Ecclestone no ve inconvenientes en la celebración del GP de Bahréin

"Nuestro plan es ir allí. Siempre he dicho que si fuera a haber algún problema sería durante el Día de la Ira. La gente allí confía en que una carrera dentro de dos meses se llevará a cabo sin problemas. El único mensaje que he recibido es que había algunos jóvenes en problemas con la policía". Bernie Ecclestone calma los ánimos en torno al GP de Bahréin de 2012, previsto para el próximo 22 de abril, en unas palabras publicadas en el diario The Telegraph. El año pasado, pese a que se cobró el canon de 30 millones íntegro, se tuvo que cancelar la carrera porque no se confirmó que al 100% hubiera seguridad durante la prueba.

Nuevos altercados provocan que las dudas vuelvan a brotar. ¿Es ético que el lujoso circo de la Fórmula 1 desembarque en un país en conflicto social? ¿Sería hipócrita no correr allí por tales motivos y sí en otros países, como la India, donde hay carencias de necesidades básicas para una buena parte de la población? El dilema de ponerse la venda o no, decidir si la F1 debe actuar como un agente social o servir como guía de entretenimiento para los aficionados. En cualquier caso, la seguridad primará sobre cualquier decisión.

"Si no aparece en la televisión, no existe". Con esas palabras Bernie Ecclestone definió la situación del pasado GP de Bahréin. Dejó claro que lo que a él le importa son las apariencias y la imagen de cara al exterior que pueda dar 'su' Fórmula 1. Más allá del conflicto árabe.

El único gobierno que se ha manifestado en este asunto es el británico, el que vio nacer la Fórmula 1 y de donde son la mayoría de escuderías. "La FIA, así como todos los partidos políticos del Parlamento del Reino Unido y de Bahréin, creen que la celebración de un Gran Premio sería beneficioso en medio de las dificultades que está experimentando Bahréin".

Con el respaldo de la FIA, a día de hoy la balanza está a favor de Bernie.