La llamada que María Teresa Campos no quería que 'Sálvame' emitiese: implora respeto tras los "insultos a su familia"

Alejandra Rubio se ha convertido involuntariamente en la protagonista de 'Sálvame' durante las últimas semanas. Unas palabras acerca de su relación con Suso Álvarez abrieron la caja de pandora, con Miguel Frigenti apuntando que había insultado a Lydia Lozano en una cena privada. Desde entonces, la menor de las Campos se encuentra siendo cuestionada en los diferentes platós de Telecinco, hasta el punto de que su abuela, María Teresa Campos, ha intervenido en directo para pedir respeto.

Frigenti se volvía a sentar en 'Sálvame' este lunes, 6 de abril, tras pasar por el polígrafo de Conchita, momento en el que la matriarca llamaba al teléfono de Jorge Javier Vázquez. Este le explicaba que la llamada estaba siendo emitida, por lo que si no quería hacer público su mensaje lo cortase en ese instante. El presentador lo repetía hasta en dos ocasiones, con María Teresa comenzando a cargar contra el programa ante la atenta mirada de los tertulianos.

María Teresa: "¡Encima me escribís para que yo entre!"

"Bastante tenemos con lo que estamos pasando como para entrar en esto. Estoy con el miedo en el cuerpo. Respetad por lo menos el momento que el país está viviendo. Escribirme mensajes a mí para hablar cuando estáis todos los días llevando a gente a ponernos verdes, a insultarlos. ¡A gente que ni conozco! Y encima me escribís para que yo entre en esto...", comenzaba diciendo Campos, notablemente disgustada.

Vázquez la dejaba desahogarse, sin interrumpirla: "No tengo que entrar para defenderme ni a mí ni a mi familia, porque yo sé perfectamente cómo es mi nieta y las cosas que dice, así que no me llaméis a mí para eso", sentenciaba.

Ante estas palabras, Jorge volvía a comentarle que estaba en directo, momento en el cual María Teresa por fin era consciente de que su mensaje había sido retransmitido, pese a las advertencias anteriores: "¡Vaya! Espero que no me grabes", podía escucharse al otro lado del teléfono mientras colgaba. La cara del presentador era un poema, repitiendo las veces que le había avisado al inicio de la conversación y recalcando que su llamada respondía a que, desde la redacción del programa, se habían puesto en contacto con ella. María Teresa, dolida, simplemente quería trasmitirle en privado este duro mensaje a Jorge Javier, pero ya era demasiado tarde.