Al menos tres personas han fallecido y más de 10 han resultado heridas como consecuencia de una "brutal" explosión de gas ocurrida 10 minutos antes de las tres de la tarde en el corazón de Madrid, concretamente en el edificio parroquial de la iglesia de La Paloma, ubicado en el número 98 de la calle Toledo.
La deflagración, que se ha escuchado a kilómetros de distancia, ha destrozado el edificio y ha costado la vida a tres hombres de nacionalidad española, uno de ellos un feligrés electricista que había acudido a arreglar la caldera y otro un anciano de 85 años.
La tragedia podría haber sido mucho mayor, dado que el edificio alberga la residencia de varios sacerdotes, locales parroquiales y de Cáritas, y sobre todo porque está colindante con una residencia de ancianos y un colegio, pero tanto los residentes como los niños han resultado ilesos.
Además, según fuentes de Emergencias, hay 11 heridos. Uno de ellos es uno de los sacerdotes, Rubén Pérez de Ayala, que ha sido trasladado al hospital con quemaduras de carácter grave, según el propio Arzobispado. Otras tres personas han sido derivadas a otros centros hospitalarios con lesiones menos graves.
A causa de la explosión, han sido evacuados varios inmuebles colindantes, entre ellos, el colegio La Salle La Paloma, situado a espaldas del lugar del siniestro, y el geriátrico Los Nogales La Paloma, ubicado en el edificio contiguo al parroquial y cuyos 56 residentes han sido trasladados a otros centros de la cadena.