El nuevo Karate Kid o la americanización del kung fu

Se han empeñado en Hollywood en filmar películas de más de dos horas de duración por alguna extraña razón de rentabilidad. Sin embargo, en más de una ocasión, el espectador se sentiría mucho menos defraudado si la película no le empezara a aburrir a partir de la hora. Y eso que ahora paga mucho más por su entrada de cine.

Algo así ocurre con el remake de Karate Kid. La película tiene todos los ingredientes para pasar un buen rato: una historia conocida, una banda sonora excelente firmada por el gran James Horner, una fotografía excelentemente cuidada, que hace que el espectador se enamore de China; y por si fuera poco, un protagonista infantil, el hijo de Will Smith, Jaden Smith, del que se nota que lleva la interpretación en la sangre.

Sin embargo, el desconocido director noruego, Harald Zwart, ha fallado en los tiempos. 140 minutos de metraje. Resulta curioso que una película dirigida al público infantil no cuide el ritmo, mostrando momentos innecesarios del entrenamiento del joven y que no podamos disfrutar de la verdadera acción hasta el mismo final de la cinta.

¿Habrá querido trasladar Zwart la filosofía de la película de con actitud y constancia se consiguen los objetivos al espectador? Estando Hollywood de por medio... permítanme dudarlo. Para América, una película de valores orientales sería demasiado aburrida.

Por eso, y como ocurre en otras muchas películas, Zwart no ha dudado en americanizar la cinta con vistas a atraer al público yanki y europeo, aunque le haya supuesto alejarse del espíritu de la cinta original. De hecho, al principio del filme, el director no duda en reírse de las palabras del profesor Miyagui del Karate Kid original: "El hombre que sea capaz de cazar moscas con palillos será capaz de cualquier cosa". Ni mucho menos. Nada de palillos. Jackie Chan caza moscas con matamoscas.

LO MEJOR: La banda sonora de James Horner y la cuidada fotografía.

 

LO PEOR: El metraje (140 minutos) y los momentos innecesarios del entrenamiento.

 

Criterio de valoración:
Obra maestra.
Muy buena.
Buena.
Interesante.
Regular.
Mala.