Es noticia
BlackBerry pega duro con el Bold
  1. Tecnología

BlackBerry pega duro con el Bold

¿Zapatero a tus zapatos? Parece que no. BlackBerry se resiste a ser etiquetado como el aburrido hacelotodo de los ejecutivos y se aleja a zancadas del

Foto: BlackBerry pega duro con el Bold
BlackBerry pega duro con el Bold

¿Zapatero a tus zapatos? Parece que no. BlackBerry se resiste a ser etiquetado como el aburrido hacelotodo de los ejecutivos y se aleja a zancadas del cliché de móvil aburrido y vinculado exclusivamente a la productividad y el trabajo. RIM quiere su tajada en el suculento mercado del ocio y tiene bien claro que los fines de semana, en los aeropuertos y en horas muertas, los usuarios de sus terminales también respiran y quieren divertirse.

Dentro de la apabullante oferta de los canadienses (sin duda la marca más prolífica del momento) hay que hacer mención especial al Bold (término que aprovecha RIM en sus dos acepciones: "negrita", en alusión al color y tipo de letra, y "valiente", al paso dado por BlackBerry con este equipo). Este smartphone puede con todo y tiene prácticamente todo lo existente en el mercado: conectividad de datos de alta velocidad 3G, GPS, WiFi, Bluetooth...

No se puede decir que sea el primer BlackBerry con 3G (existía una versión específica para Vodafone, la 8707v), pero sí el primero en venderse globalmente. El Bold corre como el diablo en la navegación y descarga de datos, que producen una satisfacción especial al estar dentro de las tarifas planas de los operadores; aunque tras un par de horas de uso intenso uno empieza a ver las orejas al lobo, y es que el Bold no es ajeno al mal endémico que afecta a todos los 3G: la batería.

No se sabe si la conectividad 3G va por delante del desarrollo de baterías o bien si las baterías llevan retraso con respecto a las necesidades actuales, el caso es que con el Bold, al igual que sucedía en otros 3G, hay que hacer economías a la hora de navegar y conectarse inalámbricamente (no digamos utilizar el GPS). La batería no da más de sí y acaba de cuajo con la alegría producida por navegar a alta velocidad con tarifas BlackBerry.

Pese a todo, si se restringen las conexiones inalámbricas (nada de WiFi y poco Bluetooth), el Bold es un cúmulo de satisfacciones. Tal vez se le pueda reprochar un excesivo tamaño y un interfaz gráfico (el nuevo BlackBerry OS 4.6) al que hay que acostumbrarse, y en algunas ocasiones pueda exasperar ver el reloj del sistema actuar antes de ejecutar un comando, pero poco más. La pantalla es sencillamente impresionante y en la cámara de fotos es donde parece que RIM ha hecho algunas economías, o más bien no ha invertido lo que se merecería un equipo de esta categoría. El Bold es un producto redondo que limadas estas asperezas, bien vale lo que cuesta.

¿Zapatero a tus zapatos? Parece que no. BlackBerry se resiste a ser etiquetado como el aburrido hacelotodo de los ejecutivos y se aleja a zancadas del cliché de móvil aburrido y vinculado exclusivamente a la productividad y el trabajo. RIM quiere su tajada en el suculento mercado del ocio y tiene bien claro que los fines de semana, en los aeropuertos y en horas muertas, los usuarios de sus terminales también respiran y quieren divertirse.

Dentro de la apabullante oferta de los canadienses (sin duda la marca más prolífica del momento) hay que hacer mención especial al Bold (término que aprovecha RIM en sus dos acepciones: "negrita", en alusión al color y tipo de letra, y "valiente", al paso dado por BlackBerry con este equipo). Este smartphone puede con todo y tiene prácticamente todo lo existente en el mercado: conectividad de datos de alta velocidad 3G, GPS, WiFi, Bluetooth...

No se puede decir que sea el primer BlackBerry con 3G (existía una versión específica para Vodafone, la 8707v), pero sí el primero en venderse globalmente. El Bold corre como el diablo en la navegación y descarga de datos, que producen una satisfacción especial al estar dentro de las tarifas planas de los operadores; aunque tras un par de horas de uso intenso uno empieza a ver las orejas al lobo, y es que el Bold no es ajeno al mal endémico que afecta a todos los 3G: la batería.

No se sabe si la conectividad 3G va por delante del desarrollo de baterías o bien si las baterías llevan retraso con respecto a las necesidades actuales, el caso es que con el Bold, al igual que sucedía en otros 3G, hay que hacer economías a la hora de navegar y conectarse inalámbricamente (no digamos utilizar el GPS). La batería no da más de sí y acaba de cuajo con la alegría producida por navegar a alta velocidad con tarifas BlackBerry.

Pese a todo, si se restringen las conexiones inalámbricas (nada de WiFi y poco Bluetooth), el Bold es un cúmulo de satisfacciones. Tal vez se le pueda reprochar un excesivo tamaño y un interfaz gráfico (el nuevo BlackBerry OS 4.6) al que hay que acostumbrarse, y en algunas ocasiones pueda exasperar ver el reloj del sistema actuar antes de ejecutar un comando, pero poco más. La pantalla es sencillamente impresionante y en la cámara de fotos es donde parece que RIM ha hecho algunas economías, o más bien no ha invertido lo que se merecería un equipo de esta categoría. El Bold es un producto redondo que limadas estas asperezas, bien vale lo que cuesta.