Es noticia
‘Telecirco’ o cuando el espectador se convierte en cómplice del programador
  1. Televisión
TELEVISIÓN

‘Telecirco’ o cuando el espectador se convierte en cómplice del programador

Jordi González y Sandra Barreda lanzaban en La Noria el reto “¿Hasta dónde llegarían? ¿Qué estarían dispuestos a hacer algunos por 50 euros?”. Acto seguido se

Jordi González y Sandra Barreda lanzaban en La Noria el reto “¿Hasta dónde llegarían? ¿Qué estarían dispuestos a hacer algunos por 50 euros?”. Acto seguido se veía a un redactor en la calle mostrándole el billete a una pobre ciudadana ya entrada en años y aparentemente desamparada. Lo consiguió sí, pero a cambio tuvo que desnudarse y pasear con sus medias y su viejo sostén ante la mirada atónita de quienes paseaban por allí. Fue, con todas las letras, una humillación. El share y los índices de audiencia han llevado a las televisiones a ir más allá del límite.

Esa misma semana, veíamos en Cuatro cómo Conexión Samanta ponía manos al volante a Farruquito y lo hacía tras fiestas, bailes y unas buenas dosis de cubatas. El objetivo parecía más bien claro, absoluto regodeo en el morbo de ver a quien mató - sin seguro y completamente ebrio - a un ciudadano, Benjamín Olalla. No hay que imaginar demasiado qué debió pensar su viuda al ver a Farruquito haciendo, presuntamente, negocio con su delito.

Jordi González y Sandra Barreda lanzaban en La Noria el reto “¿Hasta dónde llegarían? ¿Qué estarían dispuestos a hacer algunos por 50 euros?”. Acto seguido se veía a un redactor en la calle mostrándole el billete a una pobre ciudadana ya entrada en años y aparentemente desamparada. Lo consiguió sí, pero a cambio tuvo que desnudarse y pasear con sus medias y su viejo sostén ante la mirada atónita de quienes paseaban por allí. Fue, con todas las letras, una humillación. El share y los índices de audiencia han llevado a las televisiones a ir más allá del límite.

Cuatro