El Qatargate. El Fifagate. La explotación de trabajadores y muertes en la construcción de los estadios. El nulo interés de la monarquía qatarí por los derechos humanos en general y de las mujeres y las personas homosexuales en particular.

Desde que se le adjudicó el Mundial, Qatar ha recibido una cascada de críticas sobre su modelo de estado y de gestión que bien podrían haber puesto en riesgo la organización del torneo en cualquier otro país. 

Y muchos pensarán, y con razón, que a Qatar se le permite hacer lo que quiere porque se bañan en dinero y compran intereses aquí y allí, con el fruto de sus yacimientos gasísticos y petrolíferos.

Pero detrás de lo evidente hay otras dimensiones de poder que explicamos en este vídeo.