Es noticia
Garbajosa, el chico para todo, se pasa a los despachos
  1. Deportes
  2. Baloncesto
EL INTERNACIONAL TRABAJARÁ PARA LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA

Garbajosa, el chico para todo, se pasa a los despachos

El padre de la generación de los ‘Júnior de Oro’ ha dicho adiós al baloncesto en activo. Ese 2,06 capaz de encestar de tres con la

Foto: Garbajosa, el chico para todo, se pasa a los despachos
Garbajosa, el chico para todo, se pasa a los despachos

El padre de la generación de los ‘Júnior de Oro’ ha dicho adiós al baloncesto en activo. Ese 2,06 capaz de encestar de tres con la facilidad de un escolta cualquiera deja las canchas para trabajar desde un despacho de la RFEB, al menos así lo ha confirmado la propia Federación. Jorge Garbajosa se va, pero deja un gran legado y una huella imborrable para todos los amantes al deporte de la canasta.

El de Torrejón de Ardoz ha sido el jugador que todo entrenador quiere en su equipo, ya no sólo por su faceta y rendimiento deportivos, que también, sino también por su privilegiada cabeza y la claridad manifiesta con la que ve el baloncesto. Ha sido la perfecta prolongación del técnico sobre la pista y el gran nexo de unión con los jugadores. Quizá por esto último acudió a las últimas convocatorias con la selección española, como el Mundial de Turquía, donde ya el físico de ‘Garbo’ no era el de años atrás. Apenas diez meses después (junio de 2011) anunciaba su decisión de no seguir en el combinado nacional.

Los comienzos de Garbajosa en el mundo del baloncesto fueron lejos de su tierra, en Vitoria. Las categorías inferiores de Baskonia moldearon a este fantástico jugador, que como se suele decir no era un 10 en algo concreto, pero sí un 8 (o más) en todas las facetas del juego. Con la mayoría de edad le llegó el momento de debutar en la Liga ACB con el conjunto presidido por Josean Querejeta. En sus cinco temporadas con el cuadro vitoriano, el madrileño logró una Copa de Europa, una Copa del Rey y un subcampeonato liguero. Su valía no pasó desapercibida para los grandes clubes europeos; de ahí que la Benneton de Treviso se hiciera con sus servicios en la temporada 00-01.

A las órdenes de Mike D'Antoni, el ala-pívot español aporta, probablemente, sus mejores años como jugador. El éxito le acompañó en tierras transalpinas, con la conquista de dos títulos de Liga, otros dos de Copa, además de un subcampeonato de la máxima competición continental, la Euroliga. La explosión de Garbajosa no sorprendió a nadie, puesto que sus condiciones hacían presagiar lo que en aquel momento se estaba convirtiendo, pero sí supuso una tremenda novedad al otro lado del Charco. La NBA puso sus ojos en el ala-pívot español, que en la temporada 2006-2007 aterrizó en Toronto para unirse con José Manuel Calderón en la experiencia americana con los Raptors.

Inoportuna lesión

Su primera campaña en la mejor liga del mundo fue muy satisfactoria. Los Raptors no eran el equipo que es ahora y Garbajosa disputó muchos minutos, realizando una gran aportación a un equipo que acabó jugando los play-off por el título. Pero, mediada la temporada, en un partido ante los Celtics, el madrileño sufrió una grave y espectacular lesión de tobillo que le hizo pasar por el quirófano. El tiempo de recuperación, seis meses, ponía en peligro su participación en el Eurobasket que ese mismo verano se iba a disputar en España. "La lesión de Garbajosa fue uno de los peores días de mi vida", aseguró Calderón.

Jorge luchó contra viento y marea para llegar a la cita de Madrid y lo consiguió, de manera milagrosa, gracias en gran parte al gran trabajo de su fisioterapeuta de confianza, Joaquín Juan. Sin embargo, ese gran esfuerzo le deparó consecuencias negativas. Y es que, a pesar de conquistar la medalla de plata con España en ese Eurobasket, el ala-pívot pagó cara su decisión de disputar este torneo a sabiendas que su club, Toronto Raptors, no quería que lo hiciese. Un seguro de la RFEB (unos 600.000 euros en caso de lesión) fue el aval que le permitió estar junto a sus compañeros.

Pero, castigo o no, Garbajosa comenzó a jugar menos en la siguiente temporada y, para colmo, se le detectó una necrosis en la tibia izquierda, cercana a la zona del tobillo del que fue intervenido, por lo que tuvo que ser operado de nuevo. Todo esto supuso que, al término de la campaña 2007-2008, el español se desvinculara del conjunto canadiense. Tras los muchos rumores que le colocaban en otras franquicias, el ala-pívot regresó a Europa, pero ya muy mermado físicamente. Y es que la sensación que se ha tenido siempre es que el riesgo que el madrileño corrió para estar en el Europeo de España fue excesivo. No volvimos a ver al gran Garbajosa, aunque siempre le quedaron lecciones de baloncesto que impartir y que ofreció en el Khimki, el Real Madrid y una última etapa en su otra ‘casa’, Unicaja.

Un estandarte en la Selección

Y si ‘multiusos’, como lo apodó el mítico Andrés Montes, fue importante en todos y cada uno de sus equipos, aún lo fue más en la Selección. El mayor de la generación de oro de nuestro baloncesto, aportó casi tanto en lo deportivo como en lo personal. “Jorge es un grande. Ya se le echaba de menos en la selección y ahora se le echará de menos en el baloncesto”, ha manifestado quien compartió con él capitanía en La Roja, Juan Carlos Navarro.

Seis medallas tiene en el zurrón el bueno de ‘Garbo’ en su etapa como internacional en Juegos Olímpicos (plata en Pekín 2008), Mundiales (oro en Japón 2006) y Europeos (oro en Polonia 2009, plata en España 2007 y Suecia 2003 y bronce en Turquía 2001). Un palmarés absolutamente fabuloso, sólo al alcance de los grandes, de un jugador que ha sabido asumir un rol importantísimo entre los Gasol, Navarro y compañía.

El baloncesto pierde a uno de los estandartes de la mejor época de nuestra historia. Ahora trabajará desde los despachos, junto a su gran amigo José Luis Sáez, para continuar con la gran trayectoria de nuestro baloncesto en la última década. 

El padre de la generación de los ‘Júnior de Oro’ ha dicho adiós al baloncesto en activo. Ese 2,06 capaz de encestar de tres con la facilidad de un escolta cualquiera deja las canchas para trabajar desde un despacho de la RFEB, al menos así lo ha confirmado la propia Federación. Jorge Garbajosa se va, pero deja un gran legado y una huella imborrable para todos los amantes al deporte de la canasta.