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Elogio del fetichismo
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Elogio del fetichismo

”Como es sabido, las piernas están para andar, bailar y amar. Pero también se dirigen a quienes se sienten fascinados por ellas, en un lenguaje tan

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Elogio del fetichismo

”Como es sabido, las piernas están para andar, bailar y amar. Pero también se dirigen a quienes se sienten fascinados por ellas, en un lenguaje tan elocuente como la poesía". Así se expresaba Elmer Batters (1919-1997), un fotógrafo incomprendido. Si en los puritanos años 50 de sus comienzos su fetichismo en torno a los pies y piernas femeninos fue rechazado, a finales de los 60 y en los 70, sucedió lo propio por una tendencia cada vez más creciente a otros contenidos más sexualmente explícitos. No le llegaría el verdadero reconocimiento hasta después de su muerte, cuando se publicaron dos monografías que atrajeron el interés internacional por la calidad de sus fotografías más allá de su tono provocador.

Gracias a 81 imágenes cedidas por el famoso coleccionista y fundador de la exitosa editorial Taschen, Benedikt Taschen -otro fetichista volcadísimo en recopilar trabajos de tono muy subido y con tendencia a lo kischt, rendido especialmente a artistas como Jeff Koons-, el IVAM ha organizado la que supone la primera exposición monográfica de Batters en España. Antes sólo se había tenido oportunidad de ver algo de su trabajo en la exposición que el Reina Sofía había dedicado precisamente a esa colección de Taschen.

Comienzos en revistas de adultos

Más allá de su seductor poder, las instantáneas de Elmer Batters sorprenden por su calidad de contrastes y por la belleza de sus encuadres que sitúan las piernas en un subyugante y enigmática coreografía. Batters comenzó su carrera de fotógrafo a finales de los años cuarenta y sus fotografías a parecían en revistas para adultos, aquellas que se convirtieron en un fenómeno editorial a comienzo de los años 50, siendo herederas de las imágenes de pin-ups, tan exitosas durante la guerra.

Ya a finales de los 50, empezó a editar sus propias revistas, en las que se ocupaba prácticamente de todo, de los textos a las fotografías. Entre los títulos de estas publicaciones encontramos Man's Favorite Pastime, Sheer Delight o Nylon Doubletake. Muchas de estas ediciones se preparaban en su casa de la zona suburbial de Los Ángeles, que se terminó convirtiendo en su zona de retiro creativo. Sucedió sobre todo en su último periodo, en el que fotografió a sus modelos con un muy reconocible fondo de cortinajes verdes. A mediados de los 80 dejaría de trabajar por problemas de salud, pero sus fotografías antiguas fueron rescatadas en la revista Leg Show.

Esta exposición que le dedica el IVAM es una buena forma de resaltar sus virtudes más allá de una temática, de una obsesión que, cómo ésta, le llevó a ser minusvalorado, pero que seguro atrae a muchos curiosos, siguiendo la estela otros expositivos elogios del fetichismo, como esa muestra que hasta hace pocos días se pudo ver en la Fundación Canal de Madrid, Ocultos, dedicada al culo. El triunfo lo tiene asegurado.

”Como es sabido, las piernas están para andar, bailar y amar. Pero también se dirigen a quienes se sienten fascinados por ellas, en un lenguaje tan elocuente como la poesía". Así se expresaba Elmer Batters (1919-1997), un fotógrafo incomprendido. Si en los puritanos años 50 de sus comienzos su fetichismo en torno a los pies y piernas femeninos fue rechazado, a finales de los 60 y en los 70, sucedió lo propio por una tendencia cada vez más creciente a otros contenidos más sexualmente explícitos. No le llegaría el verdadero reconocimiento hasta después de su muerte, cuando se publicaron dos monografías que atrajeron el interés internacional por la calidad de sus fotografías más allá de su tono provocador.