Concha García Campoy, esa gran olvidada

Parafraseando a la sobrina de Rocío Jurado, Chayo Mohedano: ¿Por qué Ana Rosa Quintana sí y Concha García Campoy no?

Desde que la reina de las mañanas, María Teresa Campos, se retirara de la guerra de audiencias matutinas y cediera el trono, aunque en su versión republicana, a Ana Rosa Quintana; muchas han sido las que han querido hacer sombra a la empresaria, madre y editora de la revista AR.

Antena 3 optó por Susana Griso, que durante la pasada temporada se convirtió en un hueso bastante difícil de roer, consiguiendo arrebatar el trono a Ana Rosa durante algunos meses. Esta temporada las cosas son completamente distintas y rara es la vez que Espejo Público logra acercarse en audiencia a El Programa de AR, que lidera con facilidad cada mañana.

La 1 por su parte ha ido probando con distintas fórmulas hasta dar esta temporada con Mariló Montero, una periodista muy querida en Andalucía y que fue presentada como si fuera una 'Reina Católica' (por eso de no tirar del morbo y el corazón) con la misión de reconquistar la franja perdida de la mañanas. La misión ha terminado en fracaso.

Allá por el año 2006 Cuatro decidía entrar en esta guerra matutina con todo un peso pesado de la comunicación: Concha García Campoy. La joven cadena ponía toda la carne en el asador y cubría su parrilla matinal con un gran programa con el esquema clásico de los magacines matinales.

La apuesta era arriesgada pero la cadena buscaba atraer a un tipo de audiencia distinta al de Quintana con un programa donde el corazón y los sucesos no centraran el protagonismo. Campoy era perfecta. Una periodista madura, con carisma, parecida a Quintana, pero con un currículum que hacía presagiar que no caería con tanta facilidad en el morbo.

Sí a la ordinariez

Pero las buenas intenciones no son suficientes y Las mañanas de Cuatro y su intento por hacer de los programas matinales algo más informativo y menos 'ordinario' ha fracasado.

A principios de esta temporada la cadena de Prisa decidía remodelar el matinal de Campoy con un drástico corte de contenidos y duración. El programa pasó a durar tan sólo una hora y para ello prescindió del corazón y así centrarse únicamente en actualidad, investigación y mesa política.

De esta manera Campoy se ha convertido en la gran olvidada de esta guerra de audiencias obteniendo datos muy alejados de sus rivales. La media del programa está entorno a un 6-7% y todo parece presagiar que el programa tiene sus días contados de cara al próximo año.

¿Por qué Ana Rosa Quintana sí y Concha García Campoy no?

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