El peligro del Olympiacos griego se llama Vasileios Spanoulis

Es un auténtico maestro en la dirección. De él depende gran parte del éxito de su equipo. Spanoulis es la brújula por la que se guía este Olympiacos (también el de Dusan Ivkovic) y en él están puestas todas las esperanzas de los aficionados griegos con vistas a revalidar el máximo título continental. Con dos títulos de Euroliga a sus espaldas (Panathinaikos en 2009 y Olympiacos en 2012) y sendos MVP de ambas Final Four, el base griego es un viejo zorro en este tipo de eventos. Sabe a cada momento lo que necesita su equipo  y su hinchada. Para el partido cuando tiene que hacerlo, lo encabrona en el momento justo y necesario, toma la responsabilidad anotadora cuando el equipo se encuentra atascado, hace jugar a sus compañeros… Es un tipo que maneja todo los registros y el tempo del partido como nadie, ése que señalaba Pablo Laso en la rueda de prensa previa a la final “va a ser muy importante” en el duelo de este domingo.

No hay duda que el Real Madrid no sólo tiene que preocuparse por Spanoulis en este partido, sería un error, pero todos estaremos de acuerdo en que, desaparecido el base internacional, el equipo de Giorgos Bartzokas baja sensiblemente sus prestaciones. Anulado el cerebro, el entramado ateniense no carbura de la misma manera. El viernes, ante CSKA, no estuvo demasiado acertado en el plano anotador (sólo ochos puntos, con 0 de 6 en triples), pero asistió bien, dirigió mejor y supo en cada momento lo que su equipo pedía de él. Por todo esto no es de extrañar que haya sido nombrado jugador más valioso de la temporada en la presente edición de la Euroliga. Hay que esperar, por el bien del Madrid, que no lo sea también en la Final Four.

Camino de los 31 años (tenemos la sensación de que es más viejo por la cantidad de años que lleva en la élite), Spanoulis aglutina éxitos a nivel de clubes y también de selección, con una medalla de oro en el Eurobasket de Serbia 2005 y otra de plata en aquel Mundial de Japón 2006 que felizmente conquistó España. Pero la sed de triunfos de este magistral jugador no parece tener límite. El base de Olympiacos, equipo que parecía llegar a la cita de Londres como mera comparsa, sabe que está ante otra gran oportunidad de coronarse rey de Europa y quiere volver a demostrar quién manda en el Viejo Continente. "Hay que hacer una gran defensa sobre Spanoulis, como la que hicimos en semifinales con Navarro", comenta para El Confidencial Nikola Mirotic.

La batalla en la pista será descomunal, como lo será también en las gradas, donde a expensas de los aficionados que puedan llegar en la jornada dominical, los griegos son mayoría. Unos 2.000 se dieron cita en el O2 el pasado viernes, por los 1.300 madridistas que apoyaron a su equipo frente al Barcelona Regal. A ruido y presión ambiental no hay quien pueda con los griegos (son un auténtico espectáculo), pero como apuntan algunos hinchas llegados desde la capital de España, “los de la grada no juegan”. Eso sí, Berserkers y compañía tendrán que hacer un sobreesfuerzo para hacerse oír y para que los jugadores de Pablo Laso noten su presencia en los momentos más delicados del encuentro.