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Varón, de 55 años y con experiencia en inversiones: la víctima típica de la estafa
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CUANTO MAYORES SOMOS, MÁS FÁCIL SE NOS ENGAÑA

Varón, de 55 años y con experiencia en inversiones: la víctima típica de la estafa

Las personas de mayor edad han sido tradicionalmente las víctimas preferidas de timadores y embaucadores. La tercera edad es el grupo poblacional más numeroso entre los

Foto: Varón, de 55 años y con experiencia en inversiones: la víctima típica de la estafa
Varón, de 55 años y con experiencia en inversiones: la víctima típica de la estafa

Las personas de mayor edad han sido tradicionalmente las víctimas preferidas de timadores y embaucadores. La tercera edad es el grupo poblacional más numeroso entre los españoles que tienen sus ahorros atrapados en entidades financieras tras haber contratado productos complejos de los que desconocían sus condiciones. Los afectados de los casos Afinsa y Filesa contaban mayoritariamente con un perfil similar. Un informe reciente cifra en tres millones de dólares el dinero perdido por estadounidenses mayores de 60 años en productos financieros complejos (un 12% más con respecto a 2008). ¿Pero por qué siempre son ellos los peor parados en este tipo de estafas?

Esta misma pregunta se la ha hecho un grupo de investigadores de la Universidad de UCLA, quienes encontraron una explicación biológica a esta cuestión. La conclusión a la que llegaron tras realizar el estudio, publicado por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, es que la corteza cerebral insular influye en la capacidad humana para discernir las actitudes, acciones o personas deshonestas y poco fiables. Una función cerebral que, dicen, comienza a disminuir a partir de los 50 años, haciéndonos más vulnerables a mayor edad.

El exceso de confianza es el pecado que parecen cometer las víctimas de este tipo de fraudes, y es que “tienen una sensibilidad menor que la gente joven a la hora de identificar las señales relacionadas con los posibles engaños”, explica la psicóloga Shelley Taylor, autora principal de la investigación.

El cerebro construye su imagen del mundo en base a la confianza

Estos resultados están ratificados por otro estudio llevado a cabo por investigadores del Lovelace Brain Mapping Center perteneciente a la misma universidad. Mediante escáneres cerebrales (tipo fMRI) se comprobó cómo los participantes más jóvenes presentaban niveles altos de actividad cerebral en la región insular cuando se les mostraban imágenes negativas y rostros prototípicos de ladrones, mientras que cuanto mayor edad tenía el participante menos actividad se producía en dicha región del cerebro.El cerebro nos envía señales de alerta para que extrememos las precauciones

El cerebro pierde con la edad esta capacidad de reacción, que permite clasificar las acciones y personas que no nos ofrecen la suficiente confianza. Una especie de señal de alerta subjetiva, mediante la que el cerebro “nos dice que extrememos las precauciones”, matiza Taylor. “Es como si te dijese que tengas cuidado a la hora de elaborar un juicio de valor. Esto significa que el cerebro es capaz de ofrecernos pistas sobre el mundo que nos rodea en base a la sensación de confianza”, añade la investigadora.

Cómo evitar convertirse en una víctima más

Este descubrimiento no implica que la gente joven tenga más capacidades para manejar las finanzas o juzgar si una inversión es buena o mala, sino que simplemente identifican mejor los potenciales fraudes mediante señales visuales que procesa el cerebro. Pero sí es cierto que la víctima prototípica de un fraude financiero es un varón de unos 55 años y con experiencia previa en inversiones.Cuanta más edad, menos actividad tiene esta zona del cerebro

El estudio dirigido por la psicóloga Shelley Taylor tiene un factor personal. Como ella misma reconoce, varios de sus familiares cercanos fueron víctimas de fraude. Desde su padre, que le prestó 6.000 euros a un inversionista que le ocultó las condiciones del producto, hasta su tía, que compró por internet unos pendientes de diamantes que resultaron ser falsos.

Quizá por ello, la psicóloga se ha esforzado en ofrecer consejos para evitar caer en estos engaños. “Mi principal consejo es que eviten a los inversionistas que les ofrecen una jugosa rentabilidad, así como a los comerciales que les invitan a desayunos gratuitos para mostrarles ciertos productos, supuestamente sin compromiso. Cuando el cerebro no nos está ayudando a reconocer a las personas deshonestas lo mejor es no tener que someterse a este tipo de juicios”, concluye la psicóloga.

Las personas de mayor edad han sido tradicionalmente las víctimas preferidas de timadores y embaucadores. La tercera edad es el grupo poblacional más numeroso entre los españoles que tienen sus ahorros atrapados en entidades financieras tras haber contratado productos complejos de los que desconocían sus condiciones. Los afectados de los casos Afinsa y Filesa contaban mayoritariamente con un perfil similar. Un informe reciente cifra en tres millones de dólares el dinero perdido por estadounidenses mayores de 60 años en productos financieros complejos (un 12% más con respecto a 2008). ¿Pero por qué siempre son ellos los peor parados en este tipo de estafas?