'Espejo público': tienen que frenar a la modelo Two Jupa por su dureza con los presos de Tailandia

Mientras se esclarece la batalla legal por la que tiene que pasar Daniel Sancho por el presunto asesinato de Edwin Arrieta, todos los medios de comunicación se están volcando con la noticia. Espejo Público ha querido ahondar en cómo es el sistema penitenciario tailandés a través de la modelo y DJ Two Jupa.

A la espera de que conozcamos más datos sobre el futuro del hijo de Rodolfo Sancho, una de las grandes dudas es si el joven cocinero vive en las mismas malas condiciones que aseguran tener las cárceles de Tailandia. Un detalle que ha querido ampliar la modelo tailandesa acudiendo al plató del matinal de Antena 3.

"Lo siento, pero yo soy muy dura con eso. Soy de castigo, castigo"

Sin embargo, aunque Two Jupa ha recalcado que los centros penitenciarios de su país que tanto estamos nombrando estos días tienen muy mala fama, lo cierto es que asegura que se han moderado mucho en los últimos años, concretamente el de Bangkok y Koh Sumai, donde permanece Sancho en régimen de aislamiento médico por cuarentena de Covid-19.

A la modelo no le ha temblado la voz en reconocer que dicha firmeza a la que se alude para hablar del tratamiento a los presos tailandeses es, en parte, real, pero que, a su juicio, es lo que debe ser. "Lo siento, pero yo soy muy dura con eso. Soy de castigo, castigo".

Es más, la invitada al programa de Lorena García ha llegado a verbalizar que, por supuesto, en aquellas cárceles, los reos no tienen "cama con almohada, como aquí. Si no, no sería la cárcel". Un comentario que provocó la reacción de rechazo de varios de los colaboradores, incluido el de la presentadora: "Pero existen los derechos humanos, como dormir en una cama, por muy salvaje que sea el preso".

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Pese al freno que le intentaron poner en el programa, la modelo tailandesa insistió en que allí "son muy severos, son como el sistema militar", aunque también reconoce el hacinamiento en el que viven numerosos reclusos en estrechas estancias o la cantidad de horas que pasan sin comer entre jornadas. "Lo siento, pero para mí es normal, porque me he criado en una educación a rajatabla", recalcó.