'First Dates': el soltero no aguanta más mofas, se levanta y se va sin decirle ni adiós a su cita

La velada entre Arnau y Fátima en First Dates no ha salido como ambos esperaban. Los constantes desplantes de la chica hicieron que perdiese los nervios y se levantase de la silla sin verbalizar ante la cámara que no quería tener un segundo encuentro con ella.

Nada más llegar al restaurante, Arnau le confesó a Elsa Anka haber pasado una época de su vida bastante triste. "Pasé una temporada muy difícil de una enfermedad cuando era muy pequeño, un cáncer. El chamanismo me ayudó a curarme de una manera alternativa", reveló a la presentadora para justificar la presencia del tambor chamánico que había llevado para enseñarle a su cita.

"Cuando intentas vender que eres maduro por cosas que te han pasado, lo veo absurdo"

Sin embargo, el joven nunca llegó a contar nada más sobre su dramática vivencia, ya que Fátima no le preguntó en absoluto por ello, a pesar de las pistas que le lanzó nada más conocerla. Un desplante a su enfermedad que la chica fue combinando con las mofas por su edad, y la primera al saludarlo: "¡Eres un bebé!", le dijo a la cara cuando supo que tenía 24 años y ella 31.

"Me ha dado mucha rabia, porque me siento una persona muy experimentada y con mucha vida. Soy un guerrero y un luchador. Que me diga eso, pues no me ha sentado bien", confesó el chaval fuera de cámaras, después del comentario que le soltó la soltera sin conocer absolutamente nada de su vida. Fue entonces cuando Arnau aprovechó una conversación sobre los tatuajes que ella llevaba, para revelarle que él también tenía uno: "Tengo en el brazo un tatuaje maorí, que simboliza lo que yo siento que soy en la vida: un guerrero. He tenido diferentes confrontaciones con el mundo, con la vida, y me ha llevado a aprendizajes que me hacen considerarme un guerrero".

Lejos de preguntarle sobre ello e interesarse, tanto por el tattoo, como por esa mala racha que cuenta, Fátima decidió mofarse del estilo de su tatuaje y dar las gracias porque no se lo enseñara. De hecho, lo tachó de "cutre". "Me he quedado con más dudas que certezas. No me ha quedado muy claro: ¿se droga?", se preguntó ella a solas, totalmente floja de risa. Poco después, el joven incluso le expuso otro problema que tuvo con la marihuana o el alcohol, pero que ya superó, y tampoco le prestó atención.

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Á. R

Durante la cena, otro desplante. Fue al hilo de rememorar la edad de cada uno y ella repetirle a la cara que es "muy bebé". Aquí Arnau quiso defenderse a modo de zasca: "Creo la experiencia de vida es lo que define o curte a una persona". La reacción de Fátima fue otro desaire: "Bueno...". El joven insistió de nuevo en que había pasado situaciones muy complicadas, como una enfermedad, para hacerle entender, pero, tampoco. "A mí me han pasado también cosas de mierda, pero no pienso: '¡Qué madura soy!'. Cuando intentas vender que eres maduro por cosas que te han pasado, lo veo absurdo".

Final inesperado

Arnau estaba tragando demasiada saliva por escuchar los desplantes de la soltera o de que no se interesase en saber su pasado. Antes de sentarse ante la cámara y tener que decidir si volver o no a verse, Fátima volvía a devaluarlo cuando dijo que no tuvo tantas experiencias sentimentales como ella acababa de contarle: "Si es que es un bebé".

La definitiva no quiso soportarla el soltero. Ella justificó no querer una segunda cita por varias incompatibilidades con él, sobre todo por la edad: "Te veo muy bebé". "Bueno, yo me voy de aquí, sabes...", reaccionó el soltero, levantándose y marchándose sin despedirse y mientras ella hablaba.