "Ganar en Monza es una de las mejores experiencias de mi trayectoria en la Fórmula 1. Me encanta este lugar, llevo viniendo a Italia desde que tenía 13 años y adoro su cultura, su comida y su gente. Desde que debuté en la Fórmula 1, Monza ha sido una de las carreras que siempre he querido ganar".

¿Asumirá riesgos deportivos por motivos económicos? Desde luego, hay vida más allá de Woking... El próximo capítulo se escribirá en Singapur y tendrá lugar en menos de dos semanas.