Ramón García, emocionado como pocas veces se le ha visto en televisión

Controlar las emociones en un plató de televisión no es tarea sencilla y si no que se lo pregunten a Ramón García. El presentador vasco no pudo contener las lágrimas este jueves tras escuchar la historia de Julio, un hombre mayor de Illescas (Toledo) que hace 22 meses perdió a su mujer tras compartir sus vidas durante 60 años. El señor acudió al programa En compañía porque no quiere que la soledad le haga perder la cabeza.

Tras presentar a los invitados de la tarde, y antes de entrar en más detalles, el programa puso de fondo la canción Te quiero, te quiero, de Nino Bravo, lo que provocó que Julio se acordara de su difunta esposa. "¿Estás bien?", quiso saber el presentador. Con lágrimas en los ojos, Julio explicó que se encontraba algo nervioso. "Estás en tu casa, estate tranquilo", le pidió Ramón tras acercarse y darle unos pañuelos con los que secarse las lágrimas de los ojos. "Vamos a charlar tú y yo un poquito. Lo que pasa que al hablar de tu mujer, toda la vida con ella, nos vamos a emocionar todos. No solo tú, yo también estoy emocionado", reconoció Ramón.

"Hacemos este programa... para nuestros mayores y para la gente que se ha quedado sola"

"Ha sido un matrimonio muy feliz", aseguró el invitado. Tras 60 años de casados, "ahora se ha quedado solo y aquí está". El presentador pidió un fuerte aplauso al público para animarle y darle unos segundos para que se recompusiera, sin embargo, quien se vino abajo en ese momento fue el propio Ramón García.

"Pues, miren, para gente así hacemos este programa". Con la voz entrecortada, el presentador interrumpió su mensaje y se tomó unos segundos mientras alcanzaba a secarse las lágrimas de los ojos con sus dedos. "Hacemos este programa... para nuestros mayores... y, sobre todo, para la gente que se ha quedado sola después de toda una vida. Y, a veces, a mí me tocan el corazón". Completamente roto, como pocas veces hemos visto al presentador en televisión, intentó sin éxito calmar su emoción, sin embargo, las lágrimas siguieron cayéndole por la mejilla. "Vaya dos patas para un banco, Julio. ¡Me cachis la mar!", alcanzó a decirle al invitado. "Es que es mucho dolor", destacó el toledano.

"Vamos a ver si soy capaz de sacar esto para adelante hoy...", afirmó el presentador. "Julio lleva viudo 22 meses, tiene 2 hijos y 3 nietos. Y la frase que solemos poner en la tarjeta de presentación de cada uno de ellos me emociona mucho hoy porque dice: 'No quiero que la soledad me haga perder la cabeza'. Cuando uno se va haciendo mayor nos vamos dando cuenta, y me incluyo, de que hay cosas que ya no están como cuando teníamos 25. Hay cosas de las que no te acuerdas como los nombres de la gente. Yo, que soy superordenado, pierdo las llaves, aunque luego aparecen... y eso antes no me pasaba y yo tengo 61 años", explicó Ramón.

"Lo peor es esa sensación de decir: 'Solo no estoy bien, no quiero perder la cabeza y por eso necesito una compañera'. Julio veía con su mujer este programa, por eso me emociono también. Y cuando lo veían juntos se decían el uno al otro: 'Si algún día faltamos, el que se quede que vaya a ver el amor'. Y aquí está", relató el presentador sin poder reprimir las lágrimas.

"Es que podría ser mi padre", se justificó ante los espectadores. "Mi padre murió con 89 años, de modo que Julio podría ser mi padre perfectamente, por edad. Y a mí esas cosas me emocionan. Julio, a pesar de haber sufrido el zarpazo de la muerte de su mujer, con la que estuvo toda una vida, intenta tirar para adelante. Se entretiene con las labores de la casa, con sus paseos...". Según añadió el invitado, su mujer le enseñó a hacer de todo, por lo que ahora que está solo se las sabe apañar sin ayuda en la casa.

Fragmento completo: a partir del minuto 25:40.