El Staples se prepara para la vuelta de un ‘resucitado’ Pau Gasol

El título de una de las canciones más conocidas de Presuntos Implicados, ‘Cómo hemos cambiado’, nos sirve para ilustrar a la perfección la situación que vive en estos momentos Pau Gasol. El pívot español lleva fuera de las pistas desde el 5 de febrero, un total de 20 partidos. Toda una eternidad en cualquier otra liga del mundo, pero no en la NBA, donde se viaja a un ritmo vertiginoso. Pues bien, aunque parezca mentira, en este mes y medio de ausencia de Pau, la situación se ha transformado de manera radical en Los Ángeles Lakers. La franquicia californiana estaba prácticamente desahuciada y ahora todo apunta a que jugará 'play-off', e incluso puede finalizar la temporada regular en una sorprendente sexta posición. Pero las cosas no sólo se han transformado en el plano colectivo, también en el personal para el jugador de Sant Boi.

Mientras en pretemporada el equipo entonces entrenador por Mike Brown era uno de los grandes candidatos al anillo, el comienzo de campaña terminó por convertir a los Lakers en una auténtica jaula de grillos. Malos resultados, falta de sintonía con el técnico y multitud de críticas hacia el ‘16’. Llegó el cambio de entrenador, aterrizaba Mike D’Antoni, y todo hacía indicar que el rumbo de la nave oro y púrpura se iba a enderezar. Nada más lejos de la realidad. Y para colmo de ‘nuestras’ desgracias, ese 5 de febrero se producía la importante lesión del internacional español (vídeo), un desgarro parcial en la fascia plantar de su pie derecho que le iba a mantener inactivo durante un período de entre seis y ocho semanas.

Justo antes de este infortunio, las críticas seguían arreciando sobre Pau Gasol, uno de los jugadores más determinantes en los últimos tiempos en esos Lakers capaces de alzarse con dos anillos de campeón de la NBA. Hasta el propio D’Antoni parecía haber perdido la fe en el jugador español. Pero todo eso, y mucho más, se ha transformado durante el proceso de recuperación.

Ahora, a punto de reaparecer, todo indica que lo hará en la próxima madrugada en el partido contra los Washington Wizards, Gasol se ha vuelto a convertir en pilar fundamental para su equipo. Y eso sin jugar. “No podemos hacer nada en los playoffs si Pau no se encuentra cómodo y al 100%”, manifestaba Mike D’Antoni nada más finalizar el entrenamiento de este pasado miércoles. El mismo técnico que le cuestionó y que le sentó en el banquillo en los minutos decisivos de algunos partidos, ahora otorga al español un rol imprescindible dentro del equipo.  Y no sólo para jugar muchos minutos, sino para ser pieza clave. “No sé si va a ser en el primer partido o en el tercero, pero Pau va a ser titular y va a acabar los partidos”, añadió.

Y no es para menos, porque aún reconociendo que el pívot no estaba atravesando su mejor temporada, Gasol es el tercer jugador con mejor valoración del equipo, tan sólo por detrás del intocable Kobe Bryant y muy cerquita del fichaje estrella de esta temporada, ‘Superman’ Howard. El catalán ha promediado 13,4 puntos por partido, 8 rebotes y 4 asistencias en los 36 partidos que ha disputado. Por ello, el técnico de Virginia cambiará su forma de jugar para acoplar a sus dos hombres altos. Howard y Gasol jugarán por dentro, con el español cerca de la canasta (donde hace más daño) y potenciando al máximo el juego en la pintura, con el permiso claro está de la gran estrella, un Kobe Bryant que lógicamente siempre condiciona la forma de jugar de su equipo.

Llega el momento de Pau. Todos esperan entusiasmados su regreso, que además parece que coincidirá con la vuelta de Kobe. Es la hora de la verdad. Trece partidos por delante para certificar el pase a la lucha por el título y entonces llegarán las grandes batallas, esas series al mejor de siete donde ya no existe margen para el error. Ahí es donde se ven a los verdaderos campeones, a los jugadores de talla mundial, y Pau Gasol es uno de ellos. El internacional español se muestra confiado en llegar en un buen estado de forma y demostrar a todo el mundo que estos Lakers pueden llegar lejos, aun cuando tendrán un cruce muy complicado en primera ronda. “Podemos ser un pedazo de equipo y ganar a cualquiera. Cuando movemos el balón somos un equipo complicado de ganar”, asegura el pívot angelino.