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La eterna espera de Dani Pedrosa: ¿será, por fin, 2012 su año?
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“A VER SI LA SUERTE ME ACOMPAÑA ESTA TEMPORADA CON LAS LESIONES”

La eterna espera de Dani Pedrosa: ¿será, por fin, 2012 su año?

“Joder...”. Así de expresivo fue el más menudo de los pilotos del equipo Repsol Honda. Dani Pedrosa no es el mejor amigo de la prensa. Su

Foto: La eterna espera de Dani Pedrosa: ¿será, por fin, 2012 su año?
La eterna espera de Dani Pedrosa: ¿será, por fin, 2012 su año?

“Joder...”. Así de expresivo fue el más menudo de los pilotos del equipo Repsol Honda. Dani Pedrosa no es el mejor amigo de la prensa. Su carácter reservado y su timidez le hacen alejarse de los focos y de los micrófonos en un intento de mantener a salvo su intimidad. Por eso no es de extrañar que reaccionase de tal forma cuando entró a la abarrotada sala de prensa del Palacio de los Deportes. Periodistas de diferentes nacionalidades listos para sacarle un titular. Probablemente Pedrosa lo pase peor en esa situación que dibujando la curva más peligrosa del mundial.

Sorprendió el catalán cuando afirmó que Yamaha había dado un paso adelante y más aún cuando deseó públicamente que la suerte no le abandone este año para que las lesiones, por fin, le guarden algo de respeto. Y es que en las últimas temporadas, Dani ha visto como sus opciones de aspirar al título se desvanecían por culpa de las consecuencias de alguna de sus caídas. El mundial de MotoGP lleva esperando a Dani Pedrosa varios años. El catalán dio el salto al máxima categoría en 2006 después de tres años de ensueño: en 2003 fue campeón de 125cc y los dos siguientes repitió hazaña en 250cc. Pero MotoGP son palabras mayores y a Dani le costó coger el truco de la categoría reina.

La nueva 1.000 cc

Bien es cierto que sus cualidades físicas no son las más adecuadas para manejar una máquina de semejantes dimensiones tal y como afirmaba esta pretemporada: “Pilotar la 1.000cc es más duro. He tenido que fortalecer mis hombros después de las lesiones que tuve el año pasado. He intentado tener una buena base física para poder cargar más. Se nota bastante el aumento de 153 a 157 kilos, sobre todo en las frenadas y en los cambios de dirección. Es lo menos positivo del cambio”.

Además, su físico juega en su contra cuando se cae, en los últimos cuatro años ha visto cómo las caídas le impedían participar en todas las carreras del calendario. Pedrosa ha sido capaz de plantar cara a los grandes pilotos para ganarse un hueco entre los mejores. En numerosas ocasiones ha sorprendido a todos con su pilotaje fino y aunque ha demostrado de sobras que talento tiene, la recompensa final no
llega.

El ejemplo más claro llegó el año pasado cuando, después de haberse recuperado de la primera lesión en su clavícula, llegó al mundial por la puerta grande dejando peleas para el recuerdo y sensaciones de que, por fin, era su año. El sueño duró tres carreras, ya que en Le Mans (Francia), una acción de Simoncelli acabó con Dani por los suelos y con la clavícula rota. Tres citas ausente y cuando regresó, la distancia con el resto de los pilotos era insalvable.

Cada temporada, Dani se convertía en el piloto que estaba a la sombra de alguno de sus compañeros: quitando el año de su debut en el que fue quinto, el piloto de Repsol ha sido tercero en dos ocasiones (2008 y 2009), subcampeón en 2007 y 2010 y cuarto el año pasado por culpa de su clavícula. Y es que las lesiones han convertido la trayectoria de Pedrosa en MotoGP en una eterna espera.

Durante la presentación del equipo en Madrid, a Dani le preguntaron si éste iba a ser su año. Una interrogación que se repite en cada pretemporada. El piloto sólo pudo contestar con un deseo: “Sólo espero poder hacer una buen temporada y tener suerte con las lesiones. A ver si me acompaña un poco”. Si el deseo se hace realidad puede que, por fin, 2012 sea el año en el que el mundial de MotoGP haga justicia con Dani Pedrosa.

“Joder...”. Así de expresivo fue el más menudo de los pilotos del equipo Repsol Honda. Dani Pedrosa no es el mejor amigo de la prensa. Su carácter reservado y su timidez le hacen alejarse de los focos y de los micrófonos en un intento de mantener a salvo su intimidad. Por eso no es de extrañar que reaccionase de tal forma cuando entró a la abarrotada sala de prensa del Palacio de los Deportes. Periodistas de diferentes nacionalidades listos para sacarle un titular. Probablemente Pedrosa lo pase peor en esa situación que dibujando la curva más peligrosa del mundial.

Dani Pedrosa