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La cara es el espejo del alma: estrategias a seguir para no envejecer (por fuera)
  1. Alma, Corazón, Vida
NO ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE ESTÉTICA

La cara es el espejo del alma: estrategias a seguir para no envejecer (por fuera)

Así cómo la cara es el espejo del alma, la piel lo es de nuestra edad. No es de extrañar, dado que es el mayor órgano

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La cara es el espejo del alma: estrategias a seguir para no envejecer (por fuera)

Así cómo la cara es el espejo del alma, la piel lo es de nuestra edad. No es de extrañar, dado que es el mayor órgano del cuerpo humano y, junto a los ojos, el único que se ve a simple vista. Cuidar nuestra piel es tanto una cuestión de estética, sino de salud. La piel puede sufrir múltiples enfermedades, que pueden prevenirse si la cuidamos adecuadamente. Y esto no es sólo una cosa de mujeres. Es cierto que los hombres tienen una piel más gruesa y más grasa que ellas –debido a la mayor cantidad de andrógenos que produce el varón–, pero también envejece si no se trata como es debido, algo que a los hombres, en general, les trae sin cuidado. Hay ciertas prácticas que todos deberíamos seguir si queremos tener una piel sana.

1. Usa siempre crema solar

El sol es el principal factor de envejecimiento de la piel.  En cualquier momento, y cualquier época del año, en que nuestra piel vaya a someterse a una exposición prolongada al sol debemos protegernos con crema solar. En invierno sufrimos numerosas quemaduras porque, al no notar el calor, no caemos en la cuenta de que los rayos del sol nos afectan de la misma manera. Los montañeros y los esquiadores saben bien todo esto, pero el sol también puede atacarnos si estamos en la ciudad.

El protector solar, además, debe utilizarse de la manera adecuada. Tal como aseguró en verano la dermatóloga María Segurado, en declaraciones a Efe, las cremas protectoras no se aplican correctamente, ya que se suelen echar cuando se llega al sitio donde nos va a golpear el sol, o cuando empezamos a notar que la piel se está quemando y tiene tiranteces. Según esta especialista, la protección solar hay que aplicarla “antes de salir de casa” y debe usarse suficiente cantidad para que la crema cubra en su totalidad las zonas de la piel que van a estar expuestas al sol.

2. No te olvides de tus manos y del cuello

A la hora de cuidar la piel mucha gente usa todo tipo de cremas para la cara, pero se olvida de otras partes del cuerpo que están igual de expuestas. En concreto, las manos y el cuello son zonas que suelen recibir gran cantidad de radiación solar y que solemos olvidar a la hora de echarnos crema. Estas zonas de la piel pueden envejecer muy rápido si no se toman medidas, mostrando puntos negros, sequedad y flacidez. Antes de que esto ocurra acuérdate de ellas, y utiliza crema hidratante. Ni siquiera es necesario usar productos específicos, la misma crema que utilizas para la cara vale para cuello y manos.

3. No seas impaciente con los productos cosméticos

La enorme cantidad de productos cosméticos que están a la venta hace que pasemos de uno a otro sin esperar siquiera a comprobar cuál nos funciona (algo que, además, es estupendo para la industria). Al comenzar a usar una crema antienvejecimiento debemos recordar que no existen los bálsamos mágicos. En un par de semana es imposible notar el efecto de uno de estos tratamientos, por mucho que así lo anuncien en la televisión. Es conveniente continuar usando la crema elegida al menos durante seis semanas, tiempo necesario para que la piel realice un ciclo completo (cuando las células nuevas llegan al borde de ésta).

4. Elige bien el tratamiento para el acné

Aunque es un problema que se asocia siempre a los adolescentes el acné también aparece en las mujeres mayores de 40 años, debido a los cambios hormonales. En ambos casos, la selección de un tratamiento adecuado para éste puede ahorrarnos muchos disgustos.

Los exfoliantes para tratar el acné suelen ser productos muy agresivos con la piel, en su mayoría compuestos por ácidos, que irritan ésta y cuyos efectos en pieles sensibles pueden ser considerables. Las pieles secas no deben someterse a estos tratamientos más de una vez por semana y, en cualquier caso, sobre todo si se tiene acné con 40 años y la piel está más deteriorada, es mejor buscar una alternativa. Es recomendable usar limpiadores faciales y crema hidratante a diario, que evita que aparezcan nuevos granos. SI el problema es serio, no dudes en pedir cita con un dermatólogo antes de aferrarte a todo tipo de productos que pueden acabar destrozando la piel.

5. Nunca duermas sin lavarte la cara

Aunque es una costumbre nada arraigada, lavarse bien la cara antes de acostarse es más importante que hacerlo por la mañana. Y es absolutamente obligatorio si hemos usado maquillaje. Durante el día las toxinas ambientales (muy abundantes, sobre todo, en las grandes ciudades) se acumulan en la piel y penetran en sus poros. Si nos olvidamos de eliminar éstas antes de acostarnos, a la larga tendremos problemas de cutis. Podemos usar un limpiador facial antes de acostarnos, aunque lavarse con un buen jabón suele ser suficiente.

6. No uses demasiados ungüentos al mismo tiempo

A medida que ha ido avanzando la industria cosmética, y sus poderosos equipos de marketing, la variedad de cremas ha aumentado de forma preocupante. A las cremas hidratantes de toda la vida se han unido los tratamientos antienvejecimiento, los limpiadores, los tónicos, las cremas de noche, y combinaciones de todo lo anterior en nuevos, y escandalosamente caros, cosméticos.

Un consejo para los amantes de las cremas: mejor no usar todas a la vez, aunque prometan resultados distintos. Si usas muchos productos cosméticos al mismo tiempo es imposible saber cuál está funcionando y cuál no. Además, si se presentan complicaciones, como una alergia, será imposible saber que crema o tónico la está causando. Mejor ir poco a poco, hasta que encuentres la combinación que mejor te funciona.

7. Duerme lo que necesitas y combate el estrés.

Un sueño adecuado, y reparador, es la clave para tratar muchas dolencias y trastornos que por error asociamos a otros asuntos. La piel también necesita descansar, y aprovecha la noche para hacerlo. Durante el día tiene que aguantar el sol, la contaminación, y la tensión de nuestro devenir cotidiano, y es en la cama donde se repara.

El estrés es otro importante enemigo de la piel pues hace que se eleve la segregación de cortisol, una hormona que puede provocar la aparición de acné. Y no hay mejor tratamiento contra este que un buen descanso.   

Así cómo la cara es el espejo del alma, la piel lo es de nuestra edad. No es de extrañar, dado que es el mayor órgano del cuerpo humano y, junto a los ojos, el único que se ve a simple vista. Cuidar nuestra piel es tanto una cuestión de estética, sino de salud. La piel puede sufrir múltiples enfermedades, que pueden prevenirse si la cuidamos adecuadamente. Y esto no es sólo una cosa de mujeres. Es cierto que los hombres tienen una piel más gruesa y más grasa que ellas –debido a la mayor cantidad de andrógenos que produce el varón–, pero también envejece si no se trata como es debido, algo que a los hombres, en general, les trae sin cuidado. Hay ciertas prácticas que todos deberíamos seguir si queremos tener una piel sana.