"Quita la cámara": violento 'encontronazo' de un reportero de 'Cuatro al día' con una okupa

Momento muy tenso el que ha vivido este miércoles, 10 de agosto, el equipo de 'Cuatro al día'. Un vecino de Palau-solità i Plegamans ha contactado con el espacio de actualidad de Mediaset para denunciar la terrible situación que está viviendo con una 'inquiokupa'. El reportero Alejandro Rodríguez y su cámara se han desplazado hasta el municipio barcelonés.

"Quiero que veáis lo que tiene que soportar Diego, un vecino que lleva un año viviendo un infierno y al que su 'inquiokupa' ha echado de casa incluso. Diego ha acumulado una deuda de 10.000 euros", explicaba Mónica Sanz, antes de dar paso a la pieza. Un vídeo que grabó el propietario mientras intentaba acceder al inmueble okupado y en el que se puede escuchar a esta mujer insultando y amenazando.

Una okupa insulta a un reportero de Cuatro: "Eres subnormal"

Por si fuera poco, tal y como mostró el formato de Unicorn Content en el siguiente fragmento, el trabajador del programa de Cuatro, en un intento de obtener declaraciones de la okupa, tuvo que enfrentarse a su hijo: "¿Me tienes que tocar los hue***? ¿Y tú qué haces grabando? ¡Quita la p*** cámara!", le espetaba a ambos periodistas el joven, mientras Alejandro aseguraba que se estaban limitando a hacer su trabajo.

Finalmente, conseguían hablar con ella, aunque recibiendo respuestas muy agresivas. "Su cámara no tiene que grabar mi casa", afirmaba la mujer. "¿Cómo que 'mi casa'? ¡Si eres okupa!", le espetaba el comunicador, que recibió un "eres subnormal" y un portazo como contestación.

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Á. R

Destrozos en su coche, basura en la finca, intentos de agresión... La relación de Diego con la ocupante está en un punto crítico y violento, según ha contado el afectado ante las cámaras de 'Cuatro al día', al borde de las lágrimas: "Estoy malviviendo, con muchas deudas. La policía no puede hacer nada [...] Hasta que no salga la orden judicial, no se puede hacer nada".

Con una deuda de 10.000 euros por alquiler y suministros, el arrendador ha expuesto que va manteniendo su estabilidad mental "a base de pastillas" y que, en estos momentos, está viviendo en un módulo preconstruido ante la imposibilidad de acceder en su casa, colindante con la vivienda okupada.