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Por qué estamos tan asustados con el rescate
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HAY DEMASIADA ALARMA PSICOLÓGICA

Por qué estamos tan asustados con el rescate

En la situación actual, es normal que nos sintamos cada vez menos confiados, más decaídos y que percibamos un miedo al que no sabemos darle una

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Por qué estamos tan asustados con el rescate

En la situación actual, es normal que nos sintamos cada vez menos confiados, más decaídos y que percibamos un miedo al que no sabemos darle una forma determinada. ¿Por qué se produce esto? Hay una variable psicológica muy importante, según la cual todo aquello sobre lo que no tenemos control directo nos produce incertidumbre. Estamos escuchando todo el día malas noticias que parecen estar muy lejos, pero cuyas consecuencias las vemos de cerca y ante las que parece que nada podemos hacer. Empezamos a pensar qué va a pasar, construimos muchos escenarios mentales sobre el futuro y al final todo lo que conseguimos es estar más angustiados. Además, el desconocimiento ante  asuntos técnicos que no comprendemos añade un matiz de inseguridad. De pronto, términos de los que antes no teníamos ninguna noción, como es el caso de la prima de riesgo, ahora están todo el día presentes asociados a situaciones muy negativas.

Inseguridad y decepción

En ese contexto, lo único que parece que podemos hacer es meter nuestro voto en una urna. Pero pronto vemos que, con independencia de quién gobierne, todo sigue más o menos igual. En 2010 pensábamos que todo era pasajero, que no se trataba más que de una mala racha, pero llegamos al 2011 y sigue pasando lo mismo, y el 2012 igual.  Al final, nos vemos en estado de indefensión, pasivos y sufriendo, decepcionados y frustrados porque todo cambia a peor. 

Y todavía hay un problema más, que parece contribuir a que se produzca la tormenta psicológica perfecta, como es que es los expertos, aquellos destinados a resolver el problema, no parecen dar con la tecla. Si tienes una enfermedad y vas al médico, y éste no te dice qué hacer o el tratamiento que te receta no surge efecto, empiezas a dudar de las que manos en la que estás, con lo que la angustia se multiplica. Y esto es lo que está ocurriendo a nivel general. Ya no nos fiamos de nadie, porque nos piden confianza, pero sólo vemos que la vida va a peor.

Se supone que los gestores saben tomar decisiones, pero luego los bancos quiebran y  el dinero desaparece, por lo que la mayoría de la gente vive con la sensación de que aquí todo vale. Y eso es muy negativo porque no es cierto, no todos los políticos son ladrones y no todos los economistas son nefastos, pero al escuchar las noticias, tenemos la peor de las impresiones.

Hay que volcarse en lo que controlamos

En ese contexto, sentimos que no podemos hacer gran cosa, que el futuro se escapa de nuestras manos. Sin embargo, la situación no es tan desesperada. A nuestro favor tenemos que una persona va a ser mucho más estable emocionalmente si tiene un objetivo en las áreas más importantes de su vida: con su familia, en el trabajo, con los amigos y con el tiempo de ocio. Ahí tenemos más capacidad de control. Si no te centras en lo que puedes hacer vivirás en la incertidumbre, con un malestar y preocupación recurrentes que cada vez irán a más. Bastante tenemos con controlar nuestras cosas como para intentar procurar que las grandes cosas cambien. Cada uno puede protestar, pero está bien centrarse en lo que se puede manejar. Ahí siempre tenemos relativo control y en eso tenemos que volcarnos.

Por último, está bien que una persona esté informada a través de los medios pero si las noticias que recibe son muy alarmistas o si es bombardeado con hechos negativos continuamente, se acostumbra y termina tirando la toalla y pensando que pase lo que pase no va a poder hacer nada. Esa desmotivación está presente en muchas áreas de nuestra sociedad, también en la participación política, y no es buena. Porque quizá no podamos tener influencia directa en las cosas que pasan, pero sí podemos ilusionarnos con lo que podemos hacer en nuestro trabajo y con nuestra familia, en ese entorno cercano donde sí podemos tomar decisiones. No podemos resolver lo de Bankia pero sí ilusionarnos sobre nuestra vida.

*Vicente Prieto es psicólogo. Vocal de Clínica y Salud de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid

En la situación actual, es normal que nos sintamos cada vez menos confiados, más decaídos y que percibamos un miedo al que no sabemos darle una forma determinada. ¿Por qué se produce esto? Hay una variable psicológica muy importante, según la cual todo aquello sobre lo que no tenemos control directo nos produce incertidumbre. Estamos escuchando todo el día malas noticias que parecen estar muy lejos, pero cuyas consecuencias las vemos de cerca y ante las que parece que nada podemos hacer. Empezamos a pensar qué va a pasar, construimos muchos escenarios mentales sobre el futuro y al final todo lo que conseguimos es estar más angustiados. Además, el desconocimiento ante  asuntos técnicos que no comprendemos añade un matiz de inseguridad. De pronto, términos de los que antes no teníamos ninguna noción, como es el caso de la prima de riesgo, ahora están todo el día presentes asociados a situaciones muy negativas.