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El 'efecto Ricky' tiene enamorado a la NBA
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EL BASE ESPAÑOL ES UN ICONO MEDIÁTICO EN EEUU

El 'efecto Ricky' tiene enamorado a la NBA

Triunfar en la NBA resulta hartamente complicado. La mejor liga del mundo es también la más combativa y la que más desgasta. Jugadores que han triunfado

Foto: El 'efecto Ricky' tiene enamorado a la NBA
El 'efecto Ricky' tiene enamorado a la NBA

Triunfar en la NBA resulta hartamente complicado. La mejor liga del mundo es también la más combativa y la que más desgasta. Jugadores que han triunfado en Europa han cruzado el 'Charco' y se han tenido que volver con la amargura del fracaso. No es el caso de Ricky Rubio. El base de El Masnou ha entrado por la puerta grande en el olimpo del baloncesto mundial. A pesar de que aterrizó la temporada pasada y tan sólo pudo jugar durante cinco meses por culpa de su grave lesión de rodilla, éste ha sido tiempo suficiente para conectar con la grada. Ricky es espectáculo y el 'show' de la NBA se lo agradece. El juego del internacional español se amolda a la perfección a las exigencias del juego y el entorno que lo rodea.

Uno de los mayores talentos que ha dado nuestro baloncesto apareció en la alta competición con tan sólo 14 años, y eso no es casualidad. Aíto García Reneses le dio la alternativa en el Joventut y, muy seguro de las condiciones de Ricky, el técnico sabía que no se equivocaba. Tras pasar por la Penya y el Barcelona y ser drafteado en el número 5 por Minnesota Timberwolves, el otoño de 2011 fue el momento elegido por el jugador y su entorno para dar el delicado salto a la NBA. Para entonces, el base había cargado el zurrón con una gran dosis de experiencia y con títulos de enorme prestigio. Bajo el brazo, Ricky Rubio ya atesoraba un Eurocup, una ULEB y una Copa del Rey con el Joventut, una Liga ACB, una Copa, una Supercopa y una Euroliga con el Barça y dos medallas de oro en sendos Europeos con la selección española. Ahí es nada.

Pero faltaba el gran miura. Había que demostrar a los escépticos americanos que no sólo ellos saben jugar a esto de la canasta. Ricky aterrizó con la ilusión de quien empieza en esto y seguro de que sus condiciones le iban a permitir triunfar ante esos grandes jugadores a los que el español hacía bien poco que idolatraba a través de la pantalla de televisión. Había llegado una estrella, y Minnesota se iba a dar cuenta muy pronto. El estilo de Ricky Rubio muy pronto contactó con la grada, su velocidad en el juego, sus asistencias inverosímiles y su enorme feeling con Kevin Love (son grandes amigos) hizo que todo fuera más fácil. El internacional español se metió a la afición en el bolsillo.

Luego llegó la lesión, y eso trastocó enormemente los planes del jugador y de la franquicia, que finalmente no se metió en 'play off'. Un 10 de marzo de 2011 quedará grabado para siempre en la memoria de Ricky y de todos los aficionados al baloncesto. El catalán sufría una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que le haría perderse los Juegos Olímpicos de Londres. Pero no sólo ése era el problema, que como bien dijo el propio jugador sufrió mucho por perdérselo, sino que la duda sobre cómo quedaría esa rodilla ante la exigencia de la competición flotaba en el ambiente. Pero todo se disipó el pasado domingo, 16 de diciembre, en el partido ante Dallas Mavericks.

Icono mediático

Mediado el primer cuarto, Rick Adelman decidía poner en pista al español más de nueve meses después. El Target Center, puesto en pie, ovacionaba a uno de sus ídolos. Cantidad de pancartas en honor al base de El Masnou acreditaban la dimensión que Ricky Rubio ha alcanzado en la franquicia de Minneapolis. El equipo ganó y Ricky jugó un gran partido. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, por pedir, que el equipo este año se meta en 'play off', que es bastante probable, y que pueda luchar con las grandes franquicia por el anillo, algo más utópico.

Pero no sólo Minneapolis reconoce el talento de Ricky Rubio. El resto de la NBA tiene en muy buena consideración al internacional con la Roja. Hasta tal punto es así que incluso es elegido para protagonizar algunos spots de la propia liga americana y es imagen de marca de Adidas. La dimensión del base trasciende lo puramente deportivo. También es un jugador de los denominados mediáticos. Los 'yanquis' se compran su camiseta y le han adoptado como uno más de esa gran familia.

Y todo esto con... ¡22 años! Aunque parezca que lleva mil años en esto, el base español tiene mucho recorrido por delante, mucho que mejorar y mucho que ofrecer a todos los que nos gusta este deporte. Ricky y el show business de la NBA son un binomio perfecto.

Triunfar en la NBA resulta hartamente complicado. La mejor liga del mundo es también la más combativa y la que más desgasta. Jugadores que han triunfado en Europa han cruzado el 'Charco' y se han tenido que volver con la amargura del fracaso. No es el caso de Ricky Rubio. El base de El Masnou ha entrado por la puerta grande en el olimpo del baloncesto mundial. A pesar de que aterrizó la temporada pasada y tan sólo pudo jugar durante cinco meses por culpa de su grave lesión de rodilla, éste ha sido tiempo suficiente para conectar con la grada. Ricky es espectáculo y el 'show' de la NBA se lo agradece. El juego del internacional español se amolda a la perfección a las exigencias del juego y el entorno que lo rodea.

Ricky Rubio