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El truco definitivo para hervir el huevo perfecto
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CON LA YEMA Y LA CLARA EN SU PUNTO PARA COMER

El truco definitivo para hervir el huevo perfecto

Tomar huevos cocidos en el desayuno diario es muy común en países anglosajones y cada vez más en el nuestro. Pero, ¿sabes cómo hervir el huevo perfecto?

Foto: Tras varios ensayos buscando la receta idónea, Heston Blumenthal ha encontrado su fórmula para el huevo hervido perfecto. (iStock)
Tras varios ensayos buscando la receta idónea, Heston Blumenthal ha encontrado su fórmula para el huevo hervido perfecto. (iStock)

El clásico “no sabes ni freírte un huevo” no es tan común en otros países donde, básicamente, prefieren comerlos hervidos, pasados por agua o revueltos. Comodidad o tradición, tomarlos de desayuno diario es muy común en países anglosajones y cada vez más en el nuestro (más allá de los bufetes libres de hoteles y complejos vacacionales).

Siguiendo con el refranero, “cada maestrillo tiene su librillo” y a unos les gustan más cocidos, con la yema poco hecha, prácticamente crudo… Cómo conseguir el resultado exacto ya es otra cosa. Parece todo un arte.

¿Nunca les ha ocurrido que quieren cocer un huevo para ponerlo en una ensalada y se quede crudo por dentro? Genial. ¿Conoces los tiempos exactos para que quede tal y como lo quieres? Para solucionar estas dudas y conocer la mejor manera para que salga tal y como te gusta, Heston Blumenthal plantea en The Guardian su fórmula para el huevo hervido perfecto, siempre y cuando lo queramos como a él: “Con la yema líquida caliente y con la clara blanda, justo recién hecha”.

Claro que hay que reconocer que cocinar un huevo frito y conseguir que no se te estalle la yema en la sartén, no caiga algo de cáscara dentro o nos salte aceite hirviendo a la cara, es bastante más complicado que poner un huevo en agua… ¿O no?

Blumenthal opina que “todo es cuestión del tiempo y la temperatura” a la que hervimos el huevo para que todos los elementos –clara y yema, básicamente– queden justamente cómo queremos.

En sus varios ensayos para encontrar la receta perfecta, incluso llego a cocinarlo durante 45 minutos descubriendo que la yema se queda como una pasta y la clara como un gel. Parece que al final dio con los tres pasos básicos:

Paso uno: poner el huevo en la olla

Necesitamos una olla pequeña con tapa de vidrio (¿lo hacías en sartén? Mira, igual ahí estaba el fallo) donde colocaremos el huevo “cuidadosamente” (por aquello de no romperlo) en su interior.

Ponemos agua pero sin cubrir apenas los huevos. De hecho, Blumenthal recomienda que no sobrepase ni un milímetro: “Si has puesto un centímetro más de agua puedes conseguir el mismo resultado, pero tendrás que jugar con los tiempos”. Se las sabe todas.

Paso dos: hervir el huevo

Encendemos el fuego a máximo y ponemos la tapa a la olla para llevarlo a ebullición cuanto antes. Exacto: si pones el fuego a tope hervirá antes. Truco magistral.

Paso tres: cuándo y cómo sacar el huevo

Debemos estar atentos para retirar la olla del fuego en cuanto el agua empiece a hervir. Es importante que dejemos la tapa cubriendo durante seis minutos exactos antes de terminar de hacer “el huevo perfecto”.

Por si no fuese suficiente con aprender a cocinar el huevo pasado por agua perfecto –hay que admitir que con la receta de Blumenthal quedan demasiado blanditos como para usarlos para aderezar una ensalada o comerlos sin que la yema líquida hirviendo se deslice por nuestras manos–, pelarlos es una ciencia aparte.

Pero no te preocupes, hay un truco tan sencillo como echar sal en el agua cuando pongas el huevo a hervir. De esta forma hidratamos el huevo durante la cocción y verás como cuando vayas a pelarlo se separa de la carne de la clara con mucha más facilidad.

Darle unos golpecitos para cascarlos por los extremos y empezar a pelarlos desde ahí es otro truco.

Encender el chorro de agua del grifo para ayudarte en la retirada de cáscara o deslizarlo por la encimera aplastándolo levemente para que la cáscara se rompa ligeramente (y podamos descascarillarlo sin llevarnos media clara pegada a la cáscara), son otras de las técnicas que seguramente ya conozcas.

Pero si quieres descubrir cómo hacerlo todavía más sencillo, este vídeo sobre cómo pelar un huevo cocido en menos de 10 segundos te dejará boquiabierto. Pruébalo en casa, pero cuidado con la puntería de tu soplido.

El clásico “no sabes ni freírte un huevo” no es tan común en otros países donde, básicamente, prefieren comerlos hervidos, pasados por agua o revueltos. Comodidad o tradición, tomarlos de desayuno diario es muy común en países anglosajones y cada vez más en el nuestro (más allá de los bufetes libres de hoteles y complejos vacacionales).

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