Margarita, cada vez más amenazante sobre Pelayo, podría correr peligro en 'La Promesa'

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El personaje de Catalina ha vivido una verdadera montaña rusa de emociones durante los últimos capítulos emitidos de La Promesa. Pero lejos de hacerse un lío, la administradora del palacio de la serie de La 1 de Televisión Española, cuyo nuevo episodio se ha emitido este miércoles a las 17:30 horas, tiene bien claro lo que quiere y lo que no.

Si algo le ha dado más rabia a la hija de Alonso que una pedida de mano sorpresa en frente de todos los habitantes de La Promesa, es el hecho de que Pelayo no haya tenido en cuenta los deseos de la chica, una vez más. Así se lo hizo saber al conde de Añil en el anterior capítulo de la ficción de época, cuando le dijo que no deseaba casarse con él. Al menos, no así, y no en aquel momento.

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En el episodio de hoy, Catalina ha hablado con su padre para intentar convencerle de lo injusto de la decisión de Cruz de despedir a María Fernández, y le ha pedido que le oculte a su esposa el traspié cometido por Candela la noche anterior.

Manuel, en defensa de Catalina

En el desayuno, Cruz le ha preguntado a Catalina si había hecho las paces con Pelayo, después del desplante que le hizo, con el chico con la rodilla en el suelo. Lorenzo también ha mostrado interés por la resolución de aquella propuesta de matrimonio. La marquesa ha opinado que dejar a Pelayo sin respuesta fue algo completamente fuera de lugar: "No se puede dejar a un caballero con la palabra en la boca", ha dictaminado Cruz.

"De haber sido yo, me habría montado en mi avión y hubiese volado a la otra punta de España", ha apoyado Manuel a su hermana. Cruz ha pensado que el gesto del conde había sido muy galán y muy cortés, pero Catalina lo vio como fruto de un pasado arcaico, en el que todo eso estaba pasado de moda. "Prefiero decidir cosas importantes para mi futuro. Es mi vida, y nadie me va a decir como vivirla", ha aclarado la joven enojada.

Pelayo, a Margarita: "No vea fantasmas donde ni siquiera hay sombras"

Alonso ha hecho un llamamiento al respeto y la educación en la mesa, y Manuel ha querido dar su visión del asunto protegiendo a Catalina, quien tenía la última potestad para opinar sobre ello.

En las cocinas, la propuesta de matrimonio de Pelayo también ha sido la comidilla de todos. Teresa ha opinado que creía que el conde había propiciado un momento único en inigualable, mientras que Feliciano ha defendido al señor diciendo que no sería fácil declararse de esa manera ante la mujer de su vida. ¿Estará pensando hacer lo mismo el hijo de Petra con Teresa? Candela así lo ha pensado, pues le ha dicho a la sirvienta: "Me parece a mí que a ti te gustan demasiado las bodas".

El interrogatorio de Margarita

En privado, Margarita le ha relatado a Pelayo la gran discusión que había sucedido en el desayuno. "Con quien quiero casarme es con ella, no con el resto de habitantes", ha expresado el conde, diciendo que aquel asunto solo le incumbía a Catalina y a él.

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Margarita ha aprovechado el momento para cuestionarle a Pelayo una gran intriga sobre la función del señor Solomando: "Ese mago no llegó a La Promesa por casualidad, ¿cierto?", ha inquirido la madre de Martina. Don Pelayo se ha hecho el loco, pero la mujer ha insistido, asegurándole que se había percatado del pago que Pelayo le hizo al prestidigitador.

El conde de Añil se ha justificado con que no era un pago, sino una gratificación por haberle ayudado a realizarle la pedida de mano a Catalina. "Aunque parece ser que las cosas no fueron tan bien como esperaban", ha objetado la tía de la muchacha. Pelayo ha afirmado que hubiese sido ruin negarle al mago aquella suma de dinero. "Le prometo que no hay nada más, no vea fantasmas donde ni siquiera hay sombras", le ha mentido el señorito.

¿Temerá Pelayo las pesquisas de Margarita? ¿Cómo intentará darle esquinazo? ¿Descubrirá la viuda de Fernando lo que Jerónimo y él están ocultando? ¿Corre peligro su vida?