Costa Gavras: “Occidente no es el Paraíso”

El cineasta comprometido político y socialmente por excelencia Costantinos Costa Gavras ha presentado esta mañana en Madrid su última película, Edén al Oeste, una fábula sobre la inmigración en este mundo globalizado. El Confidencial ha charlado con él.

¿Ha cambiado el mundo de hoy frente al que conoció cuando llegó a París?

En la Francia de los años 50 había una necesidad ingente de inmigrantes. Antes la sociedad era muy abierta. Hoy existen partidos muy conservadores como el del Sr. Le Penn que ha dado un discurso muy negativo, diciendo que la inmigración va a cambiar las leyes francesas, la religión, ¡hasta los colores de la bandera! Y todo este discurso la gente simple se lo ha creído al pie de la letra. El racismo es una constante en nuestra sociedad, pero hoy en día es mucho más fuerte que antes.

¿Cómo cree que ha cambiado la percepción de sus películas? ¿Todavía conmueven? ¿A quién cree que llega ahora su cine?

Mis films han cambiado,  como he cambiado yo, físicamente y probablemente también filosóficamente. La sociedad… Todo ha cambiado y el espectador, también. No me gusta saber cómo es el espectador. Porque puedes caer en la tentación de saber qué es lo que quieren e intentar satisfacerlos sería el gran error.

¿Qué mensaje quería transmitir con esta película?

No me gusta la palabra mensaje. No me gusta soltar discursos ni políticos ni de otra índole. Menos aún un discurso universal. Me gusta contar historias sobre el ser humano. Sobre todo me gusta que las historias tengan emoción. Necesitamos historias, ahora bien, es el espectador quien debe elegir qué hacer con ella. 

¿Nos puede decir algo sobre el tono escogido para la trama?

Una fábula puede ser política también. Quería mostrar al inmigrante de una manera completamente distinta.Tendemos a retratarlo automáticamente como esa persona que lleva el drama consigo y lo exporta a la sociedad que lo “acoge”. De ahí el tono de la película. ¡Occidente no es el Paraíso! De ahí el título 'Edén al Oeste'.

¿Algún comentario sobre el final abierto de Edén al Oeste?

Me parece necesario crear un tipo de intercambio con el espectador, que el espectador participe en la narración.

Hay una convicción en la actualidad que el papel del intelectual ha quedado relegado. Cómo tal, ¿se siente escuchado?

Lo espero (risas). No pienso que tenga la verdad absoluta. Es difícil, pero hay que participar. No quiero hacer un dogma de esto. Somos parte de la sociedad y tenemos una obligación permanente con ella.

En cuanto a temas en su filmografía ha tocado la dictadura chilena, el silencio de la Iglesia frente al Holocausto, ha atacado al mundo empresarial, al de los medios de comunicación… ¿le falta algún estamento o poder en el cual meter el dedo en la llaga?

El Poder en sí… lo es todo, como principal fuente de abuso. Siempre habrá historias sobre el poder.