¿Quieres que te paguen más? Pues hay cinco cosas que no debes hacer

A día de hoy, muy pocas personas se atreven a negociar su salario de entrada en una empresa. Estando como está el mercado laboral parece que debemos conformarnos con encontrar un trabajo, aceptando sin rechistar la primera oferta salarial que se nos ofrezca. Los empleadores lo saben, y por eso ofrecen remuneraciones cada vez más bajas, pero aunque no lo creas, sigue existiendo cierto margen de negociación.

Según un estudio de The Creative Group, una empresa estadounidense de recursos humanos especializada en el sector del diseño y el marketing, muchas de las personas que aceptan sin negociar la propuesta salarial de sus empleadores están perdiendo dinero. El estudio, elaborado tras entrevistar a 500 ejecutivos, desvela que el 60% de los empleadores están dispuestos a negociar el salario de las personas a las que contratan.

“Los candidatos a un puesto de trabajo suelen tener mayor poder del que piensan a la hora de negociar su salario inicial”, asegura Donna Farrugia, directora ejecutiva de The Creative Group. “Las personas que dirigen el proceso de selección de un candidato realmente bueno están dispuestas a contratar a esa persona aunque tengan que endulzar el trato”.

Los cinco errores más comunes

A la hora de negociar un salario no es tan importante lo que debes hacer, al margen de intentar conseguir más dinero, que lo que no debes hacer. Las negociaciones salariales son delicadas, y se pueden encallar en cualquier momento. Según el informe de The Creative Group hay cinco errores comunes en las negociaciones salariales que debes evitar a toda costa:

1. No conocer el mercado

Los candidatos a un puesto de trabajo deben saber a la perfección cuál es el sueldo medio de entrada para el perfil demandado en las empresas del sector. Los portales de empleo publican informes sobre el tema, pero es conveniente preguntar a los compañeros de profesión “cómo está la cosa”. Saber cuánto es poco y cuánto es demasiado te permitirá conducir la conversación por terrenos realistas.

2. Mentir

Tratar de engañar al entrevistador es uno de los errores más comunes de los candidatos. Del mismo modo que es contraproducente mentir en el currículum, también lo es mentir sobre nuestro puesto o salario actuales, con la intención de conseguir un mejor acuerdo. Este tipo de mentiras son fácilmente comprobables. Es mejor no jugársela y ser honesto en todo momento.

3. Pedir en lugar de ofrecer

Los empresarios van a pagar más a aquellas personas que puedan hacer que ellos ganen más. Es la máxima de toda contratación y es algo que tenemos que tener claro. Si basamos nuestra negociación salarial en cosas como “necesito un salario mayor para pagar mi alquiler, que es elevado” o “tengo tres hijos y lo que me ofrecéis se queda corto”, no conseguiremos nada. Para conseguir que nos paguen más tenemos que convencer al entrevistador de que vamos a ser beneficiosos para la empresa, porque somos la mejor persona que pueden encontrar.

4. Centrarse sólo en el dinero

El salario puede ser sólo una parte de nuestra remuneración. A la hora de valorar una oferta de trabajo tenemos que tener en cuenta otras muchas variables: los bonus o planes de incentivos, los pagos en especie, el horario o los días de vacaciones. Si la empresa es generosa en este tipo de retribuciones alternativas quizás nos compense aceptar el trabajo aunque el salario de entrada no sea demasiado atractivo. Y este tipo de cosas pueden formar también parte de la negociación.

5. Lanzar un ultimátum

Establecer una cifra mínima al comienzo del proceso de negociación no es una buena idea. Resulta amenazante y puede hacer que consigas menos dinero del que podrían llegar a ofrecerte (eso si no les sienta tan mal que prefieren desechar tu candidatura). Busca puntos de acuerdo y trata de ser lo menos agresivo posible. Un ultimátum sólo debe utilizarse al final de la negociación, y si esta ha llegado a un punto muerto del que es imposible salir si no es usando este recurso.