"No lo comparto ni lo entiendo": el obstáculo insalvable que dilapidó su cita en 'First Dates'

Sandra e Irene parecían destinadas a salir juntas de la mano en 'First Dates'. Las dos llegaban al restaurante de Cuatro con muchas ganas de encontrar a una persona especial y, tras una buena primera impresión, se dieron cuenta de que congeniaban en muchísimos aspectos: desde el amor por la naturaleza y los animales hasta la pasión por viajar. Sin embargo, un aspecto clave dinamitaba su cita: el modelo de relación que estaban buscando.

Tras encontrar varios puntos comunes, Sandra no dudaba en poner sobre la mesa uno de los aspectos más importantes para ella a la hora de empezar a conocer a una persona: "¿Qué tipo de modelo relacional te gusta? En cuanto a si te gustan las parejas monógamas, no monógamas, relaciones abiertas, poliamor...". La respuesta de Irene era clara y rotunda: "No, no, yo no soy de relaciones abiertas. Eso sí que no me gusta nada, soy más de relación cerrada".

"Yo todo lo contrario, soy poliamorosa", destacaba la joven, que pasaba a explicarle cómo es en ese terreno: "Tengo vínculos, no uso mucho la palabra pareja. No me gusta etiquetar las cosas, prefiero decir vínculo y no tener que especificar qué tipo de relación tenemos. Pero eso no quita la responsabilidad afectiva que conlleva el tener un vínculo con alguien".

"¿No puedes tener una relación cerrada?", se interesaba por conocer su cita, llevándose una negativa como respuesta: "La verdad que no lo creo". Visto lo visto, la conclusión que extraía Sandra ante las cámaras era cristalina: "Eso es un obstáculo insalvable porque, para mí, es muy importante que la gente que yo conozco siga el mismo modelo relacional que yo, esté en el poliamor y deconstruido en ese sentido".

De vuelta a la mesa, Sandra trataba de conocer un poco más el motivo por el que Irene no podría mantener una relación abierta. "Básicamente, porque no podría ver a mi pareja con otra persona, soy un poquito celosa, la verdad. Nunca he pensado en tener una relación abierta porque creo que no podría", argumentaba la joven, tirando así por tierra cualquier tipo de esperanza de salir juntas del 'dating show'.

"Yo me sentiría muy encerrada si me quedase con una persona", profundizaba Sandra, desterrando la idea de "libertad" que para ella ofrece una pareja abierta: "La relación, normalmente, la gente la abre en el sentido físico, y las relaciones poliamorosas son vincularte, afectiva y románticamente, con más gente. No tienen nada que ver". Esta matización tampoco convencía a Irene, que se mostraba contundente frente al equipo de Mediaset: "No es que me parezca ni bien ni mal, es que no lo comparto ni lo entiendo. Nunca lo he entendido".

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N. Costas

Sin embargo, Irene no lo había escuchado todo todavía, ya que un último dato de Sandra acabaría por desmontarle todos los esquemas. Las chicas se encontraban hablando de un destino que les gustase visitar próximamente, y en la mente de ambas estaba Italia. La diferencia es que Sandra tenía ya un viaje planeado: "Voy a ir porque tengo allí a un 'sugar daddy' que vive cerca de Venecia. Llevamos juntos tres años, pero solo le veo cuando viene de visita a España".

A la soltera se le escapaban varios "jo***" seguidos, incapaz de encontrar las palabras para reaccionar ante esta última revelación. "¿En serio? Me he quedado flipando, ¿qué me falta por escuchar ya?", acertaba a decir a cámara minutos antes de 'La decisión final'. En ella, se producían unas de las calabazas más cordiales que se recuerdan: las dos abrían la puerta a una bonita amistad, conscientes de que su modelo de relación las separaba, pero eso no quitaba que pudiesen hacer planes juntas y desearse la mayor felicidad del mundo en sus proyectos vitales. Sin lugar a dudas, todo un ejemplo.