Nicola Karabatic, ¿de héroe a villano?

Uno se pregunta qué necesidad tiene una persona rica de obtener más dinero de forma ilícita. La cuestión podía ser trasladada en estos momentos al mejor jugador de balonmano de la actualidad, el francés Nicola Karabatic. El admirado central del Montpellier está presuntamente implicado en el espinoso caso de las apuestas ilegales. En la jornada de ayer, Karabatic y varios de sus compañeros del equipo francés fueron arrestados en París para tomarles declaración y esclarecer un asunto que ha escandalizado a la sociedad gala.

La investigación, que comenzó a la conclusión de los Juegos Olímpicos de Londres, donde precisamente Francia se colgó la medalla de oro, busca a los culpables de amañar un partido del pasado 12 de mayo. Por aquel entonces, el Montpellier, ya campeón de liga (ha ganado nueve de los últimos diez títulos), se enfrentaba al Cesson-Sevigne y en ese momento se produjo un movimiento de dinero extraño a través de la casa de apuestas francesa (organismo público) que alertó a la policía. Se sospecha de hasta ocho jugadores del equipo del norte de Francia, que al parecer habrían apostado grandes cantidades de dinero por una derrota al descanso de su equipo y que les habría reportado hasta 200.000 euros.

¿Qué podría llevar al jugador mejor pagado del mundo a realizar una cosa semejante? Es la pregunta que mucha gente se hace en el país vecino. El caso es que el prestigio, la fama y la admiración que Karabatic se ha ganado en las pistas podría perderlos de confirmarse su implicación en un asunto de este calibre. Es más, podría verse dañada hasta su cuenta corriente. Y es que, en el momento en que se dio a conocer este escándalo, el pasado martes, una casa de apuestas por internet que utilizaba la imagen del jugador para una campaña publicitaria ha decidido retirarla.

El revuelo en Francia por esta polémica es de dimensiones muy importantes, más aún cuando uno de los ídolos deportivos del país se encuentra inmerso en la misma. La policía y la justicia francesas han puesto a funcionar la maquinaria y rodarán las cabezas que sean necesarias para limpiar el deporte galo, se llame Karabatic o no.

Un problema generalizado

Pero no es éste, el del balonmano francés, el primer caso, y me temo que tampoco el último, de apuestas ilegales en el mundo del deporte de élite. Italia lo ha sufrido en sus propias carnes con el Calcio. Sin ir más lejos, el entrenador de la Juventus de Turín, Antonio Conte, ha sido sancionado con 10 meses de inhabilitación y Criscito fue expulsado de la concentración de la Azzurra en la Eurocopa por su implicación en el tema.

El fútbol alemán también fue triste protagonista en 2005 por culpa de una red de apuestas ilegales en el mundo del fútbol que implicaba hasta el propio colectivo arbitral. Tras la investigación y las pertinentes sentencias se supo que aquella red pudo haber obtenido un beneficio inicial de más de 10 millones de euros.

Las ingentes cantidades de dinero que mueven las apuestas en nuestra sociedad actual resultan un caramelo demasiado apetecible para determinadas mentes retorcidas, capaces de manipular resultados y sobornar a los propios protagonistas de las diferentes especialidades deportivas. Francia debe lavar su imagen y la de su deporte, y quizá en ello pueda caer un mito y un ídolo.