Borra WhatsApp... y hasta la 'app' del banco: así cuidan su móvil los 'locos' de la privacidad

"Puedes ponerme, si quieres, la foto con la cabeza envuelta con papel albal", bromea Paloma Llaneza al otro lado del teléfono. Ella es abogada experta en derecho tecnológico y ciberseguridad. También es autora de 'Datanomics', un libro que pone de manifiesto la industria que hay en torno a nuestra información y cómo consiguen que prácticamente los regales a las empresas sin darte cuenta. Ella es una de los 'pepitos grillos' de los datos personales. Una de esas voces, a los que algunos tachan de cierta paranoia, que alertan día sí y día también de los peligros silenciosos de cosas como el WhatsApp, Chrome, Google Maps u otras tantas herramientas y aplicaciones cotidianas.

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Manuel Ángel Méndez

Aprovechando que este martes, 28 de enero, se vuelve a celebrar el 'Día Internacional de la Protección de Datos' hemos hablado con varios expertos en la materia para saber cómo gestionan sus dispositivos en su día a día, qué les genera más inquietud, qué aplicaciones evitan a toda costa y cuáles les toca tragar porque no hay más remedio. Además de Llaneza, hemos charlado con Omar Benbouazza, hacker español y co-organizador de RootedCON; y con Marta Peirano, periodista, escritora y experta en ciberseguridad y propiedad intelectual.

"Nunca me compraría un Android"

"Lo primero es elegir un sistema operativo adecuado. Y eso, claro está, limita las opciones", contesta Paloma Llaneza. Ella es propietaria de un iPhone 8. "Siempre he tenido teléfonos con iOS y no es únicamente por gustos personales", añade. La abogada sostiene que nunca se compraría un teléfono con Android o un terminal con un eventual sistema operativo de Huawei. "Es un sistema operativo diseñado para vigilarte. Si te lo configuras bien, quizás puedes evitar que te escruten las aplicaciones, pero no vas a cortar el riego a Google", remata.

"Esto no es hacerse ilusiones o hablar sin cifras. Me fijo en las cuentas de resultados. Con Apple veo que, de momento, sus ingresos provienen mayoritariamente de la venta de hardware, así que los datos serán importantes pero no críticos para el negocio", añade. "Habrá que ver qué ocurre, si lo mantienen, ahora que se van a centrar aún más en servicios, después de su apuesta musical y de vídeo. Pero de momento no estamos ante un sistema operativo gratuito que te ofrece servicios no a cambio de dinero, sino de datos, como es Android".

Maps, su única excepción

Una de las cosas que Llaneza tiene completamente restringida es la geolocalización de su teléfono móvil. "Ahora la situación es mejor, porque en las últimas entregas te deja hacerlo individualmente por cada aplicación y cuando lo usas y cuando no. Antes si te negabas, no funcionaban ciertas 'apps'", explica. "Aun así prefiero caparla completamente, porque al final del día se te acaban colando más aplicaciones de lo que quieres".

Si se pregunta a Llaneza porque aplicaciones evitar a toda costa, la respuesta es tajante. Todas las de la familia Facebook. "Dejé de utilizar WhatsApp completamente desde que Facebook la compró. Y en la red social tengo un perfil, sin fotos ni contenido e inactivo desde hace diez años, por el tema de la 'ocupación' digital'", resume. También recomienda prescindir en la medida de lo posible, de los servicios del universo Google. Ella hace una única excepción: Maps. "No uso Chrome ni el buscador. Tiro de DuckDuck Go. Lo único que uso es Maps y lo hago sin estar dada de alta como usuaria, pero asumo el riesgo de que me identifiquen".

"Encriptación local y luego a la nube"

Para sus contraseñas no utiliza un gestor de claves, sino que utiliza una metodología propia para que sean seguras y se ocupa de que nunca fuera iguales. También evita el uso de carpetas de archivos en línea y almacenamiento en la nube y en caso de utilizarlo se asegura que la encriptación se "produzca localmente y se carguen ya encriptados". "Tengo que cuidar especialmente eso por mi profesión. Evito compartirlos en línea y si no queda otro remedio, nunca es información de cliente".

La abogada también habla de evitar de juegos y aplicaciones ocasionales de las que desconocemos su verdadero origen. "En general limitaría el número de aplicaciones instaladas. Ese es mi principal consejo. WhatsApp es negativo pero también lo es tener las 'apps' de las tiendas o del banco. Puedes entrar por el navegador. Te ahorras un par de clics a cambio de que tus datos estén en manos de muchísimas personas".

Ten lo menos posible

"No tengo absolutamente ninguna aplicación que no necesite", cuenta Marta Peirano, que coincide con Paloma Llaneza en este punto. "Tuve que eliminar un montón de cosas cuando configuré el móvil, un montón de programas que no he echado de menos",añade. Esta periodista y escritora, autora de libros como 'El enemigo conoce el sistema' o 'El pequeño libro rojo del activista en la red', sin embargo, no tiene problemas en utilizar Android. "Yo tengo un Pixel, que es un smartphone de Google. Y mi principal medida de seguridad es ser consciente de que tengo Android en el bolsillo".

Peirano cuenta que tiene todas las etiquetas de geolocalización y acceso a contenido cerradas. "Sé que en el fondo son permisos que realmente me quito a mí, que no le quito a Google. No confío en absoluto de que sean medidas que me protejan especialmente".

Web siempre que se pueda

Esta periodista insiste en la idea de tener un escritorio "minimalista" en su terminal. "Tengo lo estrictamente imprescindible", insiste por segunda vez. No tiene ninguna aplicación que disponga de acceso web. Pone el ejemplo de Twitter. "Es una red social incondicional para periodistas que se dedican a tecnología o política. Pero no lo tengo instalado. Utilizo mi navegador que es Opera, que me gusta porque tiene funciones como una VPN integrada. Es más incómodo, pero prescindo del control de la app".

Habla del manido dicho de que la tecnología "nos hace más fácil la vida". "En realidad hacen lo contrario: hacer más incómodo que tomes la decisión que no quieren que tomes", argumenta. Pone el ejemplo de la biometría, de la que ella prescinde por completo. No usa ni huella ni reconocimiento facial. "Utilizo un PIN de más de cuatro números y ocurre eso. Antes, cuando era la única opción para desbloquear el móvil, teníamos teclados virtuales más generosos", recuerda. Ahora se han encogido. "De vez en cuando fallo porque mis dedos son bastante más grande, pero siento cierta satisfacción, estoy haciendo algo de resistencia responsable", bromea.

Doble autenticación

Otras de las medidas que toma Peirano es llevar siempre las cámaras tapadas. "Es algo imprescindible. Hay muchas 'apps' que te piden tener acceso a la cámara y no especifican cuando se pueden utilizar y cuando no", remata. ¿Y WhatsApp? ¿Lo usa o no? "Lo utilizo porque no queda otro remedio. Mi aplicación escogida para mensajería es Signal pero a día de hoy la posibilidad de tener una vida social laboral, económica o familiar completa sin esa app es muy difícil", remata.

Un detalle que subraya esta periodista es el uso de doble autenticación. Ella lo hace con todas sus 'apps'. "Es algo imprescindible y todo el mundo debería tenerlo. No va a frenar a la NSA pero sí que será un elemento disuasorio a muchos otros ataques".

Ten un chivato

De las pocos programas que tiene en su terminal instalados son algunos cuyo objetivo es detectar si hay algún "comportamiento anormal" en su teléfono. "Un consumo de datos excesivo o un gran gasto de batería pueden indicar que algo no va bien, así que cada ciertos días estas 'apps' me escanean el móvil".

Asegura que las medidas que toma en su ordenador no difieren mucho de las que toma para proteger la información de su teléfono. "En mi caso, que soy una linuxera convencida, utilizo Debian. Y es un sistema operativo muy esquelético, que he montado yo pieza a pieza, para tener controlado siempre lo qué ocurre".

Ojo con las finanzas y...las citas

El tercero de los expertos consultados, Omar Benbouazza, muestra el mismo reparo hacia las aplicaciones más extendidas. "WhatsApp lo utilizo principalmente para temas familiares, pero prefiero Signal o Telegram para la mensajería. Soy poco confiado hacia Facebook, fue 'late adopter' y lo dejé pronto", confiesa.

Sin embargo, cuando se le pregunta por 'apps' que nunca instalaría en su terminal -utiliza un iPhone y un teléfono con Linage OS, que está basado en Android prácticamente sin aplicaciones- responde que le dan especial reparo las de 'dating' o las que ayudan a gestionar cuentas bancarias.

"Los datos que se les cede gratuitamente podrán ser usados contra ti el día de mañana, cuando por ejemplo haya una fuga de datos, y se emplee esa información para averiguar tu tendencia sexual o negarte una hipoteca porque gastas mucho dinero en viajar por ejemplo", cuenta mientras que recomienda tener contraseñas seguras y diferentes para estos servicios concretos. Dice que lo importante es tener "sentido común" y asegura que si hay una 'app' que lleva "sin utilizar dos meses", la desinstala por completo.

Cifrado adicional

Aunque cada vez los fabricantes se ocupan en instalar nuevas capas de seguridad, este 'hacker' español avisa de que es necesario tomar medidas adicionales. "El mayor de los problemas cuando roban un dispositivo es que la información casi siempre es accesible con un poco de conocimiento", relata. "Es muy importante cifrar la información y los propios dispositivos", continúa. Pero no se limita a recomendar la encriptación de estos archivos mediante carpetas seguras y programas dedicados sino que también recomienda hacer lo propio con la comunicación. "Para ello utilizo aplicaciones VPN. Pero me preocupo que no sean gratuitas, porque pueden tener un doble fondo".

Considera que es más fácil mantener a raya la información que compartimos en el ordenador que en el móvil, aunque la aparición de "la nube" ha cambiado esta regla. "Por eso es importante tener un buen antivirus actualizado y el disco cifrado".

No solo tapa la cámara

"Yo llevo siempre cinta aislante conmigo, un rollo", responde cuando se le pone sobre la mesa la costumbre de tapar las cámaras de esta forma. Explica que es la más efectiva a día de hoy. Sin embargo, dice que no es lo único que le preocupa. Ciertos ataques están dirigidos a utilizar otros elementos de los equipos. "Tengo otro dispositivo que conecto a la salida de auriculares, que inhabilita el micrófono del ordenador o teléfono móvil", comenta cuando se le pregunta por las medidas extra que toma en sus portátiles, un Macbook y un ordenador con Linux.

"Muchas veces escucho a la gente decir que no tienen nada que ocultar. Es una pena, porque la gente no es consciente de que hoy en día lo que más vale son los datos, y las empresas lo saben y los compran", concluye.