Es noticia
El O2 Arena aún no tiene garantizado el lleno en la Final Four: faltan por vender 2.500 entradas
  1. Deportes
  2. Baloncesto
EUROLIGA SE PLANTEA AUMENTAR EL NÚMERO DE INVITADOS PARA MEJORAR EL ASPECTO DE LAS GRADAS

El O2 Arena aún no tiene garantizado el lleno en la Final Four: faltan por vender 2.500 entradas

No descubrimos nada si decimos que Londres, en particular, y el Reino Unido, en general, poco tienen que ver con el baloncesto. El deporte de la

Foto: El O2 Arena aún no tiene garantizado el lleno en la Final Four: faltan por vender 2.500 entradas
El O2 Arena aún no tiene garantizado el lleno en la Final Four: faltan por vender 2.500 entradas

No descubrimos nada si decimos que Londres, en particular, y el Reino Unido, en general, poco tienen que ver con el baloncesto. El deporte de la canasta no se encuentra entre las preferencias de los británicos, que mantienen por delante disciplinas como el fútbol, el rugby, el criquet o el tenis. Sin embargo, tampoco deberemos obviar que la capital londinense es uno de los grandes centros neurálgicos del Viejo Continente. He ahí la razón por la que la Euroliga ha querido hacer llegar un evento de la magnitud de una Final Four al O2 Arena. La idea de Jordi Bertoméu, director general de la máxima competición continental, es expandir su modelo de negocio (al estilo NBA) por las grandes capitales europeas. Como ya se hizo en la edición de 2009 en Berlín, se busca enganchar al público pero, sobre todo, atraer el gran montante económico que generan estas ciudades.

Y para ello, la Euroliga se encuentra ante el tremendo reto de llenar uno de los pabellones más grandes del continente, el O2 (20.000 asientos, de los que sólo 18.000 estarán operativos para esta ocasión). Y no será tarea fácil, ya que a tan sólo dos días de que comiencen las semifinales, aún falta por vender el 15% de la capacidad de este impresionante pabellón. La galopante crisis económica que afecta a dos de los países con representación en esta Final Four (España y Grecia) y las dificultades para validar el pasaporte por parte de los rusos (CSKA es el cuarto equipo en liza) ha provocado que tan sólo 6.000 localidades vayan a corresponder a los conjuntos participantes. Olympiakos y Real Madrid serán quienes tengan mayor respaldo por parte de sus aficionados, con 2.000 y 1.500, respectivamente. Mientras, el Barcelona Regal rondará los 1.200 y en torno al millar de hinchas se desplazarán desde Moscú.

El asunto de los precios está siendo uno de los grandes quebraderos de cabeza por parte de la Euroliga. Oficialmente, los abonos se venden entre 160 y 595 euros, pero ya existen otros canales donde se pueden adquirir entradas por debajo de los 100 euros. Como ya han señalado algunos medios, ante la dificultad de 'colocar' las entradas, la Euroliga llegó a un acuerdo con una empresa especializada en venta de entradas a particulares para ir dando salida, con comisión de por medio, a todo el papel que veían que se les podía acumular. Pero ni por esas.

Mientras que Bertoméu y su equipo de trabajo siguen confiando en que la edición 2013 de la Final Four volverá a ser un éxito organizativo a la altura de ediciones precedentes, no olvidan la posibilidad de que las gradas del O2 registren importantes claros que obviamente puedan perjudicar la imagen de la máxima competición continental.  Y es que, entre entradas vendidas, medios de comunicación, invitados y patrocinadores, ahora mismo estaríamos hablando de unos 15.500 espectadores. De ahí a completar el aforo se abren múltiples alternativas: desde incrementar el número de invitados por parte de la organización hasta dejar que funcione la reventa (permitida por parte de la Euroliga a través de la empresa que mencionábamos anteriormente) y dar salida a esas 2.500 localidades que aún se mantienen en ‘taquilla’ a poco más de 48 horas del inicio de la competición. 

No descubrimos nada si decimos que Londres, en particular, y el Reino Unido, en general, poco tienen que ver con el baloncesto. El deporte de la canasta no se encuentra entre las preferencias de los británicos, que mantienen por delante disciplinas como el fútbol, el rugby, el criquet o el tenis. Sin embargo, tampoco deberemos obviar que la capital londinense es uno de los grandes centros neurálgicos del Viejo Continente. He ahí la razón por la que la Euroliga ha querido hacer llegar un evento de la magnitud de una Final Four al O2 Arena. La idea de Jordi Bertoméu, director general de la máxima competición continental, es expandir su modelo de negocio (al estilo NBA) por las grandes capitales europeas. Como ya se hizo en la edición de 2009 en Berlín, se busca enganchar al público pero, sobre todo, atraer el gran montante económico que generan estas ciudades.