Chicote: "Todas las cadenas tenían cocineros y ninguna se atrevió a llevarlos a la noche"

uelve Alberto Chicote. El cocinero ya eso uno más en los círculos televisivos. Ya no hace falta anunciar el currículum del showman. Su nombre basta. Alberto Chicote se ha convertido en poco tiempo en uno de los rostros televisivos con más éxito. Su carta de presentación en la televisión nacional fue Pesadilla en la cocina. Sin embargo, fue en Top Chef donde demostró que puede dar mucho más de sí.

Ahora regresa con más pesadillas. laSexta estrena este lunes la tercera temporada de este particular programa que tiene una gran carga sobre los hombres: haber abierto la veda de los programas culinarios en la noche. Chicote fue el primero y después llegó una gran traca de formatos que ahora casi no tienen hueco en la parrilla de cualquier canal.

Chicote, sin embargo, dice que todavía queda mucha tela que cortar respecto a los programas que cocina. La nueva tanda de capítulos llega con una novedad: esta temporada, Chicote dedicará uno de sus programas a volver a los restaurantes a los que ayudó en los primeros años para descubrir cómo les ha ido tras su retirada. Vanitatis ha hablado con el maestro de los cuchillos.

Tercera temporada, ¿todavía hay más cosas que contar?

Muchísimas. Lo primero, ese programa que tanto nos han pedido los espectadores. Vamos a saber qué fue de aquellos restaurantes de la primera y segunda temporada cuando nos fuimos. Volveremos a visitar a los más emblemáticos, a los más significativos, de aquellos que tenemos guardados en la retina. Seguro que algunos de ellos son los más recordados por los espectadores.

Por otro lado, por primera vez, recibimos una llamada de fuera de España para echarles una mano. Agarramos el avión, nos hacemos 8.000 kilómetros y nos vamos a Miami a atender una llamada para que vayamos. Tendremos más pesadillas, más momentos trepidantes, más momentos emotivos. Lo que ha sido pesadilla hasta ahora pero multiplicado por mucho.

¿Son los problemas de Miami los mismos que los de aquí?

Algunas veces los problemas coinciden y otras veces difieren. Lo mismo pasa aquí. Los problemas no son los mismos en un restaurante que en otro.

¿Necesitaba una renovación el programa para hacer frente a una tercera temporada?

No es una cuestión de renovar, porque Pesadilla en la cocina sigue siendo Pesadilla en la cocina. Necesitábamos responder a algunas demandas del público, que querían saber qué había pasado con algunos restaurantes. La llamada del extranjero fue una casualidad, porque la persona que llamó veraneaba en Calpe y nos vio. Al final, yo creo que pesadilla es un programa muy asentado que no necesita renovación pero siempre apetece ver cosas nuevas.

¿No tienes miedo a que se queme el formato?

Para nada. En la segunda temporada la audiencia respondió mucho mejor que en la primera. Yo creo que en la tercera va a ocurrir del mismo modo.

¿Crees que la cocina tiene fecha de caducidad en televisión?

La cocina no puede tener fecha de caducidad. Es imposible. La cocina es algo inherente, es algo que llevamos tan dentro y de forma cotidiana, que es imposible que caduque. A mí me parece fantástico que haya tantos programas de cocina. Para mí, mejor, porque a mí me encantan. Lo disfruto muchísimo. Hay muchísimos compañeros que estás haciendo trabajos fantásticos.

¿Te sientes el precursor de este fenómeno?

La cocina en la tele lleva muchísimos años. Ahora bien, fue laSexta la que se atrevió a llevar la cocina a la noche. Fue una pionera. Me llevó al prime time, y eso que no era muy conocido. Todas las cadenas tenían cocineros en nómina y no se atrevieron a llevarlos a la noche. Hicieron grandes trabajos pero nunca les ofrecieron el prime time. laSexta abrió ese camino y funcionó muy bien. Es normal que el resto haya seguido ese camino. Estoy muy contento por Pepe, por Jordi, por Paco Torreblanca… No se me puede ocurrir mejor idea.

¿Ves los otros programas?

Todo depende de dónde me pille. Ya lo he hablado con Jordi y con Pepe. Los martes por la noche son días de grabación y me vuelvo loco. Son imposibles. No puedo verlo en directo pero yo lo veo después. Me ocurre lo mismo ahora con Deja sitio para el postre.

¿Agobia la fama?

La mayoría de la gente se muestra muy amable conmigo. Recibo muchas muestras de cariño y de admiración. Está muy bien.

¿Crees que salir en televisión quita seriedad a tu trabajo como cocinero?

Todo lo contrario. Lo multiplica por mucho, no tengo ninguna duda. Nadie duda de mi profesionalidad. Si en algún momento se desvía de mi profesión, será para mejor y no para peor.

¿Es la televisión el mundo que te imaginabas?

No es como me la imaginaba porque nunca me la imaginé. ¿Te imaginas cómo es una estación espacial? Ni puñetera idea. La televisión era tan ajena para mí como una estación espacial. Es un mundo diferente al que yo me movía. Pero tengo la grandísima suerte de seguir estando en una cocina, que es un mundo que yo manejo bien.

¿’Pesadilla en la cocina’ es 100% verdad?

No. Pesadilla en la cocina es 1.000% verdad.

Esta temporada tendréis una visita muy especial, Jordi Évole…

Vino a vernos en una de las grabaciones. Estábamos los dos grabando en Cataluña, y le dije que se viniese a vernos. Me contestó que le apetecía, que le parecía un buen plan y que, además, tenía unos cuantos amigos cocineros que me podían acompañar. Y así fue. De maravilla.

¿Crees que falta algo por hacer sobre cocina en televisión?

Muchísimas cosas.

Si te pidiesen que hiciese un formato de televisión de cocina, ¿qué harías?

Ahora mismo no lo sé. Si me ponen la tarea, a lo mejor creaba algo. Pero ahora mismo no lo sé. Mi profesión no es creador de formatos, hay otras personas que saben hacerlo mucho mejor que yo.

¿Aceptarías estar en un programa de televisión que no tuviese nada que ver con la cocina?