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Los problemas personales convierten a Hamilton en un piloto sensible y descentrado
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EL INGLÉS ATRAVIESA UN MOMENTO DE REFLEXIÓN TRAS LA RUPTURA CON SU NOVIA

Los problemas personales convierten a Hamilton en un piloto sensible y descentrado

"Tengo que pedir disculpas al equipo, otra vez, por mi pobre carrera", dijo un hombre decaído y con el alma por el suelo nada más acabar

Foto: Los problemas personales convierten a Hamilton en un piloto sensible y descentrado
Los problemas personales convierten a Hamilton en un piloto sensible y descentrado

"Tengo que pedir disculpas al equipo, otra vez, por mi pobre carrera", dijo un hombre decaído y con el alma por el suelo nada más acabar el GP de la India. Lewis Hamilton agachaba la cabeza cuando atendió a los micrófonos en el circuito de Buddh. El británico está desconocido por sus problemas personales. La ruptura con su novia afecta a su rendimiento en la pista y, tanto como la escudería Ferrari, está deseando que llegue ya 2012 para empezar desde cero. Quiere modelar un nuevo Lewis Hamilton: fuerte, maduro y sin fisuras sentimentales.

"¿Ha sido culpa mía?", preguntaba Hamilton a su equipo cuando golpeó contra el Ferrari de Felipe Massa. Inocente y dubitativo, el piloto que buscaba consuelo por radio no era el Hamilton que estamos acostumbrados a ver: frío, agresivo y que nunca reconocía un error (siempre la culpa de sus accidentes eran del otro). Este Hamilton está afligido y sensible, necesitado de la comprensión de quienes le rodean.

El que fuera campeón del mundo en 2008 se ha prometido a sí mismo que para la temporada que viene no se rodeará de nada que le distraiga de su trabajo. Lo aseguró a la prensa desde Nueva Delhi en referencia a su noviazgo con la cantante Nicole Scherzinger. Su padre, Anthony, ya había avisado a Lewis que viajar regularmente a Estados Unidos (para estar con ella) no era lo idóneo para un piloto de Fórmula 1. Al final, papá tenía razón. Han sido cuatro años de una relación que ha llegado a su fin porque, según apunta la prensa rosa, ella quería ser madre y él no se sentía preparado. Nicole tiene 33 años y Lewis 26.

La protección de su papá

Sin el hombro de su padre en el box de McLaren, Hamilton está sufriendo una transformación interior cuya única salida es la madurez. Está pasando por una etapa en la que no sólo se replantea su modo de vida, sino que también su manera de conducir. Hamilton reconoció esta pasada semana que en el futuro quizás debe abandonar su agresividad para dar paso a un piloto más reposado y calculador.

Y es que, a pesar de que muchos sean incidentes de carrera, son demasiados los golpes en los que se ha visto involucrado (sin ir más lejos, este fin de semana cometió un error el viernes que le retrasó tres puestos en la salida y en la carrera tuvo un choque con Massa). Sin llegarlo a reconocer abiertamente, ahora Hamilton no está satisfecho con su forma de afrontar una carrera, cuando hace poco se defendía él mismo de los ataques verbales de otros pilotos: "Me gusta el riesgo. No quiero poner a otros pilotos en peligro, pero me gusta ir un poquito más allá", decía este mes de septiembre.

De esa contundencia ha pasado a preguntar a su equipo si había hecho algo malo cuando golpeó al de Ferrari y a reconocer este fin de semana que "todo este año ha sido el peor de mi carrera y creo que el peor en general". Algo nuevo está pasando por su cabeza. Quizás eso explique que haya cambiado su tradicional casco amarillo por uno con la imagen de Bob Marley, ¿busca paz en el reggae del jamaicano?

En busca de la comprensión de la prensa

"Estoy seguro que todos ustedes saben cómo es esto", señalaba a la prensa el corredor de McLaren. Hamilton se abre ante la prensa en busca de aprehensión y para que los redactores, antes de escribir sobre él, sepan la manera en la que afronta este final de temporada. Actualmente Hamilton está lejos del hermetismo, la frialdad y la racionalidad que desprende cualquier piloto.

Los 38 puntos que su compañero Jenson Button le saca es el ejemplo más claro de que su temporada está siendo mala. Ha perdido el liderazgo dentro de la escudería y el año que viene, por méritos deportivos, es Button quien debería llevar el 3 en el monoplaza y Hamilton el 4. En ese momento se sabrá si continúa siendo el niño mimado (de Ron Dennis) en McLaren o si el orden preestablecido ha cambiado.

Para consuelo de Hamilton está la reacción del actor Rowan Atkinson cuando colisionó con el brasileño de la Scuderia. Poca gente puede decir que ha hecho sufrir a Mr. Bean. Lewis, ahí tienes un amigo.

"Tengo que pedir disculpas al equipo, otra vez, por mi pobre carrera", dijo un hombre decaído y con el alma por el suelo nada más acabar el GP de la India. Lewis Hamilton agachaba la cabeza cuando atendió a los micrófonos en el circuito de Buddh. El británico está desconocido por sus problemas personales. La ruptura con su novia afecta a su rendimiento en la pista y, tanto como la escudería Ferrari, está deseando que llegue ya 2012 para empezar desde cero. Quiere modelar un nuevo Lewis Hamilton: fuerte, maduro y sin fisuras sentimentales.

Lewis Hamilton