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Las productoras de confianza de Vasile o cómo ganar control a menos coste
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Las productoras de confianza de Vasile o cómo ganar control a menos coste

Hace unos días Mediaset España anunciaba mediante comunicado su participación en la creación de Volare, una nueva sociedad que se encargará de la producción de sus

Hace unos días Mediaset España anunciaba mediante comunicado su participación en la creación de Volare, una nueva sociedad que se encargará de la producción de sus programas y emisiones deportivas. Al frente de la misma estará Chema Bautista, hasta ahora director de la División de Nuevos Negocios del grupo.

Era un movimiento que no sorprendía en el sector ya que el grupo dirigido por Paolo Vasile ya lo ha llevado a cabo con anterioridad en varias ocasiones. Y es que, desde la irrupción en escena de laSexta en el año 2006, cuyo accionariado estaba compuesto por una serie de productoras, la desconfianza llevó al italiano a apostar por productoras de confianza o participadas.

De esta forma, Mediaset -entonces Telecinco- apadrinó la creación de Mandarina Producciones (¡Qué tiempo tan feliz!, Las mañanas de Cuatro) y  La fábrica de la tele (Aquí hay tomate, Sálvame)  y entró en el accionariado de Miramón Mendi. Con ello, el grupo conseguía un exhaustivo ajuste de costes en los programas producidos, así como un control más cercano sobre sus programas.

Esta estrategia ha sido defendida por el grupo en continuas ocasiones ya que se consigue una mayor rentabilidad gracias a una optimización de las sinergias internas. Sin embargo, una parte del sector no ve con buenos ojos estos movimientos ya que se reduce la capacidad de estas productoras para actuar libremente en el mercado y resta posibilidades a otras. De hecho, la creación de algunas de ellas trajo consigo la rescisión de los contratos que tenía Mediaset con otras productoras ya consolidadas, y en ocasiones de no muy buena manera. 

Rescisión de contratos

Uno de los primeros ejemplos data de 2006. Entonces, Telecinco decidió no renovar el contrato de Salsa Rosa con Boomerang, a pesar de sus buenas audiencias,  y traspasó la producción a Mandarina. Esta nueva productora había sido creada meses antes por Santiago Botello, y tan sólo mes antes de la no renovación de Salsa Rosa había fichado al director de programas de Boomerang, Raul García. 

Una decisión parecida afectó meses antes a Martingala, según publicaba entonces Vertele, que creó la revista vespertina A tu lado y vio cómo Telecinco pasaba a producir directamente el programa a través de Atlas, con la misma presentadora y el noventa por ciento del equipo que había seleccionado la productora para poner en antena el formato.

También sufrió este tipo de jugada BocaABoca, que vio como la producción de Pasapalabra pasaba a manos de Xanela Producciones, la nueva productora de los hasta entonces director y realizador del concurso, Ángel Baviano y David Flecha. Según explicó Fórmula TV, se daba la circunstancia de que precisamente fueron ellos dos los que en su día adquirieron los derechos del formato para la productora española.  

No obstante, el caso más llamativo se producía en 2008. Entonces, la hasta entonces jefa de ficción de Grundy Producciones (Sin tetas no hay paraíso, Yo Soy Bea), Mariana Cortés abandonaba la productora para crear la suya propia, Big Bang Media, junto al ex director de Antena de Telecinco, Alberto Carullo. Lógicamente, la productora también estaba participada por Mediaset. Este movimiento llevó Grundy a desmantelar su departamento de ficción y finalmente a cesar su actividad por completo en nuestro país. 

Hace unos días Mediaset España anunciaba mediante comunicado su participación en la creación de Volare, una nueva sociedad que se encargará de la producción de sus programas y emisiones deportivas. Al frente de la misma estará Chema Bautista, hasta ahora director de la División de Nuevos Negocios del grupo.

Era un movimiento que no sorprendía en el sector ya que el grupo dirigido por Paolo Vasile ya lo ha llevado a cabo con anterioridad en varias ocasiones. Y es que, desde la irrupción en escena de laSexta en el año 2006, cuyo accionariado estaba compuesto por una serie de productoras, la desconfianza llevó al italiano a apostar por productoras de confianza o participadas.

De esta forma, Mediaset -entonces Telecinco- apadrinó la creación de Mandarina Producciones (¡Qué tiempo tan feliz!, Las mañanas de Cuatro) y  La fábrica de la tele (Aquí hay tomate, Sálvame)  y entró en el accionariado de Miramón Mendi. Con ello, el grupo conseguía un exhaustivo ajuste de costes en los programas producidos, así como un control más cercano sobre sus programas.

Esta estrategia ha sido defendida por el grupo en continuas ocasiones ya que se consigue una mayor rentabilidad gracias a una optimización de las sinergias internas. Sin embargo, una parte del sector no ve con buenos ojos estos movimientos ya que se reduce la capacidad de estas productoras para actuar libremente en el mercado y resta posibilidades a otras. De hecho, la creación de algunas de ellas trajo consigo la rescisión de los contratos que tenía Mediaset con otras productoras ya consolidadas, y en ocasiones de no muy buena manera. 

Rescisión de contratos

Uno de los primeros ejemplos data de 2006. Entonces, Telecinco decidió no renovar el contrato de Salsa Rosa con Boomerang, a pesar de sus buenas audiencias,  y traspasó la producción a Mandarina. Esta nueva productora había sido creada meses antes por Santiago Botello, y tan sólo mes antes de la no renovación de Salsa Rosa había fichado al director de programas de Boomerang, Raul García. 

Una decisión parecida afectó meses antes a Martingala, según publicaba entonces Vertele, que creó la revista vespertina A tu lado y vio cómo Telecinco pasaba a producir directamente el programa a través de Atlas, con la misma presentadora y el noventa por ciento del equipo que había seleccionado la productora para poner en antena el formato.

También sufrió este tipo de jugada BocaABoca, que vio como la producción de Pasapalabra pasaba a manos de Xanela Producciones, la nueva productora de los hasta entonces director y realizador del concurso, Ángel Baviano y David Flecha. Según explicó Fórmula TV, se daba la circunstancia de que precisamente fueron ellos dos los que en su día adquirieron los derechos del formato para la productora española.  

No obstante, el caso más llamativo se producía en 2008. Entonces, la hasta entonces jefa de ficción de Grundy Producciones (Sin tetas no hay paraíso, Yo Soy Bea), Mariana Cortés abandonaba la productora para crear la suya propia, Big Bang Media, junto al ex director de Antena de Telecinco, Alberto Carullo. Lógicamente, la productora también estaba participada por Mediaset. Este movimiento llevó Grundy a desmantelar su departamento de ficción y finalmente a cesar su actividad por completo en nuestro país. 

Paolo Vasile