Después de meses de preparación, y de asombrar a medio mundo, el avión más avanzado de la fuerza aérea de Rusia se estrenará en zona de conflicto. Lo hará en Siria como una muestra más de la escalada militar que vive la zona en los últimos meses.
Este caza, fabricado por la compañía Sukhoi, es el primero de quinta generación del ejército de Rusia, compite directamente con el F-22 Raptor estadounidense y tiene como objetivo convertirse en el avión furtivo más completo del mundo. ¿Su principal problema? Los motores.
En Siria, el Su-57 (también conocido como T-50 o PAK FA) deberá demostrar que el enorme coste de su creación y los retrasos que ha tenido en su lanzamiento (debía estar listo en 2016, tras 7 años de desarrollo), han merecido la pena. La aeronave, que tiene sus puntos fuertes en la velocidad y la capacidad de maniobra, probará en el campo de batalla si de verdad es un arma tan temible para cualquier ejército del mundo.
Eso sí, Rusia también se arriesga con este movimiento a perder uno de sus iconos en una guerra en la que los drones cada vez tienen más protagonismo.