"Sobera me vaciló de manera increíble": desvela lo que no se vio de su cita y cómo funciona realmente 'First Dates'

David y Cristina, dos jóvenes con experiencias de vida bastante similares, fueron la pasada semana dos de los protagonistas de First Dates, una exitosa cita que terminó con ambos saliendo juntos de la mano tras unas más que satisfactorias primeras impresiones. Aunque los comensales coparon buena parte de la emisión, lo cierto es que mucho de lo que sucedió entre ellos se quedó fuera del metraje, algo que ahora ha desvelado Virosta a través de sus redes sociales.

El chico, de solo 18 años, arranca comentando que todo surgió con la llamada de dos programas diferentes para participar en sus castings. Como todavía era menor de edad por aquel entonces, declinó la proposición, pero una noche, ya pasado el tiempo, le dio por apuntarse al del dating show de Carlos Sobera. Tras rellenar el cuestionario y enviar un vídeo de presentación, solo un día después contactaron con él, interesados en su perfil.

A partir de ahí, David relata cómo fue esa mañana de grabación: "Me citaron a las ocho de la mañana en Atocha, donde habíamos quedado con otro compañero que venía de fuera. De allí nos llevaron al plató donde se graba el programa, y en todo momento nos tienen a los chicos y a las chicas separados en dos edificios distintos para no coincidir en ningún momento. Obviamente, no nos podemos ver antes de tener la cita", destaca el joven, quien compartió con otros cuatro chicos esos primeros instantes, en los que pasan por maquillaje y peluquería para que les den los retoques necesarios.

Tras ello, comienza todo lo que se ve delante de las cámaras, y lo que no, porque son muchas cosas las que se quedan fuera de la emisión. En el caso de Virosta, algunas por su propio bien, como él mismo apunta: "Intenté no ponerme nervioso, pero es imposible no hacerlo. Al entrar en el 'restaurante' me recibe Carlos Sobera para cogerme el abrigo, y menos mal que no pusieron esta parte, porque me vaciló de una manera increíble. Yo no lo entendí, y miré a las camareras y les pregunté si me estaba vacilando. Si hubieran emitido esto, habría sido muy ridículo. No sé por qué, pero no le entendí la broma", reconoce el soltero.

Pero no fue esto lo único que no se vio de su cita, ya que fueron varias las escenas que suprimieron. Normalmente, las citas pueden superar la hora y media, por lo que lógicamente solo se quedan con lo más destacado, ya que lo que se emite suele rondar los 10 minutos por pareja. Lo llamativo de su caso es que dos asuntos jugosos no hayan pasado ese corte: "Han quitado un montón de partes, como cuando jugamos a un rasca y gana o nos llevaron a una sala en la que nos teníamos que hacer fotos mientras nos dábamos besos por distintas partes del cuerpo,... No sé por qué no han emitido todo esto, la verdad", destapa Virosta, desconcertado, ya que justamente esos dos momentos suelen emitirse habitualmente.

Una vez concluía la cita, el proceso a seguir es el siguiente: "Nos llevan a una sala individual, la que tiene el corazón detrás, para hacernos todo tipo de preguntas sobre el encuentro. Ahí he visto que me habían puesto el subtítulo de 'veloz y precoz', pero no penséis que eso es algo que he pedido yo, porque obviamente no lo he hecho", aclara David, quien deja claro que esos cortes que se introducen con declaraciones de los protagonistas sobre la cita se graban todos seguidos posteriormente.

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Acto seguido llega el momento de la esperada, y temida, Decisión final: "Después de eso nos meten a los dos en la misma sala para grabar La decisión final, y ahí luego ya da un poco igual la decisión que hayáis tomado, porque nos meten a los dos en el mismo coche hasta Atocha. En nuestro caso no hubo ninguna parte incómoda porque los dos nos dijimos que sí, ¡pero imaginaros la cosa de los que se han dado calabazas!", revela el comensal, aireando así un dato insólito que llama poderosamente la atención, sobre todo en casos en los que los solteros terminan su cita a la gresca. Aunque esta fue su experiencia particular, quizá no en todos los casos el reparto de coches sea igual. Además, Virosta reconoce también que todavía no ha vuelto a ver a Cristina, pese a que quedaron en tener una segunda cita.

Por último, David Virosta pone sobre la mesa otra interesante cuestión: no todo lo que se graba un día se emite en el mismo programa, algo lógico, ya que hay que buscar un equilibrio en cada entrega entre citas llamativas, con curiosos perfiles o fuertes caracteres, con otras más anodinas. "Yo en Atocha me quedé a comer con mis compañeros de grabación, que tengo que decir que no eran los que luego se vieron en el programa el día que emitieron mi cita", concluye su testimonio el joven, compartiendo así con sus seguidores varias curiosidades jugosas tanto de su cita como del propio funcionamiento del espacio de Cuatro.