Asraf Beno se confiesa tras 'Supervivientes': secuelas, traumas y lo mejor y lo peor del reality

Un par de semanas después de aterrizar en España tras cerca de cuatro meses en Honduras, Asraf Beno ha querido hacer balance de su paso por Supervivientes 2023 de la mano de las preguntas de sus seguidores en las redes sociales. El joven se ha sincerado sobre cómo está viviendo estos primeros días en la civilización, confesando los shocks que ha ido experimentando y las secuelas con la que todavía tiene que lidiar.

Lo primero que reconoce el modelo es que "volvería una y otra vez" al reality show de Telecinco, ya que, aunque lo pasó muy mal en la convivencia, el apartado de la supervivencia lo compensa todo: "No quería salir de ahí porque a nivel supervivencia me lo pasaba muy bien. Echo de menos todo y cada día me acuerdo. Veo un árbol y miro qué fruto es. Voy a la playa y quiero coger los cangrejos que hay en la roca. Se me ha quedado un poco de trauma en ese sentido".

Pero, como sus seguidores saben, el programa no ha sido, ni mucho menos, un camino de rosas para él. Enfrentado a buena parte de sus compañeros, el desgaste psicológico ha sido notable: "No creo que tenga tanta fortaleza mental, no he parado de llorar en el concurso. Estaba muerto. Pero es verdad que siempre he mantenido la ilusión y creo que eso ha sido lo que me ha ayudado a todo, porque es un programa al que siempre había querido ir. También el pensar en mi familia y en todo el mundo es lo que me ha mantenido ahí, con fuerzas para continuar".

"La vuelta está siendo un poco shock, todo se siente raro tras estar aislado cuatro meses. Se me hace muy fuerte ir a un centro comercial porque hay mucha gente y es una locura. Conducir y ver a los coches moverse también es superraro. No veo las calles de la misma manera, las platas de la misma forma. Todo lo veo de otra forma porque hemos estado en condiciones muy difíciles. Estoy un poco 'shockeado' porque no ves la vida de la misma manera. Estar en condiciones tan difíciles. No sé si llamarle secuela, pero es un aprendizaje", analiza acto seguido, confirmando así lo mucho que le ha cambiado la vida su paso por el programa de Mediaset.

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En cuanto al nivel físico, Asraf todavía lidia con las "heridas de guerra", así como con el bajón correspondiente tras cuatro meses aislado: "Secuelas a nivel físico, por ejemplo, no me noto con energía. El otro día fui al gimnasio y no pude hacer casi nada, y tengo muchísimas agujetas. Luego también físicamente tengo muchas heridas todavía, por los corales, sobre todo".

"Hay días que no puedo dormir en la cama, me cuesta bastante. Los primeros días me dolía mucho la espalda, dormía poquísimo y me sentía superincomodo. Ahora en casa estoy durmiendo en el sofá, no sé qué me pasa, pero estoy más cómodo en la incomodidad. En la cama he dormido solo dos días o tres", sentencia en este sentido el novio de Isa Pantoja.

Lo que sí descarta, al menos de momento, es el temido efecto rebote con la comida, algo que los concursantes suelen experimental tras tanto tiempo sin comer en Supervivientes: "Creo que ya habré engordado como cinco kilos. Todavía estoy bien, sin efecto rebote grande o ansiedad por la comida, pero sí que es verdad que quería comerme cosas en las que no paraba de pensar en la isla. Sí que es verdad que no tengo ansiedad por la comida, lo cual es bueno. Ahora toca mantenerse así con la ayuda del gym".

Por último, Beno destaca la ilusión de enfrentarse a la temida Noria infernal, pero también lo mucho que ha disfrutado de todos los juegos en general, sin duda, una parte muy enriquecedora de esta experiencia: "El juego que más ilusión me hizo fue la Noria infernal. Me lo pasé pipa, aunque se sufre muchísimo. Estaba muriéndome y es flipante verlo desde la pantalla, pero es el que más me ha 'divertido'. Pasármelo bien, me lo he pasado en casi todos, pero este me hacía especial ilusión", finaliza aseverando ante sus seguidores