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Obama se da un plazo de tres años para acabar con la guerra de Afganistán
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Obama se da un plazo de tres años para acabar con la guerra de Afganistán

Una fecha de retirada. El presidente Barack Obama entregó anoche un calendario de repliegue a los ciudadanos estadounidenses, cada vez más descontentos con la marcha de

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Obama se da un plazo de tres años para acabar con la guerra de Afganistán

Una fecha de retirada. El presidente Barack Obama entregó anoche un calendario de repliegue a los ciudadanos estadounidenses, cada vez más descontentos con la marcha de la guerra en Afganistán, casi una década después de que Washington lanzase la invasión contra el régimen taliban. El presidente, en un discurso de 35 minutos en la academia militar de West Point, anunció que las tropas norteamericanas comenzarán a abandonar el país en julio de 2011.

 

Obama advirtió de que el movimiento talibán ha cobrado impulso y la red terrorista Al Qaeda mantiene sus refugios a lo largo de la frontera con Pakistán. "El peligro no hará más que crecer si la región retrocede y Al Qaeda puede operar con impunidad", dijo. Por ello, indicó, "he decidido que es en nuestro interés nacional vital el enviar 30.000 soldados estadounidenses adicionales a Afganistán", donde está desplegada una fuerza internacional de cerca de 100.000 militares, de los cuales 68.000 proceden de EEUU. Esta cifra supone 10.000 soldados menos de los exigidos por el general Stanley McChrystal, jefe de la ISAF y de la operación Libertad Duradera, para revertir el rumbo del conflicto.

 

Estos refuerzos "nos ayudarán a crear las condiciones para que EEUU pueda transferir la responsabilidad a los afganos" y que las fuerzas locales puedan hacerse cargo de la seguridad de su propio país, el objetivo final en la guerra, destacó.

 

Al apostar por la estrategia de un refuerzo sustancial de tropas, en contra de lo que piensa el vicepresidente Biden y muchos congresistas del Partido Demócrata, Obama pretende presionar al Gobierno de Hamid Karzai para que acelere el adiestramiento del ejército afgano. En este sentido, el presidente estadounidense lanzó una dura advertencia a los dirigentes afganos y al Gobierno de Karzai, a los que les advirtió que "se han acabado los días en los que recibían un cheque en blanco".

Obama afirmó que apoyará a los líderes "que combatan la corrupción y defiendan a la gente", pero al mismo tiempo "esperamos que los que no sean eficientes o sean corruptos tengan que rendir cuentas". De esta forma, mostró en su intervención el c
onvencimiento de que sus aliados aumentarán su contribución, pues "lo que está en juego no es sólo una prueba de la credibilidad de la OTAN, lo que está en juego es la seguridad de nuestros aliados y la seguridad común del mundo". "Algunos han aportado ya tropas adicionales y tenemos confianza en que habrá nuevas contribuciones en los próximos días y semanas", indicó Obama. El primer ministro británico, Gordon Brown, ya ha anunciado 500 soldados más.

A finales de esta semana comienza una reunión ministerial de la OTAN en Bruselas, a la que tiene previsto asistir la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y los aliados abordarán la nueva estrategia estadounidense.

 

Un refuerzo nada barato

El refuerzo, admitió Obama, no será barato. Lo cifró en cerca de 30.000 millones de dólares en un año, un millón de dólares por hombre. "Colaboraré estrechamente con el Congreso para hacer frente a estos costes, al tiempo que trabajamos para reducir el déficit", dijo el mandatario, que recordó que cuando asumió la presidencia en enero el costo de las guerras en Irak y Afganistán se acercaba a un billón de dólares.

 

En este sentido, Obama viene a decir que la ayuda militar no será eterna, con la intención de calmar el descontento de los estadounideses. Pero, dado el grave deterioro de la situación, la Casa Blanca pretende completar el despliegue en un tiempo récord, a finales de mayo. Cuando el presidente autorizó el envío de otros 21.000 soldados el pasado abril, el último soldado estadounidense llegó a Afganistán cinco meses después.    

Con este discurso, Obama espera convencer a una opinión pública y a un Congreso estadounidenses cada vez más reacios a la guerra en Afganistán, que se encuentra ya en su noveno año y ha costado la vida a 918 soldados de EEUU.

 

El nuevo Vietnam       

 

Una fecha de retirada. El presidente Barack Obama entregó anoche un calendario de repliegue a los ciudadanos estadounidenses, cada vez más descontentos con la marcha de la guerra en Afganistán, casi una década después de que Washington lanzase la invasión contra el régimen taliban. El presidente, en un discurso de 35 minutos en la academia militar de West Point, anunció que las tropas norteamericanas comenzarán a abandonar el país en julio de 2011.

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