Íñigo y Matilde son dos imanes que se atraen en 'La Moderna'

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El Salón de té La Moderna nos está dejando muy atónitos con todos los cambios que están sucediendo continuamente. La actitud de doña Carla está siendo muy tóxica con su marido. Las mentiras se le están acumulando y en algún momento todo esto explotará. Íñigo también se está dejando influir por las manipulaciones de su ex pareja y cree que Aguirre es quien está detrás de todas las misteriosas cartas que recibe.

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B. Pallarés

El amor está en el aire

El amor entre Luisa y Emilio es imparable, pero el joven está preocupado por lo que pueda opinar Raimundo. Luisa le ofrece un pequeño trabajo en el salón de té como mozo y él acaba aceptando. Raimundo se opone rotundamente a la decisión de Emilio.

El salón y sus dramas

Todos los empleados están preparando el salón para el reportaje. A la hora de mover uno de los muebles para que Esperanza pudiera limpiar bien aparecen los dos duros que faltaban debajo del mostrador.

La señora Teresa se siente decepcionada por no haber sido capaz de encontrar el dinero antes y pide perdón a don Fermín. El jefe ya le ha comentado que no tiene ninguna responsabilidad sobre lo ocurrido y que debe seguir trabajando para el reportaje.

Esperanza y Elías están muy decepcionados con Prieto porque no han sido invitados a la fiesta que está preparando para celebrar la llegada de su hijo. Mientras que Teresa no se ha tomado nada bien las calabazas que le ha dado Miguel, por lo que está muy irascible con todo el mundo.

Marta no quiere volver a su casa

Marta está mucho más tranquila desde que ha devuelto el dinero al salón. Sin embargo, cuando vuelve a casa después de faenar su tío le propone un nuevo plan para conseguir dinero.

En este caso, Higinio le incita a robar más cosas de valor del salón y así poder conseguir más dinero.Marta tiene claro que no quiere volver a vivir la pesadilla en la que ha estado inmersa estos días, por lo que se niega rotundamente.

La respuesta de su tio es tan violenta que la muchacha decide ir a casa de Antonia para conseguir resguardo. Antonia sabe que las cosas no andan bien en el hogar de la joven empleada por lo que quiere que Marta le cuente sus problemas para poder ayudarla.

Balbín quiere acabar con Íñigo

Los negocios de Balbín siguen esperando al inversión de don Jaime. El empresario no está seguro de apostar por el proyecto hotelero, lo que genera mucha impotencia sobre Balbín. Eso hace que el encuentro que tienen en el despacho de don Jaime acabe de la peor forma posible. Por suerte, Íñigo aparece y los separa, pero Balbín ya le ha anunciado que acabará con él.

Doña Carla y Balbín se reúnen por lo sucedido. Su mujer ya le comentó que debía tener mucha paciencia pero Balbín no ha sido capaz de esperar, por lo que ahora ya no tiene ningún tipo de posibilidad de convencer a don Jaime.

Balbín no se rendirá y llama a su sicario para que mate lo antes posible a Íñigo. El sicario sabe que el joven empresario tiene capacidades para defenderse, así que la mejor forma de matarlo es con una pistola. Además, Balbín le pide estar presente cuando suceda.

Íñigo y Matilde no se pueden separar

Íñigo y Matilde se reencuentran en el salón, pero el objetivo es intentar mantenerse alejados, a pesar de que el joven empresario ahora tenga que hacer estudios de rentabilidad en el salón. Ahora están a prueba de ver si son capaces de dejar de lado los sentimientos o realmente quieren volver a estar como antes.

Sin embargo, el amor que siente el uno por el otro hace que no puedan evitar estar juntos. Emilio se acerca al salón para trabajar en el puesto que Luisa le ofreció y al ver un piano siente la necesidad de tocar una bella canción. Justo en ese momento aparece Íñigo y, como si fueran imanes que se atraen, los dos enamorados empiezan a bailar, pero en el fondo saben que no están cumpliendo con lo pactado.