Caso Álvaro Prieto: cómo TVE acabó dando la exclusiva más dolorosa del año

A las 13:30 de este lunes, Jaime Cantizano paraba la emisión de Mañaneros para dar un mensaje. Era una disculpa por algo que había ocurrido una hora antes en el mismo programa que lidera en La 1. Mientras hablaban de una de las noticias de los últimos días, la desaparición del joven Álvaro Prieto en Sevilla, el espacio decidía parar la retransmisión para dar una última hora en exclusiva. Uno de sus reporteros narraba con voz temblorosa que acababan de encontrar un cuerpo entre los coches de un tren y que por las prendas que se veían todo parecía indicar que podía ser el joven. Minutos después, la gran exclusiva se había convertido en una bomba.

La retransmisión, compartida en redes sociales por usuarios que grabaron con su móvil lo que veían en la televisión, tardó poco en volverse contra el programa. En ella se podía ver cómo el cámara seguía el tren en el que iba el cuerpo y buscaba el mejor plano mientras el narrador explicaba que habían hablado con amigos del joven para confirmar que la ropa era la que Prieto llevaba el día de su desaparición. Con las disculpas de Cantizano se confirmaría que el vídeo se había emitido antes de contactar con la Policía y el presentador achacó lo ocurrido a la "rapidez de lo que se estaba narrando". Pero la pregunta seguía en el aire. ¿Cómo pudo pasar esto en Televisión Española? ¿Cómo se pudo emitir un contenido que va incluso contra el código deontológico de TVE?

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Mañaneros, como todos los programas de tertulias de mediodía, llevaba varios días siguiendo muy de cerca el caso de Prieto. Tanto que, como confirmaba Cantizano, habían desplazado un equipo a los alrededores de la estación sevillana de Santa Justa para hablar de lo ocurrido. El vídeo lo llevó a cabo este mismo equipo que se había encontrado de lleno con la escena mientras cubría los hechos. Y es que justo la noche de antes, la UME y miembros de otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado habían estado peinando la zona en busca de pistas sobre la desaparición del chico. El problema es que la pieza emitida por el programa en ese instante se salta los códigos de la televisión pública y esta ha anunciado que está realizando una investigación interna para conocer a ciencia cierta qué ha pasado.

El espacio de Cantizano, coproducido por la corporación pública y la productora La Cometa TV, es la gran apuesta de la cadena de TVE para las mañanas del nuevo curso, pero habrá que ver qué ocurre con este espacio después de la emisión del vídeo de Prieto, que se salta varias normas del código deontológico de la cadena, que dice así: “El derecho a la intimidad debe ser especialmente respetado en los casos de sufrimiento y desgracia (...) Los profesionales de RTVE deben hacer compatible la información veraz y clara con el derecho de las víctimas a no quedar expuestas a la mirada pública en los momentos más difíciles y dolorosos (...) Reproducir imágenes de gran impacto y/o violencia únicamente por su valor visual o auditivo no está justificado en RTVE. El recurso de avisar con antelación sobre el carácter violento de imágenes no exime de la responsabilidad que conlleva la emisión de materiales prescindibles porque incluso puede atraer más la atención de la audiencia (...) Los primeros planos de personas heridas y cadáveres son siempre innecesarios, incluso si se trata de víctimas de atentados terroristas. Lo mismo cabe decir de las personas que estén sufriendo una situación de gran tensión. Debemos describir el horror sin causar más daño a sus víctimas”.

Fuentes de los sindicatos de la corporación aseguran que "es un gravísimo error del que se tendrán que determinar las responsabilidades correspondientes".

Lo sucedido ha reabierto el debate sobre la externalización de contenidos de la cadena pública, aunque en este caso no se trata de un contenido privado al uso, sino una mezcla entre gente de la casa y recursos externos, en un contexto de la lucha por la audiencia típica de las mañanas televisivas.

La lucha por las mañanas

Si Mañaneros fuera un programa producido al 100% por TVE, ¿se hubieran emitido imágenes del cadáver de Álvaro Prieto? Es imposible responder a esa pregunta. Sí se puede intuir que la lucha por la audiencia en la disputada franja mañanera —donde, al margen del exitoso humor de Aruseros en La Sexta, los otros programas compiten con armas parecidas: tertulia política, noticias de interés humano y sucesos de alto voltaje en directo— ha podido influir en la emisión de la polémica secuencia.

El contexto de la audiencia es importante. Todo empezó antes del verano, cuando una Telecinco en problemas movió a la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana, a la franja vespertina. Era una oportunidad para que la competencia cubriera el hueco dejado por Quintana; y así se interpretó en la industria la decisión de RTVE de lanzar el magazine Mañaneros con Jaime Cantizano —excolaborador de Ana Rosa (Sabor a ti) y popular hace dos décadas con la tertulia cuore ¿Dónde estás corazón?—.

Todo ello mientras TVE resucitaba y adelantaba a Telecinco en audiencia por primera vez en una década.

Cantizano admitió hace unos días en El País que, "después de mucho tiempo, en la televisión pública estamos empleando herramientas o munición que estaban usando las privadas. En TVE hay que hacer televisión sin complejos, aunque siempre con límites".

El fichaje de Cantizano indicaba, por tanto, que TVE iba a por todas por las mañanas, aunque removió a nivel interno. Mañaneros fue criticado por dejar la franja matinal en manos de productoras externas, algo que ocurrió a medias: aunque lo produce La Cometa, lo hace con apoyo de RTVE, de las copresentadoras a algunos realizadores, como Juan Manuel López Pastor y Alberto Fructuoso, ambos personal de RTVE.

¿Cómo le había salido la apuesta de RTVE por Mañaneros hasta ahora? Con altibajos y un aprobado. Su audiencia se ha movido generalmente por debajo de la competencia y de la media de la cadena, pero ha mejorado a programas similares anteriores de RTVE, y algunos días ha dado cifras altas.

Una exclusiva sobre un suceso macabro suele ayudar a mejorar el share… salvo que te acabe estallando en la cara.