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La fotografía que convirtió a James Dean en una leyenda
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anton corbijn estrena 'life'

La fotografía que convirtió a James Dean en una leyenda

El director recrea en su nueva película el encuentro entre el que entonces era un no muy conocido actor y Dennis Stock. Dean se convirtió en una estrella meses antes de su trágica muerte

Foto: Imagen promocional de la película 'Life', con la imagen icónica de James Dean
Imagen promocional de la película 'Life', con la imagen icónica de James Dean

El cigarro en los labios. La cabeza hundida en su abrigo. La lluvia cayendo sin cesar. Y, sobre todo, una actitud. Esa que hacía a James Dean alguien único. Un aura de joven rebelde e incomprendido que posteriormente le convirtió en un mito. Es difícil condensar en una foto lo que significó para una generación la figura del actor, pero Dennis Stock se quedó muy cerca con su icónica imagen de Dean caminando en Times Square. Era 1955, y por aquel entonces ni siquiera era una estrella. Sólo un actor más que intentaba abrirse paso en Hollywood, con sólo una película rodada y tanto talento como poca diligencia para someterse a los estudios.

Porque a James Byron Dean le encantaba ser actor, pero odiaba todo lo que se movía a su alrededor. Las normas, las apariencias, las alfombras rojas, todo le daba igual y nada parecía hacerle feliz. Sólo en sus escapadas a su Indiana natal conseguía volver a ser él mismo. Toda esta complejidad fue lo que sacó Stock en su reportaje para la revista 'Life' que convirtió al actor en leyenda.

La relación entre ambos es el centro de la película de Anton Corbijn, que utiliza el nombre de la revista para contar cómo ese encuentro definió la vida de ambos. La del fotógrafo a nivel profesional, y la de Dean a un nivel incluso más personal. El propio Corbijn se encarga de subrayar que no quería hacer un biopic de James Dean, sino hablar sobre el vínculo “entre el fotógrafo y una persona de la vida pública”. Algo de lo que el director sabe mucho, ya que es conocido por sus fotografías en blanco y negro a todos los protagonistas de la escena musical de los 70. Por ello se interesó por un proyecto que, a priori, no parecía hecho para él.

“Me identifico con la posición del profesional que intenta por todos los medios sacar esa foto. Yo nunca he sido fotógrafo de alfombra roja, ni he sido tan coñazo, era más paciente, pero entiendo y me identifico con su nivel de desesperación y con que intentara tan duramente llegar a que se publique su obra”, cuenta a El Confidencial.

La voz de una generación

Corbijn intenta sacar el interior de James Dean, pero también mostrar sus disputas con los productores de Hollywood que ya habían visto potencial en él y querían introducirle en su maquinaria promocional. Fue esta rebeldía la que para el director hizo de Dean un mito. “En los años 50 los actores y los músicos se sentían con la obligación de presentarse como la voz de una generación en vez de integrarse en el sistema. Además murió joven y eso le convierte en algo mucho más mítico. Como contraejemplo tenemos a Marlon Brando, que como no murió joven y tuvo tiempo para hacer alguna película no tan buena, no ha cobrado la misma dimensión”, explica el realizador.

En los años 50 los actores y los músicos se sentían con la obligación de presentarse como la voz de una generación en vez de integrarse en el sistema

Anton Corbijn se muestra siempre nostálgico al hablar de una época en la que cada disparo del obturador contaba, y en el que una fotografía se podía convertir en el símbolo para toda una generación, un tiempo en el que las imágenes “contaban historias”.

“Ahora estamos inundados con tanta imagen, por lo que es muy difícil que una fotografía pueda alcanzar el mismo nivel de impacto que tenía en aquella época. La fotografía atrae más atención que nunca, está en los museos y en las academias de arte, es todo mucho más democrático, pero eso no tiene por qué ser beneficioso, porque también por el filtro pasa bastante basura”, censura Corbijn que cree que actualmente utilizamos con demasiada soltura el término 'imagen icónica': “Se banaliza, muchas revistas publican imágenes mediocres y lo califican como algo icónico. Yo creo que lo que marca que algo se convierta en un icono es el tiempo, cuando vemos que esa foto toma importancia y significado para mucha gente”.

placeholder Dane Dehaan en 'Life'
Dane Dehaan en 'Life'

Eso es lo que ocurrió con el trabajo de Stock sobre James Dean, especialmente con ese paseo bajo la lluvia en Times Square que tras la muerte del actor pasó a ser conocida como 'Bulevar de los sueños rotos', por todo lo que representaba.

El término 'imagen icónica se ha banalizado. Lo que marca que algo se convierta en un icono es el tiempo, cuando vemos que esa foto toma importancia y significado para mucha gente

Una de las decisiones más difíciles que Anton Corbijn tuvo que tomar fue qué actor que interpretaría a James Dean. Finalmente el prometedor Dane Dehaan se alzó con el jugoso personaje, mientras que Robert Pattinson da vida a Dennis Stock. Una decisión con un punto provocador, ya que era Pattinson la opción más obvia y comercial para hacer del malogrado actor. Corbijn defiende su decisión asegurando que nadie se va a parecer del todo a Dean, por lo que buscó a alguien que lo hiciera “creíble”.

'Life' obvia el tema de la bisexualidad de Dean. O no del todo. El director asegurá que ha dejado “pequeñas pistas” en la forma en la que ambos se miran, pero justifica su decisión al considerar que su orientación no era “importante” para la historia quería contar. La de cómo la unión de dos desconocidos dio lugar a una imagen que se convirtió en el símbolo de una generación y que ayudó a convertir a James Dean en el rebelde sin causa que todos siguen añorando.

El cigarro en los labios. La cabeza hundida en su abrigo. La lluvia cayendo sin cesar. Y, sobre todo, una actitud. Esa que hacía a James Dean alguien único. Un aura de joven rebelde e incomprendido que posteriormente le convirtió en un mito. Es difícil condensar en una foto lo que significó para una generación la figura del actor, pero Dennis Stock se quedó muy cerca con su icónica imagen de Dean caminando en Times Square. Era 1955, y por aquel entonces ni siquiera era una estrella. Sólo un actor más que intentaba abrirse paso en Hollywood, con sólo una película rodada y tanto talento como poca diligencia para someterse a los estudios.

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