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Los niños leen más que sus padres y alcanzan la media europea
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“LA LITERATURA INFANTIL EN ESPAÑA HA VIVIDO UN BOOM EN ESTOS AÑOS”

Los niños leen más que sus padres y alcanzan la media europea

Érase una vez un país donde el sector de la literatura infantil era de los pocos que escapaba a la crisis económica, y donde los niños

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Los niños leen más que sus padres y alcanzan la media europea

Érase una vez un país donde el sector de la literatura infantil era de los pocos que escapaba a la crisis económica, y donde los niños eran grandes lectores y superaban a sus padres en el consumo de libros. Aunque estas palabras podrían sonar a un cuento imaginado por muchos hace años, todo es real.

Los datos de la Federación de Gremios de Editores de España indican que el 15,5 por ciento de los libros editados en España en 2010 –todavía no hay datos definitivos de 2011-corresponden a literatura infantil y juvenil, en total suponen más de 53.000 ejemplares. Sobre la facturación, el 12,1 por ciento de las ventas en nuestro país se deben a este tipo de obras y es la única materia que no desciende respecto al año anterior y que incrementa sus datos.

Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), explica a El Confidencial que “en los últimos años en España se ha vivido un boom”. Ávila no sólo se refiere a los buenos datos internos, sino también “al éxito que está teniendo en los mercados exteriores”. Marta Bueno, directora editorial del área infantil de Planeta, puntualiza en este diario que “en 2011 la facturación del sector ha decrecido un 6 por ciento con respecto al año anterior”.

Comenta Ávila que “se ha incrementado la venta de los derechos de algunas publicaciones” y hace referencia a países como China o Japón como grandes consumidores de la literatura infantil y juvenil española. El sector cuenta con mucho prestigio internacional y eso se nota a la hora de analizar las cifras. Una de las causas, según dice Ávila, es “que muchas editoriales han recibido premios internacionales”.

“En 2010 se editaron más de 12.000 títulos. Esto supone un incremento del 1,9 por ciento respecto a 2009, y esa es la tendencia de estos últimos años”, asegura Antonio María Ávila. El director ejecutivo de la FGEE alude a que “hay mucha competencia en el sector”, lo que hace que la situación sea buena y vaya mejorando. Además, se refiere a “pequeñas editoriales muy creativas” que están haciendo muy buen trabajo. Las buenas cifras del sector han permitido, que “haya más autores que escriben” y que “se haya formado un grupo de ilustradores muy buenos, algo que es determinante en la literatura infantil”. Bueno asegura que “a la hora de contar una historia para niños pequeños la ilustración siempre ha sido un elemento fundamental. La necesidad de ilustrar disminuye a medida que el lector crece, pero es muy importante elegir para cada tipo de texto el dibujo que mejor encaja”.

Entre los éxitos infantiles, Ávila destaca los más de cinco millones de ejemplares vendidos del clásico Fray Perico y su borrico (Grupo SM) de Juan Muñoz y del que se han escrito nuevas aventuras o la trilogía de Laura Gallego, “que ha arrasado entre las chicas adolescentes”.

La literatura infantil no deja de crecer

Hay que fomentar la lectura de todas las formas posibles

Los hábitos de lectura de los más pequeños son bastante buenos. “Los niños son los más lectores del país por las lecturas obligatorias del colegio y porque luego se aficionan a los libros”, afirma el director ejecutivo de la FGEE. De toda la literatura, “el sector infantil es el que más ha crecido”, algo que éste considera “razonable porque si no, no se explicarían las cifras de comercialización”. En concreto, “hasta los 16 años más del 80 por ciento de los pequeños son lectores habituales”.

Esos datos equiparan a los menores con la media europea, sin embargo, las cifras son muy desiguales por territorios. Mientras Madrid o Barcelona alcanzan al resto del  continente con más de un 70 por ciento de lectores habituales, comunidades como Extremadura, Galicia o Andalucía disminuyen la media española con datos entorno al 57 por ciento.

La directora editorial del área infantil de Planeta comenta que “en España el nivel lector está aumentando año tras año, y en esto tiene mucho que ver la excelente labor que se hace desde las escuelas, así como la toma de conciencia de las familias y en general de la sociedad acerca del valor de fomentar la afición por la lectura desde la primera infancia”.

Rocío Ramos-Paúl, psicóloga y educadora de menores, señala a El Confidencial que los libros son uno de los elementos principales que debemos regalar al niño para que vaya adquiriendo ese hábito. “Hay que fomentar la lectura de todas las formas posibles”, comenta. También dice que “para usar las nuevas tecnologías es necesario leer”, lo que supone una buena oportunidad para el crío.

Lo bueno es que, según Ramos-Paúl, si a un niño de seis años le quitas la televisión y le das un cuento, “son más felices porque les gusta mucho más, sobre todo si lo hacen con sus padres. La cuestión se centra aquí en que los hijos imitan lo que hacen sus progenitores y si queremos que lean, debemos cundir con el ejemplo para que, a partir de los ocho años, cuando ya no les gusta tanto estar con los padres, mantengan esa costumbre.

Las claves de los éxitos infantiles y juveniles

Los temas que más triunfan dependen del tramo de edad. La propia FGEE junto a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez han creado un recomendador de libros hasta los 18 años. Sólo es necesario incluir la edad y los gustos, y se propondrán títulos recomendados por los expertos.  “El servicio de orientación a la lectura dice qué se debe leer a partir de las recomendaciones unánimes de académicos sobre obras fundamentales”, señala Ávila.

Las colecciones y sagas funcionan bastante bien

En este aspecto, parece que la importancia del cómic, que era el instrumento de lectura principal de nuestros padres, ha ido decayendo. El cómic es muy recurrente, pero tiene grandes altibajos”, alude Antonio María Ávila. Lo achaca a que “oscila según los gustos”. “Están bajando los dedicados al manga y están volviendo los clásicos como El Jabato (Planeta DeAgostini) o Roberto Alcázar y Pedrín (Planeta DeAgostini). Ahora que ha salido la película de Tintín se incrementan las ventas de este título, que nunca ha dejado de venderse”, explica. Según los datos facilitados por la FGEE, la facturación del cómic se incrementó el año pasado respecto a 2009 en un 7,5 por ciento.

Marta Bueno considera que lo importante para que un libro infantil o juvenil se convierta en éxito es “que le guste al lector, que sea adecuado a su edad y a sus intereses, y que el niño pueda identificarse y empatizar con los protagonistas de la historia”.

Rocío Valverde, de la librería Jarcha y miembro del club Kiriko, ha explicado a este diario que “la calidad es fundamental, sobre todo en pequeños negocios donde el librero tiene mucho que decir”. Pone como ejemplo que “un buen libro para la edad del niño con buenas ilustraciones y letra legible” es lo que se busca y será un éxito seguro. El tema de la legibilidad es muy importante porque si no “el niño tendrá dificultades” y no conseguiremos que disfrute con la lectura.

Otra clave sería el uso de “ganchos de venta” como una cubierta llamativa. “Las colecciones y sagas también funcionan bastante bien”, dice Rocío. Señala que sagas como Crepúsculo (Ed. Alfaguara), “que tienen una calidad discutible, enganchan muchísimo a los lectores”.

Por otra parte, Valverde comentan que en la librería Jarcha “no son muy partidarios de libros que educan en valores, ya que una buena obra ya te está enseñando estas cosas sin que te tengan que decir de qué está hablando”.

Por edades y sexos, en la literatura juvenil “lo que más encandila son las novelas románticas con matices de ciencia ficción y fantasía, sobre todo para las chicas, y de aventuras y ciencia ficción para los chicos”, comenta Rocío. A partir de los nueve años, se suelen pedir colecciones que se salgan de las recomendadas por la escuela y entre seis y diez años, “lo que piden los propios niños”. “Hasta seis años –explica Rocío- vendes lo que quieres vender. Los clientes confían mucho en el librero y piden recomendaciones”. Un aspecto importante en la literatura infantil es que enganche, ya que así se consigue que los niños se aficionen a leer.

Algo que se está poniendo otra vez de moda son los cuentos. “Se están extendiendo a otras franjas de edad, pero el problema es que los padres tienen prejuicios porque huyen de los títulos con muchas ilustraciones”, dice la miembro del club Kiriko. Asegura que “no por tener más dibujos es una obra infantil”. “En Jarcha siempre hemos apostado por el álbum ilustrado y poco a poco se está extendiendo a los adultos y se están rompiendo esos prejuicios”, alude. 

Érase una vez un país donde el sector de la literatura infantil era de los pocos que escapaba a la crisis económica, y donde los niños eran grandes lectores y superaban a sus padres en el consumo de libros. Aunque estas palabras podrían sonar a un cuento imaginado por muchos hace años, todo es real.