Es noticia
"No es negarme a perder, es negarme a tirar la toalla", como dijo Nadal
  1. Alma, Corazón, Vida

"No es negarme a perder, es negarme a tirar la toalla", como dijo Nadal

El crecimiento interior es esencial para poder progresar. Los errores y los fracasos son parte de ese crecimiento interior. Cuando de cualquier experiencia, sea de éxito

El crecimiento interior es esencial para poder progresar. Los errores y los fracasos son parte de ese crecimiento interior. Cuando de cualquier experiencia, sea de éxito o de fracaso, extraemos el mayor aprendizaje, entonces, también se produce crecimiento interior.

Hay experiencias en la vida que aumentan nuestra confianza, mientras que hay otras que la minan, haciéndonos sentir incapaces, inadecuados e impotentes. Cuando rechazamos esas experiencias dolorosas no podemos aprender ni descubrir nada valioso en ellas. Esta actitud, este posicionamiento frente a la experiencia traumática, es la que impide que podamos desarrollar una nueva estrategia, un nuevo abordaje cuando nos tengamos que enfrentar a una situación similar. Recordemos que nuestro cerebro va a intentar separarnos, alejarnos del dolor. Nadie dice que esto no sea lógico, sino que muchas veces nos lleva a pagar un precio excesivo.

Tenemos que enfrentarnos a un muro y no abandonar si queremos que nuestro verdadero talento afloreUno de los elementos claves que se ve en deportistas de élite es su resistencia al dolor y su capacidad para seguir dando lo mejor que hay en ellos, a pesar del desgaste y el sufrimiento que en muchos momentos están experimentando. El propio Rafa Nadal, comentaba en una entrevista:

“Lo que te hace ganar es querer ganar y querer hacer todo lo que toca hacer para ganar. Querer trabajar cuando no te apetece. Saber aguantarse en los momentos complicados pensando que van a cambiar”.

Cuando le preguntaron sobre la posibilidad del fracaso y si él era una persona que cuando participaba en una competición, se negaba a perder, comentó lo siguiente:

“No es negarme a perder, es negarme a tirar la toalla. Eso es lo que me hace feliz cuando termina todo: saber que yo he hecho todo lo que he podido, y que si he perdido, he perdido”.

Nadal es sin duda un verdadero maestro de la raqueta que ha sabido combinar una técnica consumada con una fuerza mental insólita.

La importancia de la perseverancia

Cuando las experiencias que tenemos las convertimos en crecimiento interior, se nos abre el acceso a nuevas oportunidades, porque también descubrimos nuevas posibilidades. Tenemos que enfrentarnos a un muro y no abandonar si queremos que nuestro verdadero talento aflore. Nuestra mente se parece mucho a una goma elástica. Cuando nos enfrentamos a una dificultad, y queremos resolverla, esa goma elástica se estira. Dicho estiramiento lo percibimos como incómodo y desagradable. Dada nuestra tendencia a evitar el dolor, la mente intenta forzar una salida, un abandono. Sin embargo, si nos mantenemos firmes, si nos negamos a abandonar, si decidimos no tirar la toalla, la mente tiene que hacer algo para evitar que ese dolor se perpetúe.

El mayor o menor avance que experimentemos en la vida va a tener una relación directa con el alcance de nuestra contribuciónPara ello, no tiene más remedio, que buscar una solución. Esa solución se encuentra cuando se abren dos ventanas, la de la inteligencia y la de la creatividad. Tal vez por eso, el mayor inventor de toda la historia, Thomas Alva Edison, decía que el genio es uno por ciento inspiración y noventa y nueve por ciento perseverancia, dedicación, esfuerzo. Es el aguantar, el aferrarse a un compromiso, lo que obliga a la mente a romper sus aparentes limitaciones y a ofrecernos nuevas alternativas que previamente estaban veladas para nosotros. Además, cuanto más crezcamos interiormente, más podremos contribuir creando valor para los demás. Nadie da de lo que no tiene y por eso, si queremos mejorar nuestra contribución, tendremos que mejorar como personas.

El mayor o menor avance que experimentemos en la vida va a tener una relación directa con el alcance de nuestra contribución. De hecho, podemos decir que si nos enfocáramos más en la contribución, de manera automática y a veces por caminos sorprendentes, nos llegaría sin duda la compensación.

El crecimiento interior es esencial para poder progresar. Los errores y los fracasos son parte de ese crecimiento interior. Cuando de cualquier experiencia, sea de éxito o de fracaso, extraemos el mayor aprendizaje, entonces, también se produce crecimiento interior.