Heynckes, el técnico condenado a celebrar los éxitos en la más absoluta soledad

Jupp Heynckes no tiene marketing, ni un equipo de propaganda tras él que maneje las situaciones y sepa vender allá donde va. Esta es la única explicación posible a que un entrenador que cuenta en su historia con una Champions, otra final más y una tercera que toca con los dedos de la mano, sepa desde el pasado mes de enero que no seguirá en el Bayern y haya tenido que convivir con el fantasma de Pep Guardiola desde el momento en el que se anunció el fichaje del catalán por el club bávaro. Parece que el alemán está condenado a no poder disfrutar de sus éxitos y a tener que buscarse la vida una vez más después de cumplir con todo tipo de expectativas, algo que seguro hará Enrique Reyes, su agente desde hace más de dos décadas.

El entrenador alemán ha seguido a lo suyo, decidió apretar los dientes y sacar el máximo partido a su equipo, tal y como demuestran la Bundesliga ya conquistada, la final de la Pokal y la cercana y factible presencia de Wembley en el horizonte. Tal y como le sucedió en el Real Madrid en 1998, le han enseñado la puerta de salida sin darle opción a defenderse o rebatir los argumentos por los cuales le habían condenado sin ser juzgado. En esta ocasión ni le han preguntado si quería seguir ejerciendo su profesión, dándole por jubilado a los 67 años de manera equivocada. Poco importa las tres Bundesligas que ya ha dado al club bávaro, más lo que puede dar en este mes que resta de competición. Le sentenciaron el pasado año cuando el Bayern perdió la final ante el Chelsea en el Allianz Arena. Su discurso estaba obsoleto decían por Münich usando una frase patentada por el Santiago Bernabéu.

La aventura blanca terminó en el Amsterdam Arena, celebrando en la más absoluta de las soledades un éxito que el Real Madrid añoraba desde hacía 32 años. Ahora, su adiós al Bayern puede tener distinto escenario, pero con igual trasfondo. Conquista de una nueva Champions y adiós. Eso sí, en esta ocasión celebrará el título con sus jugadores porque con Hoenes y Rummenigge no tiene intención alguna de hacerlo en caso de poder. Se siente traicionado tanto por ellos como por Guardiola, de ahí su reacción en cuanto le insinuaban una posible llamada a Pep para preparar el partido ante el Bayern.

La Séptima

"No había otra opción. En varias ocasiones me había confesado que no podía con el vestuario, que caminaban por sendas diferentes", reconoció Lorenzo Sanz a este periódico hace un año a la hora de hablar del adiós a un técnico con la ansiada Copa de Europa en el bolsillo. "Ser buena persona le condenó", continuó hablando el que fuera presidente del Real Madrid. "Se fue separando de nosotros, sabía que se iba a marchar", comenta Toni Grande, segundo de Del Bosque, a la hora de hablar de la situación del alemán. Lo cierto es que la plantilla desconectó por completo, miró hacia otro lado y algunos hablan de autogestión en la concentración anterior a la final de la Champions. El final no podía ser otro que el ver a Heynckes sumido en la soledad más absoluta cuando 30.000 madridistas celebraban el título conquistado ante la Juventus y él no encontraba a un amigo con el que abrazarse. Y es que da la sensación de que Heynckes no tiene derecho a celebrar los éxitos que cosecha como lo hace todo el mundo.

Saber venderse

El marketing forma parte de nuestras vidas. Lo queramos o no, se ha metido en casa, en el trabajo y condiciona muchos de nuestros actos. El saber venderse ha pasado ser prioridad en muchos aspectos de lo cotidiano. Unos con poco llegan a mucho o por lo menos transmiten esa sensación. Sin embargo, otros ni tocando el cielo son reconocidos, ni ellos ni sus méritos. Otros ya estarían vendiéndose como el próximo entrenador del Real Madrid tras lo logrado en la noche del martes ante el Barcelona. Seguro. Jupp Heynckes es el mejor ejemplo de que además de ser bueno lo tienes que parecer. ¿Cuántos entrenadores pueden presumir de haber ganado en dos ocasiones al Barcelona por cuatro goles a cero? Heynckes sí, primero con el Tenerife y ahora con el Bayern.