"Te meto un puñetazo": corte en 'First Dates' por lo que hace su cita pese a las advertencias

La cita entre Marina y Verdu en 'First Dates' arrancó este martes, 12 de abril, con muy buen pie: los dos eran amantes del fútbol y del Betis, vivían cerca y se habían causado una muy grata primera impresión, por lo que todo apuntaba a que tendrían un final muy satisfactorio... hasta que un problema con el contacto físico pondría todo lo anterior en peligro.

En este sentido, Marina era muy clara desde su presentación: "En la primera toma de contacto me cuesta muchísimo el contacto físico, incluso el contacto sexual. Todo lo que tenga que ver estar con el cuerpo con cuerpo", confesaba. Él no lo sabía, por lo que nada más verla se interesaba por tocar sus tatuajes, algo que no gustaba del todo a la joven: "Me cuesta mucho, pero sí que he hecho por esforzarme en ese sentido cuando me ha tocado los tatuajes, pero... ¡chiquillo, no me toques ya más, por favor!", comentaba entre risas a cámara.

Marina: "Eso me pasa en la calle y le arreo una que madre mía"

Tras esta primera toma de contacto un tanto particular, ambos pasaron a la cena, donde ya pudieron conocerse un poquito mejor y, de paso, profundizar en este tema del contacto. Verdu se describía como una persona bastante cariñosa, lo que la soltera aprovechaba para contarle cómo se había sentido: "Lo he notado porque tocas mucho y no me gusta nada".

Él se disculpaba, pero ella le echaba un capote: "No te preocupes porque no lo sabías. Yo estoy acostumbrada a estar con mis perros, por lo que tengo una barrera con la gente. Soy muy mía. Pero sí que es verdad que yo siempre trato de ser sincera y decir las cosas, aunque con mucha guasa y delicadeza, si algo no me gusta. Luego ya si tengo confianza también soy muy cariñosa".

"Soy cariñoso, mimosón, con amigos y con amigas, con cualquier persona que conozco", agregaba el sevillano, una apreciación sobre la que ella se sinceraba con el equipo del 'dating show': "A mí eso no me gusta, con cualquier otra persona que sí, adelante, pero conmigo no".

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N.C.

Tras este importante punto de fricción, la conversación proseguía entre confesiones divertidas y juegos, ya que el programa les proponía salir al jardín para tomar el postre mientras hacían los retos de las esferas de cristal. Era entonces cuando volvían a chocar por el mismo asunto, puesto que Verdu no dudaba en lanzarse a hacer lo que le indicaba su bola: "A ver, esto hay que hacerlo, yo no digo nada y lo hago".

"¿Pero seguro que puedes?", le preguntaba ella nerviosa por el contacto que su reto podría requerir. "Yo creo que sí, ahora vas y me das una hostia", bromeaba él instantes antes de abalanzarse sobre ella. Marina lo interpretaba como un intento de abrazarla y le seguía, pero algo sucedía: "¡Ah, ah, ah! Te meto un puñetazo...", le espetaba tras notar un mordisco en su cuello.

La soltera se levantaba de su asiento y se apartaba, aunque trataba de no asustar a Verdu: "Menos cinco ya de confianza, del tirón. ¡Lárgate y vuélvete a ganar mi confianza!", le soltaba con cierto humor, rebajando el corte inicial. Sin embargo, a cámara, su reacción era más contundente: "Eso me pasa en la calle y le arreo una, le arreo una que madre mía. Lo ha hecho con buena intención, pero a mí eso ya me echa para atrás".

Pese a este pequeño choque, finalmente ambos optaban por salir juntos de 'First Dates tras darse una segunda cita en 'La decisión final', no sin antes volver a tener otro encontronazo por el mismo tema. Una vez dado el visto bueno a volver a verse, el soltero no dudaba en darle un beso en la mejilla, lo que hacía que Marina se revolviese nuevamente: "Todavía no ha entendido lo del espacio personal, ¡todavía no lo ha entendido!".