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El diseño explota como elemento diferencial en Silicon Valley
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El diseño explota como elemento diferencial en Silicon Valley

Una de las tendencias más claras en el área de producto que detecté al poco de llegar a San Francisco, fue la cada vez mayor importancia

Una de las tendencias más claras en el área de producto que detecté al poco de llegar a San Francisco, fue la cada vez mayor importancia que se le da al diseño, tanto por parte de los emprendedores como por parte de inversores, medios de comunicación especializados, e incluso por el usuario final. Y esa tendencia, que creo ya comenté en algún artículo anterior de los #SiliconValleyFacts, ha explotado de repente en las últimas semanas con fuerza, hasta convertir al diseño en uno de los elementos clave hoy en día a la hora de evaluar cualquier proyecto digital. Para triunfar hoy en día no basta con tener un producto "funcional": además tiene que ser bonito.

No deja de ser curioso. Hemos pasado de un mercado donde han triunfado productos más feos que el hermano feo de los Calatrava, como Craiglist o el propio Facebook, a un mercado donde el "look&feel" es el elemento diferencial de muchas startups, y donde ser guapo como Don Draper supone un valor en sí mismo para una empresa, hasta el punto de convertirse incluso en el motor del negocio.

En los últimos días el número de casos se multiplica. Tenemos el ejemplo de Fab.com, que anunció el miércoles que ha conseguido 40 millones de dólares de inversión en una segunda ronda (o serie B como lo llaman aquí) liderada nada menos que por Andreessen Horowitz, el fondo de capital riesgo de moda. ¿Y a qué se dedica Fab.com para merecer tanto amor? Pues precisamente es una especie de Groupon para personas a las les gusta el diseño. Y su diseño, cómo no, mola mucho (aunque con seguridad ésa no es la única razón por la que ha conseguido la inversión, claro).

Tenemos también el ejemplo de Path, una aplicación para iPhone con formato de red social, que tras un lanzamiento anodino y sin éxito hace un año, ha presentado ahora su nueva versión con un rediseño que ha sido el "pelotazo" digital de la semana pasada. Los piropos sobre su interfaz han sido generalizados... y lo cierto es que la nueva aplicación tiene un diseño y un funcionamiento increíbles. Como dice Jason Calacanis en este (irregular) artículo, Path ha pasado de "zero to hero" en una sola versión, básicamente con un cambio de diseño. Le dan tanta importancia, que hasta su página de error 404 ha merecido elogios... como esta otra de Mint, que muestra el mimo que se le otorga actualmente a cada detalle.

Y poniendo ejemplos en negativo, Red Karaoke ha sido muy criticado en el Valle por su interfaz y su diseño. Muchas personas nos han dejado muy claro que les encanta nuestro proyecto, que tenemos la mejor tecnología y el mejor contenido... pero que tenemos que mejorar la parte estética si queremos triunfar. Bien, mensaje captado, y a trabajar en ello. Otro ejemplo: el otro día le cambié a mi mujer nuestro Apple TV por el nuevo Google TV, y aunque el contenido y la funcionalidad que ofrece éste último es 100 veces más potente, en un primer momento ella dejó clara su preferencia por el dispositivo de Apple porque su interfaz es mucho más atractiva y fácil de usar. Y aún un ejemplo más: las recientes críticas a Android por la falta de fluidez de su funcionamiento, que le hace parecer "tosco" al utilizarlo en la mayoría de los móviles, al compararlo con iPhone o Windows Phone.

Antes de que nadie me tire piedras por haber matado a los contenidos o al colectivo de ingenieros: no, el diseño por sí solo no servirá de nada. Sin una buena idea, tecnología y contenidos no hay nada que hacer, se dan por descontado como el valor en la "mili", y si no que se lo digan al propio Path y a Google Plus (y sus Circles): un diseño, por excepcional que sea, no lo es todo y no puede solucionar una mala concepción de producto. O que se lo digan a Flipboard, una aplicación para iPad de agregación de contenidos cuyo éxito se ha basado en su espectacular interfaz, y que tras lanzar ayer con gran éxito su esperada aplicación para iPhone, se queda hoy fuera de juego por la aparición de un competidor inesperado: Google Currents, que hace lo mismo (agregar contenidos), también con un diseño espectacular... y encima está también disponible en Android. Una demostración palpable de que el diseño por sí solo no es suficiente ventaja competitiva para nadie... y un ejemplo de que también Google, si se pone, puede hacer cosas atractivas refutando mi artículo de hace dos semanas (¡bien!).

En cualquier caso parece claro que el diseño ha pasado de ser algo importante (nice to have) pero no vital, a estar en el centro de la estrategia de muchas compañías y a ser una exigencia (must have). Antes, en la mayoría de los casos valía con que las cosas fueran usables, fáciles de entender y usar por el usuario. Ahora además deben ser bonitas, sorprendentes, espectaculares. ¿De qué me sonará a mi esto de hacer cosas que funcionen bien y sean atractivas por sí mismas? Hay un artículo del lunes titulado "La edad de oro del diseño en startups" que refleja la situación razonablemente bien y que ha hecho fortuna por estos lares. Aunque en mi opinión exagera un poco (es la visión de un diseñador), proporciona datos muy interesantes y apunta en la dirección correcta: ¿tiene Apple parte de culpa de esta nueva fiebre por el diseño? Yo apostaría que sí.

Una de las tendencias más claras en el área de producto que detecté al poco de llegar a San Francisco, fue la cada vez mayor importancia que se le da al diseño, tanto por parte de los emprendedores como por parte de inversores, medios de comunicación especializados, e incluso por el usuario final. Y esa tendencia, que creo ya comenté en algún artículo anterior de los #SiliconValleyFacts, ha explotado de repente en las últimas semanas con fuerza, hasta convertir al diseño en uno de los elementos clave hoy en día a la hora de evaluar cualquier proyecto digital. Para triunfar hoy en día no basta con tener un producto "funcional": además tiene que ser bonito.

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