Los juguetes tecnológicos de los 90 que marcaron nuestra infancia

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El robot Emilio
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El robot Emilio

No faltaba en la lista de Reyes ningún año. Ni uno solo. El Robot Emilio era un canijo cabezón y sonriente que, armado con una bandeja, iba y venía siguiendo tus instrucciones en su control remoto para traer y llevar lo que le pidieses. Eso sí, tú tenías que colocarlo y recogerlo de su bandeja. Cuando te enterabas de que además vigilaba tu habitación y te avisaba si se acercaban intrusos (es decir, tu hermano pequeño), sabías que merecía la pena ese esfuerzo.
Tamagotchi
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Tamagotchi

Pensándolo ahora, es difícil recordar cuál era su atractivo: un garabato tirando a feo que vivía en un huevo y que requería tu atención a base de pitidos para que le alimentases o limpiases. Y aún así, todos tuvimos o quisimos uno. Incluso presumíamos de ellos: los llevábamos enganchados en las trabillas de los vaqueros, como un accesorio más.
K'Nex
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K'Nex

Lego, Meccano y K'nex fueron los sistemas de construcciones con los que pasábamos las tardes. Los más torpes nos limitábamos a seguir las instrucciones para construir una moto, una casa o un castillo. Para los más hábiles e imaginativos no había límites: solo hay que darse un paseo por YouTube para encontrar auténticas obras de ingeniería.
Gameboy
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Gameboy

La consola portátil de Nintendo conoció varias versiones que se fueron sofisticando, con pantallas cada vez mayores, en distintos colores y más manejables, pero esta fue la primera, la 'maquinita' original que ocupaba nuestras tardes de ocio hasta que unas manos adultas nos la quitaban de un tirón y nos mandaban a hacer los deberes.
Scalextric
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Scalextric

No había sensación peor en el mundo que pasar una hora montando un circuito lo más intrincado posible para poner los coches sobre la pista y descubrir que los mandos no tenían pilas. Si la energía no jugaba en tu contra, podías pasar horas apretando el 'pedal' de la velocidad y dando vueltas en una carrera infinita contra un amigo, un hermano, un primo o contra ti mismo.
Discman
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Discman

Pasamos de los radiocasettes en nuestra habitación a los discman en nuestras mochilas. Si tenías uno de los buenos y modernos, podías incluso reproducir las canciones en orden aleatorio y en bucle. Siempre que no te quedases sin pilas.
Nintendo 64
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Nintendo 64

Llegó al mercado en 1996 para competir con la PlayStation de Sony, así que está de aniversario. Fue la primera en incorporar gráficos 3D, pero todo el mundo la recordará por sus juegos más populares: Super Mario 64, Mario Kart, Donkey Kong y the legend of Zelda: Ocarina time.
Alcatel One Touch Easy
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Alcatel One Touch Easy

Si se lo enseñásemos a un adolescente de hoy, lo miraría horrorizado mientras le explicamos que este era el móvil que queríamos los adolescentes de los 90. Era grande (133x54x25), pesado (160 gramos) y hacía solamente dos cosas: llamadas y mensajes. Por no tener, no tenía ni juegos, como si tuvieron otros móviles de moda posteriores. Pero era la primera vez que teníamos un teléfono para nosotros, y nos encantaba.
MSN Messenger
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MSN Messenger

Tuvimos que esperar a que nuestros padres instalasen ADSL en casa para pasarnos horas chateando con nuestros amigos sin dejar incomunicado el teléfono. Fue nuestra primera red social, nuestra primera 'app' para ligar, el lugar donde descubrimos los emoticonos...
Máquina de trenzas
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Máquina de trenzas

Hubo distintas versiones: una de Barbie, otra de princesas Disney y ya en los 2000, una de Hanna Montana. Pero el principio era siempre el mismo: niñas de larga melena trenzando mechones con una especie de batidora giratoria. Si todo salía bien, terminabas llevando la cabeza llena de trenzas y abalorios. Si no, un buen nudo y unos tirones de pelo se aseguraban de que nunca te olvidases de aquella experiencia.
Relojes Flik Flak
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Relojes Flik Flak

Flik y Flak eran los personajes que ilustraban la línea de relojes para niños creada por la suiza Swatch. Los había de todos los diseños y colores y todos queríamos tener más de uno.
Relojes Baby G
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Relojes Baby G

Un día te hacías mayor para los Flick Flack y entonces querías uno de estos relojes, de marca Casio. Eran digitales, aparatosos y con tantos botones e información que era fácil perderse tratando de ajustar la hora.
Mi querido diario
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Mi querido diario

¿Escribir tus secretos en un diario que cualquiera podía leer? Esto era mucho más sofisticado y seguro: un diario digital protegido por una contraseña. Una especie de PDA muy simple de un chillón color rosa.
Lemmings
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Lemmings

Este juego nacido a principios de los 90 estaba basado en la creencia de que los lemmings se suicidan en masa cuando se sienten en peligro. El objetivo aquí era salvar a un número de lemmings en cada nivel. Fue uno de los juegos más vendidos y jugados de su época.
Cámaras desechables
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Cámaras desechables

antes de los 'selfies', la los móviles con cámara y de Instagram, nos íbamos de viaje de fin de curso con una de estas en la mochila, disparando a ojo y sin acordarnos del flash y esperábamos una semana para revelar las fotos. Qué tiempos...

Teníamos internet en casa, pero para usarlo teníamos que incomunicar el teléfono y por eso nos racionaban el tiempo ante el ordenador con cuenta gotas.

Tuvimos nuestros primeros móviles después de los 15 años, y no se parecían en nada a los que conocemos hoy.

Las primeras videoconsolas portátiles nos distraían de los deberes y perdíamos el tiempo salvando lemmings.

Llevábamos tamagotchis en los bolsillos y los auriculares del discman en las orejas. 

Pasamos de los Flik Flak, un poco infantiles, a los Baby-G, un poco horteras, y fuimos inmortalizando nuestra evolución entre ambos momentos con cámaras desechables. 

Esta es la tecnología que marcó la infancia de los que fuimos niños y adolescentes en los años 90.

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