Cómo gastarse 65.000 dólares en conocer una chica (sin éxito)

Estos son los requisitos: que sea guapa, delgada, elegante, judía, con sentido del humor y de Nueva York, pero no “alpha”. ¿Difícil de encontrar? Eso dicen las agencias matrimoniales en las que el magnate estadounidense Larry Greenfield, de 47 años, lleva gastados más de 65.000 dólares. Este empresario retirado reconoce que su único trabajo a día de hoy es conocer una chica, pero acusa a las agencias matrimoniales de ser incapaces de hacer bien su trabajo. Estaba tan harto, de hecho, que ha llamado al periódico local New York Post para contar su historia.

Después de probar con seis agencias diferentes durante 12 años, y reunirse con unas 250 chicas sin encontrar ninguna que le convenciera, el magnate está haciendo campaña contra los servicios de citas que, asegura, son un timo. Las agencias más prestigiosas de Manhattan tienen tarifas que llegan a las 10.000 dólares al año. Greenfield las ha probado todas y asegura que, simplemente, no ofrecen el servicio que prometen: “Te dicen lo maravilloso que eres, cualquier cosa que quieras oír”. Pero al final, todas han fracasado.

El magnate reconoce que no es fácil encontrar pareja, pero insiste en que, básicamente, él puede pagarlo: “Nueva York es un mercado difícil para un hombre como yo. Por eso pensé en hacer carrera, y luego buscar la chica. Lo daría todo por tener una verja blanca, dos hijos y un perro. He estado ganando 50.000 dólares al año hasta mi retiro. Y puedo ofrecérselo todo a una chica. No soy una mala persona, y no he estado nunca en prisión. Todo esto es muy frustrante”.

Hay cosas que el dinero no puede pagar

Las agencias se han defendido y aseguran que el tipo de mujer que busca Greenfield, simplemente, está fuera de su alcance. Uno de los agentes que trabajaron con el magnate ha explicado al NYP que siempre rechazaba a las chicas por cualquier detalle menor: “Era demasiado exigente. Le di exactamente lo que quería varias veces”.

El magnate debería aspirar a casarse con una profesora del extrarradio o una secretaria, no con una ejecutivaOtros agentes directamente han rechazado trabajar con Greenfield, pues consideran que es imposible ajustarse a sus requerimentos. Es el caso de Janis Spindel, que asegura que el magnate debería aspirar a casarse con una profesora del extrarradio o una secretaria, no con una ejecutiva que dirija un hedge fund. En su opinión, “es un patán”, y no quiere su dinero.

Según cuenta ABC News, en 2009 Greenfield llegó a probar otra técnica. Ofreció a la agente matrimonial Maureen Tara Nelson 20.000 euros si lograba presentarle a la chica con la que contraería matrimonio. “Lo estuve intentando de esa manera durante seis meses”, cuenta Nelson. “Realmente quería ayudarlo, pero era demasiado exigente. Finalmente le dije que no podía hacerlo”. 

Greenfield sin embargo no se ha desanimado. Él sigue con su búsqueda aunque, quizás, se vea obligado a bajar el listón.