La crisis de la ‘generación blog’

Primero Juan Varela y ahora Ignacio Escolar. El que hasta ayer fuera director del diario Público sólo necesitó cinco líneas en su blog para anunciar su cese en el cargo. Gracias a su bitácora política, Escolar.net, ganó el renombre que le condujo a la dirección del proyecto impreso de Mediapro. Como Periodistas 21 le sirvió a Juan Varela para seducir a Planeta y lanzar su proyecto ADN.es, cuyo cierre fue anunciado la semana pasada de forma totalmente inesperada.

El perfil es el de una generación que no supera los “treinta y tantos” y que consiguieron hacer realidad la manera en la que interpretaban el periodismo, el que según ellos reclamaban los lectores más jóvenes y que fue posible materializar gracias a los buenos tiempos que atravesaban los medios tradicionales.

Pero ahora todo ha cambiado. El huracán de crisis publicitaria se ha llevado las cabeceras antiguas que ya no funcionaban y ahora acaba con esas ideas modernas que plantearon los ex directores Varela y Escolar. Para Antonio Delgado, periodista, ‘bloguero’ y consultor de medios digitales, “todo se resume en una batalla de poder generacional”.

“Cuando las cosas iban bien, en 2007, me consta que Planeta se reunió con distintos medios y grupos digitales para invertir, unas negociaciones de las que surgieron, entre otros negocios, la adquisición de La Netro”. Hace apenas un año todos los ojos se situaban en Internet y los grandes grupos editoriales apostaron por la Generación Blog para liderar los nuevos proyectos que nacieron entonces, pero dos años después, ahora que los números no cuadran, estas iniciativas parecen ser las primeras en desestimarse.

El nuevo director de Público, Félix Monteira, fue uno de los fundadores de El País y comulga con las ideas de una generación anterior a la de Escolar. Varela, en su blog, relaciona el fichaje con la idea de encaminar al rotativo hacia una dirección más experta, mientras Delgado lo interpreta como un intento de vender más periódicos, acercando la cabecera hacia un modelo más tradicional. “Se ve perfectamente con la portada que Público le dedicó a la Reina hace unos meses. Esa primera página la entendemos los que somos de la generación de Escolar, pero no la comprenden los señores directivos de 50 años que consideran que esa no es la manera de vender información”.

Del periodismo 2.0 a “lo de siempre”

Los profesionales que desarrollaron los proyectos de Varela y Escolar eran también periodistas cercanos a sus perfiles. En el caso de ADN.es, la redacción cumplía esa media de edad de los treinta y tantos, y los que levantaron el proyecto comulgaban con esa idea del “periodismo 2.0” que, según Varela, iba a suponer una nueva frontera profesional, con una línea editorial muy lejana a la desempeñada en su homónimo impreso, dirigido por Albert Montagut. La versión impresa de ADN, que no va a cerrar, se asemeja más al modelo impuesto por los diarios que surgieron en la Transición.

Con Escolar, Manuel Rico e Ínigo Sáenz de Ugarte, plumas que también encajaban en ese perfil de periodistas reputados en la blogosfera, serán ahora los que más sientan los cambios que puedan producirse en la orientación del periódico. Por su parte, Mediapro parece haberle ofrecido la dirección de la versión digital a Escolar, un cargo que, según publica Varela en su blog, éste habría rechazado.

El único reducto de este modelo que pervive es Soitu.es, el tercero y último de estos proyectos que nacieron en 2007 y que dirige Gumersindo Lafuente, antes director de la web de El Mundo. La independencia y distancia que Soitu mantiene con las grandes editoriales, gracias fundamentalmente al soporte accionarial y financiero del BBVA, le ha permitido conservar su identidad y, de paso, ha servido de plataforma para buena parte de estos periodistas de la 'generación blog', que siguen ofreciendo su versión del periodismo al margen de las convenciones tradicionales.

No es de extrañar entonces que ninguno de los grandes grupos editoriales, como Prisa, Unedisa o Vocento, hayan intentado siquiera levantar un proyecto bajo la etiqueta del 2.0. Sólo Planeta y Mediapro lo hicieron con ADN y Público, y ahora uno está a punto de cerrar y el otro cambia de dirección para volver a un camino probablemente más conservador, un modelo castigado drásticamente por la crisis, pero por el que las directivas editoriales siguen apostando férreamente.