Crítica 'La Red Púrpura': multiplica la oscuridad de 'La Novia Gitana' con una Nerea Barros descomunal

Ya está en Atresplayer, la plataforma de Atresmedia Televisión, La Red Púrpura, continuación de La Novia Gitana, la aclamada y exitosa novela de Carmen Mola (Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez). Tras disfrutar del primer episodio en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián junto a Paco Cabezas, director, productor y escritor de la adaptación y los actores principales, El Confidencial ha tenido la ocasión de ver esta segunda temporada al completo.

Producida por Paramount Television International Studios, con la participación de Atresmedia Televisión y en colaboración con Diagonal (Banijay Iberia), la ficción llega en emisión semanal a través del apartado Premium de la citada plataforma (4,99 euros al mes), bajo la siguiente premisa: "la inspectora Elena Blanco ha descubierto que su hijo Lucas está vivo, pero pertenece a la siniestra Red Púrpura, de la que le habló Vistas antes de su dramático desenlace. Han pasado seis meses y la inspectora oculta a su equipo que su hijo está entre ellos; solo Mariajo, su fiel confidente, conoce la verdad".

Con Nerea Barros como protagonista, el mismo elenco que en la temporada anterior y un buen número de incorporaciones (Roberto Álamo, Carmen Prada y Nuria González, entre otros), a continuación tienes nuestra crítica, sin spoilers, para que te deleites con cada uno de sus ocho apasionantes episodios.

Experiencia televisiva más allá de la literaria

Paco Cabezas lo ha repetido hasta la saciedad, pero en esta segunda parte su ejecución va más allá. Cuando decidió adaptar este éxito literario para televisión tenía claro que seguiría la línea marcada, pero que se tomaría las licencias necesarias para crear una experiencia diferente. Si con La Novia Gitana los lectores vieron algunos cambios, que se preparen para lo que llega, porque ahora las riendas son 100% de Paco y hay grandes modificaciones. Pero lo cierto es que una vez que abres la mente y vuelves a la fuerza de los personajes y la historia en sí, se agradecen todas y cada una de las alteraciones.

Si has entrado en este complejo universo gracias a Atresplayer, el disfrute es total y único desde el principio, pero si has leído los libros, ahora disfrutarás de la obra desde otro ángulo y volverás a sorprenderte y gozar como la primera vez. Sencillamente un golpe maestro.

La soberbia Nerea Barros

Llegados a este punto resulta completamente imposible imaginarse a la inspectora Elena Blanco en otra piel que no sea la de Nerea Barros. Su impecable y delicado trabajo encarnando a esta mujer atormentada, que vive anclada en el pasado, es uno de esos que raramente se encuentran en este tipo de proyectos. En una época televisiva en la que estamos acostumbrados al 'cuanto más mejor' y 'más rápido mejor', ella nos recuerda que es justamente al revés. Que menos es más y que lo realmente complicado es eso. Conseguir toda la atención del espectador con tan solo una mirada, un gesto, una frase... Y la gallega domina este arte como nadie.

Con la primera entrega ya demostró de lo que era capaz, pero ahora, con el añadido que su personaje tiene de puertas para dentro en La Red Púrpura, está aún más soberbia. Nerea no solo consigue que empatices completamente con el dolor de Elena, hace que directamente su guerra sea la tuya. Es probable que estemos ante el papel de su vida. Está descomunal.

La brillante BAC (con un feroz Ignacio Montes)

Ignacio Montes (Zárate), Mona Martínez (Mariajo), Lucía Martín Abello (Chesca), Vicente Romero (Orduño) y Francesc Garrido (Buendía) siguen formando la BAC, pero ahora todo es completamente diferente entre ellos. En el afán de Cabezas de explotar al máximo a los secundarios, todos ven de una forma u otra alterada su existencia al ser llevados al límite. Benditos cambios que hacen que ellos también brillen.

Mención aparte merece Ignacio y la forma en la que consigue dotar de tal realismo la nueva fase de Zárate. Su personaje tiene el giro más destructivo, inesperado y absorbente de la temporada, pero él se entrega al máximo en cada uno de los acontecimientos que vive. Va a por todas y supera con creces su objetivo. Sin duda estamos ante uno de los grandes actores de nueva generación. Ah, ojito con Lucía y su Chesca hacia el final de temporada. Cuidado con el brutal e impecable golpe sobre la mesa que da.

Mucho más que un thriller policiaco

Este producto para la pequeña pantalla es mucho más que un thriller policiaco. La base puede parecer la típica, pero por suerte, la profundidad es de un nivel que asusta. Resulta tan desgarrador porque no se aleja tanto de la realidad y muestra algo que cada vez ocupa más titulares en prensa (la explotación infantil, la trata de blancas, la mercancía humana...). El acceso a internet y la multitud de posibilidades que ofrece la red, hace que vivamos en un mundo sin control donde prácticamente todo es posible. Por eso La Red Púrpura resulta imprescindible y tan interesante. Por un lado, porque no hay prácticamente series que traten esta cuestión sin paños calientes y, por otro, por su forma de esclarecer todo lo que se esconde detrás.

Oscuridad, adicción e intriga

La oscuridad, el sadismo y la perversidad siguen sin encontrar límites en el imaginario de Paco, recreando situaciones nunca vistas en televisión. Arriesga y gana a la hora de ofrecer algo más en la cada vez más competitiva industria. Resulta imposible desconectar del episodio desde el momento en el que le das al 'play', aislando durante los 50 minutos que dura cada entrega tu mundo real. La intriga y el misterio van a más hasta llegar al clímax total con el octavo episodio.

La madre de Caín es el nombre que recibe el último episodio de la temporada, uno de esos que pasará a la historia como los mejores de ficción. Lo de esta última entrega y cómo hace que se te salten las lágrimas de emoción, sufras con el contenido y acabes completamente devastado al llegar a los créditos, es directamente sobrenatural.

La mejor serie española del género

Por lo tanto, sí, estamos ante la mejor serie española del género. Y seguramente entre las mejores de todo el planeta. Es habitual ver cómo el gran público comenta, celebra y valora productos de corte similar tras haberlos visto en grandes plataformas gracias a una intensa promoción y al boca a boca, pero ojalá y lleguen a uno realmente bueno y cuidado como este. La Novia Gitana lo consiguió ahora hace un año, pero La Red Púrpura revalida el trabajo bien hecho, demuestra cómo no se infravalora al espectador y se piensa en él, cómo el talento (artístico y técnico) se demuestra, no se verbaliza, y cómo se ama y respeta la profesión.

El grupo audiovisual confirmó el pasado mes de julio que ya prepara la tercera entrega, La Nena. Basada en la tercera novela de la saga de Carmen Mola que ha arrasado en las librerías.